Dolly se encontraba rodando el asiento mientras trataba de armar su plan para desaparecer a la pelirrubia de la vida de Elians. Debía ser cautelosa en cada detalle, porque podría darle a entender a Elians que ella fue la que hizo desaparecer a la pelirrubia sin que él se pudiera dar cuenta.
Todo iba de mal en peor.
Se suponía que iba a volver a la vida de Elians, después de haberlo abandonado por las razones que solo ella conocía. Solo quería decirle a Elians sus razones del porque se fue y no volvió durante esos años. Ella aún lo amaba, tarde pero se dio cuenta de sus sentimientos, y él no pudo haberla olvidado y dejado de amarla así como si nada, no, por una chica que la secuestró y ahora parecía ser alguien en la vida de su pelirrubio.
— Elians, suéltame...
— ¡No! — exclamó mientras tenía sujetado con fuerza su muñeca y la estaba sacando a rastras hacia fuera de la casa.
— ¿Qué pasa contigo Elians? Auch — el pelirrubio empujó con fuerza a Dolly, cayendo estrepitosamente al suelo.
— ¿Qué me pasa? Todavía lo preguntas como si nada — bufo irónico — Quiero verte lejos de mi, ¡Largate de aquí!
— ¿Ya no me amas?
Él no respondió. Su silencio hacia que Dolly sonriera internamente porque él nunca la había dejado de amar.
— ¡Solo, largate!
— Se que aún amas y haré lo imposible para que tú regreses conmigo. Podremos reinar el mundo tan solo juntarnos. El maldito mundo no podrá atraparnos, mi amor.
— ¡Callate!
— Somos criminales amor, eso no debes olvidarlo nunca.
Ella se levantó, pero antes de irse por una buena vez por todas, se acercó hacia el pelirrubio. Con sus manos hizo un largo recorrido por sus brazos llegando por su cuello y luego hasta su nuca tocando un poco sus hebras rubias.
Viendo que no la separaba, se acercó hacia él para juntar sus labios. Él no respondía su beso, por lo que hizo el amago acerca sus cuerpo mucho más, pero él la empujó.
— ¡Largate!
Ese día no fue el único. Ella nuevamente lo volvió a ver cerca del puente de la ciudad, porque lo había estado esperando hasta la hora que saliera de su trabajo.
— ¿Qué haces de nuevo Dolly? Ya te dije que no te quería volver a ver — siseó el pelirrubio.
— Te estaba esperando... Quería verte.
— Pero yo a ti no...
Ella suspiró y se acercó hacia él. Aún mantenía ese hermoso rostro que aún recordaba, tan lindo y bonito, y más cuando sonreía, porque mostraba esos hermosos dientes de conejito que lo hacía ver muy tierno. Lo miró a los ojos y él no hacía nada de apartarla.
— Te extrañe mucho, no sabes cuánto...
Besó sus finos labios, manteniéndose así durante algunos segundos para luego separarse y acariciar sutilmente sus mejillas.
— La vida para nosotros es completa amor, nos divertimos a nuestra manera y regrese para divertirnos mucho más...
— ¿A qué volviste?
— Volví porque te amo...
Ella nunca había demostrado un cariño más allá de solo hermandad. Bunny se había enamorado de ella locamente como si al frente suyo estuviera lo más bonito que el mundo trajo para él, como algo super especial y que no quería que nadie lo arrebatará. Dolly sabía los sentimientos de Bunny hacia él, así que no hizo nada por alejarlo, porque no quería verlo sufrir.
ESTÁS LEYENDO
La debilidad de un psicópata (Primera Trilogía)
Mystery / Thriller¿Quién creería que Lilly es la debilidad de un psicópata? Raro por naturaleza y la sociedad, pero un punto débil y sensible para Bunny. Antes de leer: Esta historia tiene temas sensibles y de +18, lean bajo su propia responsabilidad. 28/10/2021 🎖️...