Después de una semana, las noticias informaron sobre la desaparición de una pareja y el brutal asesinato de un hombre en uno de los callejones de los barrios bajos. Todo la población de la ciudad estaban consternados por todo lo que estaba pasando, y el miedo aumentaba a escalas que en verdad las personas tenían miedo de salir de sus casas, por temor a ser víctimas del criminal.
Bunny, sonreía al ver que la policía estaba desesperado por su búsqueda. Le encantaba el juego del gato y el ratón. Él era el ratón que se escabullía para no ser percibido por el policía, mientras que ellos con el estrés encima estaba tratando de buscar información sobre Bunny.
Se levantó en busca de comida. Pensativo, en darle o no de comer a su ángel, era la incógnita por el momento. Bunny ni siquiera le había apetecido darle de comer a la pelirrubia, después del mal trato que le dio las dos ocasiones que fue darle de comer y Lilly le rechazaba.
¿Qué voy hacer contigo ángel?
Preparo dos hotcakes, uno para él y otro para Lilly. Puso en dos vasos, el jugo de naranja y las puso en la charola. Pensó nuevamente en ir a comer con la pelirrubia o no. Se encogió de hombros, agarró su máscara y siguió el camino hasta el sótano.
Bajo por una escalera, no tan grande, casi de cinco escalones para abajo, agarró las llaves que estaba en el umbral y abrió la puerta. Lo primero que vio fue a la pelirrubia, recogido sus piernas hasta su pecho y escondiendo su rostro en ellos. Por suerte, las cadenas de los grilletes eran largas, por lo que no tenía que hacer mucho esfuerzo en moverse.
— Hola ángel — dijo mientras se acercaba hasta la cama. Lilly al escucharlo levantó su mirada y se asustó al verlo.
— N-no me hagas daño.
Bunny hizo una risa nasal y se sentó a lado de Lilly.
— Toma — le extendió el desayuno — Tu comida.
Lilly solo miraba el plato, con la desconfianza de que tenga algo la comida que le estaba dando Bunny.
— N-no confío en ti.
Bunny entendió lo que estaba diciendo la pelirrubia.
— Si piensas que puse algo en la comida, estás muy equivocada ángel. Solo quiero que comas algo... Haz estado aquí durante una semana y no has probado nada.
— ¿Por qué te preocupas por mí? — preguntó — Mi situación es para tenerme sin libertad de salir y dejarme morir de hambre, en cambio tú, te preocupas mi alimentación.
Es algo que solo se, pero no te puedo decir. Tengo que ganarme tu confianza primero.
— Come...
— ¿Por qué no me respondes?
Lilly le llamaba mucho la atención de que Bunny se preocupara por ella, algo que no era común cuando alguien te secuestra. Ella había visto muchas cosas sobre los secuestros de las personas alrededor del mundo, y podía ver que aquellas personas las encontraban muertas o seguían desaparecidos, sin rastro de que lo puedan encontrar.
Toda esa conclusión que había llegado, era porque Bunny desde el primer día, le daba de comer y ni siquiera le hacía daño.
¿Qué era lo que realmente quería Bunny de ella?
Ella podía ser una de las víctimas que podía toparse Bunny y matarla, pero no. Ella estaba allí, esposada de muñecas y pies, y con un secuestrador que hasta ahora no le hacía daño.
— Veo que no me quieres responder.
— Mira, para que veas que no tiene nada, yo comeré mi desayuno contigo — dijo, cambiando el tema.
¿Por qué me cambias de tema?
Suspiro rendida. En verdad no había probado ningún bocado durante una semana, y podía sentir que estaba débil.
— ¿Podrías sacarme un grillete de la mano? Es muy incómodo y ya siento que se me está helando la mano por la presión.
— No, yo te daré de comer.
— Por favor — suplicó — Si dices la verdad de que no pusiste nada en la comida, entonces déjame hacerlo yo.
Bunny lo pensó dos veces antes de acceder. Era más que obvio que en esa situación, era muy incómodo. Bufo rendido y saco las llaves que había puesto en su chaqueta. Sacó el seguro del grillete, dejando a la pelirrubia libre en una mano. Ella jadeó de dolor al ser liberada.
— Gracias... Podrías pasarme el plato, por favor.
Bunny le extendió el plato nuevamente mientras que el agarraba su plato. Lilly vio a Bunny dar la primera mordida al hotcakes mientras le daña una seña de que comenzara a comer.
Comieron tranquilamente en silencio. No era incómodo. El ambiente estaba tranquilo con solo dos personas desayunando como si estuvieran en una situación normal.
Lilly estaba disfrutando de los hotcakes. Lo degustaba como si fuera la primera vez que los probaba, y es que en realidad ella amaba ese platillo y más si le ponía chocolate o mermelada de fresa alrededor. Bunny podía escuchar los sonidos de la pelirrubia, dándole a entender que estaba delicioso.
— Veo que te gustó.
Ella al escucharlo solo asintió y volvió a la misma apariencia desde el inicio. No quería que Bunny viera su contento solo por un platillo.
Bunny se inclinó para poder darle el jugo de naranja y se le entregó.
— Descansa.
Bunny salió del sótano con la charola en sus manos y cerrando con llave la puerta. Lilly quería decirle algo, pero mejor se quedó callada. No quería ver enojado a él por algo que era muy difícil de que él accediera.
Ella se acostó nuevamente en la cama y solo se quedó mirando a la nada.
***
— Este asesinato fue muy brutal — dijo uno de los oficiales.
El cuerpo del chico encontrado en el callejón estaba con todos sus órganos salidos, heridas de una navaja por todo su cuerpos, mutilado y hasta degollado.
— Para mí que fue una mafia quien lo asesinaron para hacer el tráfico de órganos.
— Oficial, en estos momentos no estamos interesados en la mafia. El tema ahora es Bunny, uno de los psicópata que ha matado a centenares de mujeres y hombres de una manera brutal.
— Pero coronel, este crimen está más que claro que solo lo hizo los traficantes de órganos. Todos ellos fueron sacados y hasta ahora nos sabemos dónde está.
El comandante Moore suspiraba y negaba con la cabeza, poniendo sus manos en la mesa y agachando su cabeza de la frustración.
— ¿Tampoco saben nada de la desaparición de la pareja?
— Tampoco comandante... Es como si se los haya tragado la tierra.
— Joder... — siseo Moore — Esto es tan frustrante. Oficial Cherry, tiene los archivos de las personas que han sido víctimas de Bunny.
— Si comandante.
— Las necesito archivos en mi oficina. Tendré que estudiar cada uno de ellos para saber algo más que se nos haya escapado. Debemos encontrar una pista.
— Entendido comandante.
Moore asintió y salió de la pequeña reunión que habían hecho para hablar sobre el último asesinato de hace una semana. Algo debía de haber en esos archivos, algo que en cualquier momento de le haya escapado y no se había dado cuenta.
Bunny tenía un mecanismo de defensa y una manera sutil de deshacerse de las pruebas en las escenas del crimen. Algo muy inteligente para él, pero Moore lo iba averiguar.
~Dy
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La debilidad de un psicópata (Primera Trilogía)
Mystery / Thriller¿Quién creería que Lilly es la debilidad de un psicópata? Raro por naturaleza y la sociedad, pero un punto débil y sensible para Bunny. Antes de leer: Esta historia tiene temas sensibles y de +18, lean bajo su propia responsabilidad. 28/10/2021 🎖️...