Una miradita, princesa (Charleimy)

17. ❛ Sangre fría ❜

—Charly

Se me había olvidado lo ricos que sabían sus besos, pero cada vez era más deliciosa que la anterior. Mis dedos acariciaron sus mejillas, mientras sentía cómo su lengua llenaba mi boca y se apoderaba de ella como si Yeimy fuera la reina de mi cuerpo. Y lo era, no podía negarlo.

Nos separamos por falta de aire, y enseguida sentí el golpe en mi cara. Me llevé la mano a mi mejilla, esperando que no quedara muy enrojecida.

—Ponete violenta si querés, pero la lengüita la sumaste vos al combo —gruñí.

—Fue un reflejo —murmuró, apartando la vista.

—Qué linda, pa' entrar en sintonía con la canción.

—No sos más imbécil porque no tiene más horas el día, Carlos Cruz —dijo mientras me limpiaba el labial con el dedo. Su tacto era brusco pero hasta en esas me encantaba—. Solo quería que te llevaras un buen recuerdo de nuestro último beso.

—¿Último? Yo te daría mil besos, sin vacilar. Pasa la noche entera y yo muriendo por que me quieras... —le guiñé un ojo antes de alejarme cantando de ahí.

Regresé al auditorio y Yeimy apareció poco después. Había debido ir al baño, porque tenía el labial de nuevo impecable. Juancho fue enseguida a atosigarla y yo me quedé hablando con algunas personas de la prensa. Probablemente la pedida vendría después de la canción, y mientras tanto no me apetecía verles haciéndose cariños.

Pero, cuando volví a mirar a Yeimy, vi una imagen aún peor. Ella, la tal Catalina y la bruja de Zulma estaban juntas, cuchicheando y riendo. Me acerqué rápidamente a aquella combinación letal.

—Hola, princesas. ¿De qué hablaban?

—De vos —respondió Zulma sin tapujos.

—¿De verdad? —no sé qué cara debí poner, pero de repente las tres se echaron a reír.

—No seás tan convencido, era una broma —aclaró Yeimy.

Solo se estaban burlando de mí, y no sabía si sentirme aliviado o humillado.

—Las bromas se supone que tienen que ser graciosas.

—Eso fue porque no viste tu cara —respondió Yeimy entre risas—. ¿Qué tenés que esconder, Charly Cruz?

De repente escuché el carraspeo de Juancho en el micrófono. Salvado por la campana.

—Bueno, supongo que vinieron a escuchar la nueva canción de Soul and Bass, así que sin más preámbulos... ¡Charly Flow y Yeimy Montoya!

Nos subimos a la tarima entre aplausos. Ella recorrió con la mirada la fila de cámaras que nos estaban apuntado, y sonreí enternecido al notar que estaba nerviosa.

—Quitá esa cara de imbécil, Charly —susurró inclinándose hacia mí.

—A ver, pará la boquita.

—Como me besés te rompo la cara.

—Tranquila, era broma. Yo también sé hacerlas —añadí con una sonrisa.

La pista de la canción empezó a sonar y yo me llevé el micrófono a los labios.

Sabes,
aún recuerdo esa vez que te vi
Yo no entiendo cuánto tiempo
yo viví sin ti

Eres
ese reflejo que quiero mirar
Tienes la vida que me hace falta
para continuar

De ti yo quiero saber
No hay más tiempo que perder
Tienes el fuego que me castiga
Mi ser te anhela, nunca te olvida