Capítulo 23

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— E-Elians....

La voz de Lilly.

Empujó rápidamente el cuero contrario y sus ojos rápidamente se dirigieron a la pelirrubia, y sintió una pequeña opresión en su pecho al ver esa imagen de ella con lágrimas en sus ojos.

— L-Lilly...

— S-solo fui eso para ti...

Quiso abrazarla y decirle que no era lo que estaba pasando, pero unas manos en su brazo le impidió. Ella retrodeció y pudo observar dicho tacto y no quiso saber nada más, que solo corrió lo más rápido hasta encerrarse en la habitación.

— ¿Elians?

Esa voz.

Era ella.

— ¿Quién es ella?

¿Por qué mis piernas no responde?

¿Por qué no voy detrás de ella?

¿Por qué mi corazón late al escuchar nuevamente su voz?

— ¿Elians?

Giró nuevamente a ella y se odiaba mucho al poder ver su mirada con la misma sensación de la primera vez que la vio.

— ¿Es tu nueva víctima?

— T-tú...

— Shh... — puso su dedo en los labios de Bunny — Respóndeme...

— ¿Qué haces aquí? — preguntó — No tengo por qué darte explicaciones de mis víctimas.

— ¿A sí que es una? Ya veo ...

— ¿Por qué vienes a mi?

— Vine por ti, vine porque quiero estar contigo...

¿Por qué su corazón estaba confundido?

¿Qué era lo que realmente sentía?

¿Por que ella vuelve después de abandonarlo?

— Largate.

— ¿Q-qué?

Eso no era lo que quería escuchar por Bunny. Había hecho todo para encontrarlo, y lo único que iba hacer al momento de tenerlo al frente era besarlo, decirle cuánto lo había extrañado y darle una buena razón del por qué se había ido.

— Escuchaste perfectamente. Largate antes de que te saque por la fuerza...

— Estás así ¿por qué te abandoné?

Sus manos se hicieron puño al recordarlo.

— ¡Largate!

— No me voy a ir hasta que me escuches...

— No necesito tus malditas explicaciones, solo desaparece de mi vida...

— Sabes que si salgo de aquí, podría decirle a la policía que tienes a esta chica aquí...

Bunny agarró su cuello, llevándole hasta chocar con la pared y le apretó haciendo que ella se le dificultara respirar.

— Óyeme bien, quiero que te largues por esa puerta y no vuelvas más. Pero, si me entero que dijiste algo a la policía sobre ella o sobre mi, te juro... Te juro que te arrancó el cuello cuando te vea, ¿oíste?

— T-tú n-no serías capaz...

— Claro que lo soy...

— N-no, aún sigo siendo parte de tu presente...

La debilidad de un psicópata (Primera Trilogía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora