Capítulo 14

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— ¿Por qué no viene? Tan malo fue decirle eso...

La pelirrubia hacia pucheros cada dos segundos al ver que Bunny no aparecía en la habitación desde hace dos días. Si decía que no estaba preocupaba, estuviera mintiendo a sí misma. Es decir, aunque él fuera una persona reservada y poco raro por así decirlo, ella se interesó mucho en él, quería saber algunas cosas de él, pero sabía que era muy difícil llegar hasta ese punto.

— Lo peor es que tengo hambre...

¿Será que hacer eso, podría venir?

Se preguntaba mentalmente al ver que los postes de la cama era de metal y si al ser ruido con los grilletes, él podría venir al escucharlo. Grandiosa idea.

Empezó con lo planeado... Golpeó varias veces tratando de que Bunny la escuchara de algún modo. No paso ni dos minutos cuando la puerta se abrió de golpe y un furioso Bunny apareció dentro de la habitación.

— ¡Qué carajos te pasa!

Lilly se sobresalto al tremendo grito que pegó Bunny. Ella no quiso que él viniera de esa forma... ¿Tan malo fue con él?

— Y-yo solo...

— ¿¡Tú que!?

— Q-quiero comer — susurró la pelirrubia y bajo su cabeza.

Bunny escuchó perfectamente a la pelirrubia y suavizó su semblante que estaba enfurecido por los tremendos golpes que hizo que su sueño desapareciera. No quería hablarle de esa manera al pelirrubia, al fin y acabo tenía su estrés por encima de cualquier cosa y esas malditas voces en su mente en querer salir y matar a cualquier persona que se le presenciarás. Sin embargo, la hermosa y angelical mirada de Lilly, hacia que se detuviera.

— Y por eso haces tanta bulla — dijo Bunny en un tono un poco más calmado.

Qué bipolar...

— P-perdon, solo es que tenía ganas de comer. Hace dos días que no apareces y no me has traído comida.

— Ash, ya vengo...

Bunny salió nuevamente de la habitación, subiendo la estrepitosa escalera, pasando por la sala que a simple vista se podía ver un poco de desorden, algo que no le importaba a Bunny, y finalmente llegando hacia su lugar de destino, la cocina.

Sacó dos tostadas de la funda, abrió la mantequilla, poniéndole en toda la cobertura del pan, se dirigió a la refrigerador para sacar el queso y finalmente ponerle en el pan y luego la puso en la tostadora. Acto seguido sacó la mora para hacer jugo mientras esperaba que la tostada esté lista.

Minutos después, la tostadora hizo un sonido indicando que ya estaba las tostadas. Bunny se dirigió hacia la alacena para sacar un plato y un vaso, acto seguido poner las tostadas y el jugo en sus respectivas recipientes.

Bajo nuevamente hacia el sótano, buscando de nuevo la llave, que por desgracia lo había dejado dentro de la habitación y preocupándose al ver que la pelirrubia hubiera agarrado las llaves y se hubiera escapado en el momento que estaba haciendo la comida.

Carajos

Abrió de golpe la puerta sin medir la fuerza y se adentro a la habitación. Su corazón estaba palpitando a mil por esa idea que hubiera sido si la pelirrubia se habría escapado, pero suspiró aliviado al ver a Lilly cabizbaja y con sus piernas unidas. En realidad si había escuchado la manera espantosa que Bunny había entrado, pero no quería verlo a los ojos, tenía miedo que él se enojara con ella y le volviera a gritar como hace minutos.

— Ya llegué... — dijo él mientras se acercaba hacia ella, pero Lilly seguía con su cabeza hacia abajo y la posición de sus pierna igual — Levanta tu cabeza.

La debilidad de un psicópata (Primera Trilogía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora