Aravis
Corría con todas mis fuerzas de manera desesperada, me transportaba a esos momentos de mi vida en donde tenía que hacerlo para huir de Agentes de Control, mi pecho subía y bajaba en descontrol, y los jadeos me abandonaban constantemente y en ningún momento baje la vista, con miedo a caerme o distraerme. No quería no chocar con ningún árbol o caer en una de las tantas trampas que tenía el campo
Al inicio todo me pareció calmado, tiro, tiro con arco, batalla cuerpo a cuerpo. Pero de pronto se desató la persecución en medio del bosque y no tuve más opción que correr con todas mis fuerzas.
Había toros soltados en todo el campo, pero no tornos normales, toros mecánicos, y que parecían dispuestos a asesinarnos, por un momento temí por mi vida, pesaban toneladas de hierro. Solo podía ganar uno y quería ser la vencedora.
Salté un gran tronco y seguí corriendo, esquivando una y otra vez todo lo que intentaba obstaculizarme. Esas maquinas gruñían con fuerza, los pelos se me ponían de punto cada que esos animales gritaban. ¿En qué momento imaginé correr de un animal de hierro? El estrés me tenía a punto de ponerme a llorar.
—¡Avi, a tu izquierda! —Alertó Eronnis.
Miré al instante y vi en cámara lenta como el animal venía para encima de mí, grité como si algo me rompiera por dentro de horror.
—¡Jeudras! —grité, cuando vi que el mismo toro que intentó embestirme se había estrellado en su dirección. No tardó en comenzar a arrastrarlo, era uno menos.
—¡Sigue avanzando! —vociferó Tahiel, quien llevaba la delantera.
Suspiré, después de todo solo era un juego, pero el miedo no se iba. Mis pasos fueron más veloces y traté de estar alerta en todo momento. Había tenido una segunda oportunidad y tenía que aprovecharla.
—Hay que crear fuego —habló Tahini cuando llegamos a la orilla del río —. Hay explosivos delante del puente, si se prenden crearan una barrera para impedir que las maquinas pasen, habría que hacerlo cuando todos crucen y rápido.
Yo podía con eso.
—Sigan corriendo, yo me encargo —dije en voz alta.
Los observé correr por el puente con rapidez y los seguí, pero con menos velocidad, encendí mi mano derecha en electricidad, y la lancé a los explosivos con todas mis fuerzas, al mismo tiempo que corría para cruzar. Cuando mis pies tocaron el puente el fuego se extendió con rapidez, creando una barrera más grande de lo que imaginé.
Al cruzar me di cuenta que del puente se había caído Tiam, a quien sacaban del río. El puente parecía querer colapsar en cualquier momento por lo que corrí con más ahínco. Pude llegar del otro lado, a mi izquierda encontré a Tahini resbalándose, intenté ofrecerle mi mano cuando Eronnis me empujó.
—No salves al enemigo —Eronnis la empujó para que se terminara de caer al río —. Igual no iba a ganar, no la necesitamos en la final.
Con la boca abierta la observé correr como si no acabara de empujar a alguien. Ayesha seguía en la delantera, tenía como objetivo ganar, eso estaba claro, y era de esas personas individualistas que pensaban que todo lo podían hacer solos y que no necesitaban de nadie más.
Más adentrados en el bosque el sol no se veía con tanta claridad, fuimos interrumpidos por un zumbido que inundó todo el amplio lugar, algo insistente y hasta ruidoso.
—¡Maldito Arnold! —gritó Eronnis a la nada, mientras se sostenía el cuello y caía sobre sus rodillas —. Estos insectos te dejan inconsciente, te duermen por horas hasta que pasa el efecto del veneno. No es mortal. ¡Anciano inteligente, esta me la pagas!

ESTÁS LEYENDO
Sangre | Círculo 1
Science Fiction[Saga: El Círculo: Libro I ] El nuevo mundo no es ni las cenizas de lo que una vez fue, el egoísmo y las ansias de poder de los seres humanos hicieron que este se sumiera en una guerra tormentosa que lo único que trajo consigo fue muerte. Un mu...