Me e visto en la necesidad de hacer otra parte, no estaba en mis planes, pero viendo las circunstancias, es un problema algo complicado y necesita de más explicación.
Sinceramente quería hacer una explicación corta y sencilla, pero se me ha alargado un poco la cosa.
Disculpen si ha sido algo largo.
No me maten.
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—¿De qué hablas?
Ya me temblaba la voz. Conocía muy bien a Sebastián, si solía ser algo atrevido y me daba miedo.
Esta apartó su sonrisa y se cruzó de brazo, con un semblante más serio.
—No pienso entrometerme entre sus problemas, averiguarlo por ti misma será lo mejor.
Pensé hacerlo, varias veces. Pero es que cuando estaba con él, no notaba nada raro, solo que estaba algo más apagado luego de lo de Dylan.
—¿Podemos hablar?
La necesidad de hablar con aquel pelirrojo y pedirle disculpas me mataba, después de todo, la que lo hirió fui yo.
— Mira, Brittany. Sinceramente no quiero más problemas con Sebastián, así que preferiblemente lo único que debe haber entre nosotros es distancia.
Practicaba fútbol junto a él, el uniforme a ambos les quedaba muy bien y noté que ese día, estaban distancia y el juego no iba bien. Siempre trabajaban en equipo y estar molestos les dificultaba eso.
—No me gusta que anden discutiendo por una tontería como esa.
Trataba de arreglar todo, en serio que lo intentaba.
—¡DYLAN! Vuelve al juego— lo llamó el entrenador y sin decir nada, solo se fue.
Dejándome con la palabra en la boca.
— Oye, no me gusta estar rogándole a la gente...mucho menos en el baño. Vámonos ya, que se nos hace tarde.
Luego de eso lloré mucho porque todo me daba rabia y mi prima me fue a buscar.
—¿Qué se supone que debo hacer para que ellos no anden peleados?— le pregunté llorando y esta solo suspiró torciendo los ojos apenas abrí la puerta.
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Fragmented: Secretos No Revelados © [Completa✔️]
Teen FictionEmma Stone, una chica de dieciséis años, es una de las sobrevivientes de una catástrofe que ha dejado la ciudad en ruinas. Tras la caída del gobierno, Emma se encuentra huyendo, buscando refugio en un mundo donde la traición y el odio son moneda co...