Capítulo 15

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No, no, por favor no. No quiero que me hagas daño.

— Solo nos divertiremos un poco hijo. Sabes que no me gusta que me desobedezcas.

El hombre sujeto al pequeño rubio de las manos para adentrarlo a la habitación, sin medir su fuerza.

No quiero, suéltame.

— ¡Callate!

El niño comenzó a llorar por la fuerza que el hombre había puesto en sus muñecas y porque sabía que allá dentro, lo único que podía salir era lastimado y adolorido.

— N-no me gusta esto...

El hombre dejó caer al niño en su cama mientras se sacaba su camisa, desabotonando poco a poco y luego retirar toda la ropa encima. El pobre niño sentía asco y repulsión por todo lo que su 'padre' hacía con él cuando llegaba del trabajo.

— Pero si te va a encantar hijo...

Él se acercó y empezó a quitar la ropa del menor.

— N-no...N-no me toques...

— No llores pequeño, entre más accedas, el dolor pasará rápido.

Comenzaba a tocarlo en cualquier parte de su cuerpo, llenando su cabeza de cosas perversas, satisfaciendo sus necesidades sexuales y horribles en el menor. Giro sin cuidado al niño, haciendo que el jadeará del dolor, porque aún seguía el dolor de la noche anterior.

— ¡Déjame!

— ¡Callate!

El hombre sin cuidado entró en el menor, haciendo que él gritara de dolor.

—¡N-no! ¡Por favor!

El niño solo lloraba mientras intentaba parar a su "padre" sin éxito. Solo sentía su cuerpo siendo brutalmente usado y su interior golpear con fuerza, lastimando en el proceso.

¡NO!

Bunny se levantó asustado y con su respiración irregular, después de haber soñado con ese hombre. Ese hombre que le hizo tanto daño en su niñez, dándole los peores temores de su vida y por ende su vida criminal. Por el tremendo grito que pegó, Lilly se había despertado asustada, tratando de saber que era lo que había pasado, topándose con un Bunny que sudaba y estaba perdido en un punto fijo de la habitación.

Oh por dios...

Él es...

— T-tú...

Bunny volteó su mirada para ver a la pelirrubia que se sorprendió más al verlo. Lilly pudo darse cuenta del hermoso rostro de Bunny. Cabellos rubios, labios finos, facciones remarcadas, cabellos rubios y una piel pálida. Eran tan hermoso, que la pelirrubia se quedó embobada viendo al pelirrubio, sin nisiquiera parpadear ningún instante.

Él nisiquiera había notado que su máscara ya no estaba en el rostro, sino, en el piso, dándose cuenta del gran error que tuvo al haber despertado de esa pesadilla de su pasado y al haber dejado su máscara sin seguro. Maldiceó internamente y se levantó abruptamente de la cama.

— ¡Carajos! — siseó

— E-eres bonito...

— ¡No hables!

Ella se sobresaltó por el gran grito que dio el pelirrubio. Bunny negaba varias veces con su cabeza, poniendo sus manos en sus melenas rubias como si quisiera arrancarsélos por la gran estupidez que había cometido. Ella ya sabe quién era, cada maldito facciones y minúsculo rostro.

La debilidad de un psicópata (Primera Trilogía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora