La debilidad de un psicópata (Primera Trilogía)

Capítulo 37

— Mis sospechas son ciertas...

Los documentos que tenía de todas las acciones que hacía el comandante Moore y el comandante Kim desde hace muchos años, cuando aún el señor Williams Mill aún seguía vivo y después de su muerte. Ahora podía entender perfectamente porque no quería que obtuviera el expediente.

— Estos pensaban que no iba a enterar sus acciones ilegales que hacían. Dejaron libre a un violador y no hicieron nada — siseó, golpeando con su puño en la mesa por el enojo.

El comandante Moore era un viejo amigo de Williams Mill, ese hombre le había ayudado a estar en el cargo que actualmente tiene, con algunos sobornos y pruebas falsas en contra del comandante anterior para que él saliera de su cargo y el comandante Moore poder estar en ese máximo poder. Pero, no todo era color de rosa, el comandante Moore debía encubrir todas las ilegalidades de su amigo hasta el más mínimo detalle y así poder seguir gozando de ese poder.

El comandante Kim era el primo de Williams Mill por parte de mamá, pero por razones que el mismo comandante tenía, cambio su apellido al cumplir los 18 años, edad que decidió ayudar a su primo con esta red, y para no tener vínculos que podría llegar a peores, el cambio de apellido fue una opción. Él fue al que soborno a los jueces cuando fue el juicio en contra de su primo por la muerte de un hombre y tentativa de asesinato a una menor, a Lilly White. Ocultó por varios años las redes de su primo para que nadie pudiera sospechar de sus fechorías y que además participaba en esos secuestros, sorprendiéndose que era igual que su primo, que tenían la misma podrida mente de un pedófilo y pederasta.

Al parecer creyeron que él no iba a saber nada y que en estos momentos están desesperados y nerviosos por las redes que salieron a la luz. En esos momentos no era la mejor opción en encerrarlos, primeramente debía atrapar a Bunny y luego a esos dos enfermos que se llamaban 'comandantes'.

— Es una porquería, este mundo está lleno de personas enfermas y locas — siseó enojado — Tengo que hacer el trabajo solo, debo meter a la cárcel a todos estos corruptos y criminales. La paz en la ciudad pronto llegará y seré capaz de llegar hasta el último.

Suspiró y tomó su teléfono celular para llamar a la persona que en todo momentos la necesitaba.

— Te necesito ahora...

***

— Déjate de niñerías ahora Kim, esa faceta de estar siendo enemigos por atrapar a Bunny, se acabó, ahora concentrate por todo lo que está pasando con las redes de prostitución de Italia y Rusia — siseó con enojo.

— Mierda, ese maldito niño vino hasta mi oficina por el expediente de Williams y ahora me entero que las redes de Italia y Rusia fueron reveladas — se escuchó un golpe a la mesa — Si Williams estaría aquí  vivo, nos hubiera cortado la cabeza.

— Lo sé, hemos sido tan cuidadosos todo este tiempo para que alguien venga y descubra todo este secreto...

— Debemos investigar quién está detrás de todo esto... Pero pienso que ese Agente, Moore.

— No lo creo, esa noticia fue antes de que  el Agente García vaya a tu despacho.

— Tienes razón, pero igualmente es sospechoso.

— Vamos a creer que si. Además, el caso de Bunny se quedará por un momento inactivo.

— Ese criminal tiene que disfrutar sus pequeñas vacaciones, pero sabes bien que si hablábamos de Bunny somos enemigos.