La luz que entraba por la ventana, iluminaba los cuerpos desnudos de las dos personas que se encontraba abrazados uno al otro, entrelazando sus pierna entre sí.
Lilly se removió un poco de la cama al sentir la luz resplandeciente de la tarde. Iba a estirarse un poco en su lugar, pero los brazos que rodeaban su cintura y las piernas que estaban entrelazados, hizo que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro. Podía escuchar perfectamente los latidos de su pecho, manteniéndose sereno y calmado por su estado.
Unas manos empezaron acariciar su melena rubia y escuchando una risa nasal. Sus ojos subieron hasta el rostro del contrario, sorprendiéndose al ver que lo había despertado sin querer, y se sonrojo al instante.
— H-hola — susurró nerviosa.
— ¿Por qué tan nerviosa?
— No es nada, solo que — hizo un movimiento un poco brusco, pero al instante sintió pequeñas punzadas — Carajos...
El pelirrubio se sorprendió al escuchar una mala palabra por parte de Lilly. Era la primera vez que le escuchaba, bueno tan inocente ya no era.
— ¿Desde cuando aprendiste a decir malas palabras, pequeña?
— Aprendí de ti, ya se me pegó tus malas palabras...
— ¿Así?
— Claro, tonto — trató de nuevamente levantarse, pero el dolor en todo su cuerpo le imposibilitó hacerlo — Carajos...
El pelirrubio se rió y atrajo hacia él a la pelirrubia.
— ¿Te duele? — preguntó burlón y besó su mejilla.
— Tonto, obvio que si... Me duelen horrible mis caderas.
— Pero bien que te gustó montarme y luego yo joderte hasta sentir tu interior tan deliciosamente apretado — dijo con una voz seductora, haciendo que la pelirrubia se sonrojara.
— Callate, es vergonzoso — tapó su rostro con sus manos.
Él rió nuevamente y acercó sus manos hacia ella, tratando de sacar y poder ver su rostro avergonzado y sonrojado, porque bueno, él ya sabía que cuando Lilly se ponía así, era porque está hecho un tomate de la vergüenza.
— Vamos, nena... Déjame ver ese rostro sonrojado.
— N-no...
— Si no lo haces, tú serás mi cena. Tu decides.
Sin más, la pelirrubia sacó sus manos de su rostro y alzó su mirada, encontrándose con la mirada del pelirrubio puesta en ella. Relamió sus labios al ver las marcas de sus uñas en el cuello y hombros, tampoco no se quería imaginar cómo haya quedado su espalda, tan solo ver cómo queda la zona de lo mencionado, iba a estar peor en su espalda.
— Me arde — llamó la atención — Fuiste una fiera, pequeña pervertida...
— L-lo siento, no fue mi intención...
— Pues esto me queda claro que soy de tu propiedad — se rió.
— Tonto...
Un pequeño silencio se inundó en la habitación. Lilly se sentía segura en los brazos del pelirrubio mientras él la abraza hasta su pecho y acariciaba su cabellera y su espalda.
¿Qué haré ahora?
Me estoy quemando lentamente al sufrir con este sentimiento. Me estoy quemando cada minuto o segundo que pasa. Nunca debí verlo con otros ojos a él, pero ya no hay vuelta atrás, este sentimiento se quedará hasta que me dañe completamente.
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La debilidad de un psicópata (Primera Trilogía)
Misteri / Thriller¿Quién creería que Lilly es la debilidad de un psicópata? Raro por naturaleza y la sociedad, pero un punto débil y sensible para Bunny. Antes de leer: Esta historia tiene temas sensibles y de +18, lean bajo su propia responsabilidad. 28/10/2021 🎖️...