Han pasado varios días. No estoy segura de cuantos, pero de lo que si estoy segura es de que llevo días sin hablar con los chicos. Después de que leyera mil veces ese cuaderno lo único que logre es que un miedo creciera en mí, impidiéndome salir y enfrentar frente a frente a los chicos. Es cierto, aun no estoy segura, pero muchas cosas me confirman de que ellos probablemente si sean militares y busquen algo de mí. Algo que no tengo, ya que desapareció el momento que mis padres murieron.Me da rabia ¿saben? Porque yo no soy culpable de lo que mis padres hicieron y ahora yo tengo que pagar el precio de todas sus acciones. Y el hecho de que mi madre me deje escrito que esas personas harán lo que sea para conseguir esa información, me da a entender de que hasta me buscaran, me llevaran con ellos y me maltrataran hasta morir. Y digo morir porque no confesare algo que no tengo idea. Estoy paranoica, ni tan siquiera me da hambre o sed; solamente salgo para ir al baño cuando nadie esta cerca y me vuelvo a encerrar. Los chicos me insiste con que salga, sobre todo Sebastián y Dylan. En serio, no entiendo por qué están tan intensos, aunque de Dylan se entiende ya que se me confeso pero ¿De Sebastián? Aunque él es mi aliado y debe asegurarse de que este viva, me parece extraño su forma de comportarse. A la única que dejo entrar es a Maya, ya que no me bombardea de preguntas. Solamente me insiste con que coma y me hidrate. Sin embargo, solo consumo agua.
Escucho que tocan la puerta y al acercarme a abrirla un poco, me doy cuenta de que es Maya. La dejo entrar y me vuelvo a sentar en la terraza de la habitación, mientras el sol sale como cada mañana. Apenas son las 09:23 am, es muy temprano y todo esta en calma. Me encanta los días así, me recuerdan que nada es eterno.
Ni tan siquiera las Catástrofes.
-Dylan te envía esto-dice la morena sentándose a mi lado y entregándome un vaso de sumo de naranja. Por su tono de color, se nota que es concentrada. Dylan no deja de enviarme cosas así y la verdad, es que no quiero comerlas. Así que tomo entre mis manos el vaso y lo coloco en la mesita que esta a mi lado, mientras que me concentro en dibujar en un cuaderno que encontré entre las cosas que me regalo Dylan. De todas las cosas que me ha dado, esta es la única que me satisface- Los chicos quieren saber que te sucede. Llevas cuatro días así y ya se están empezando a preocupar.
¡Ah! ¿Quien lo diría? Llevo cuatro días encerrada.
-Oye ¿Me estas escuchando? ¿Te encuentras bien?-pregunta la chica apartando el cuaderno de mis manos. Bien, ahora no podre fingir que no escucho- ¿Qué te pasa? Estas como enojada y triste a la vez ¿Es con nosotros? ¿Hicimos algo mal?
Pobre chica, cree que me hizo algo malo. Aunque puede que si.
-No Maya, no es con ustedes- miento, porque en realidad si es por ellos; por mi estúpido miedo- Lo que pasa es que, leí un cuaderno que me dejo mi madre y eso me hace tener recuerdos de ellos y que me deprima. Es todo, no tienen porque preocuparse por mí.
-Bueno...Yo estoy tranquila porque me dejas entrar pero, al pobre de Dylan lo tienes vuelto loco-comenta Maya mientras sonríe sin darme la mirada- Dime Sebastián, esta más a la defensiva después de que el chico se te declarara ¿Quién te viera rompiendo corazones?
Un momento...¿Cómo sabe que Dylan se me declaro? Yo nunca se lo comente. Y además, ¿Sebastián a la defensiva por esa razón? ¡Por favor! Él siempre anda a la defensiva, y muchos menos lo hará por mí. Debo encontrar la manera de cambiar la conversación.
-¿Y qué hay de ti? Tienes al pobre de Mike sufriendo por ti y aun así no lo aceptas-le digo, tomando el vaso de sumo de naranja entre mis manos y alejándome de ella, mientras me acerco a la puerta ya que esta se encuentra abierta. Sin embargo, la morena se levanta y se detiene a unos pocos metros de mí, observándome con los brazos cruzados- ¿Sabes? Siempre te he visto como una chica valiente, pero cuando se trata de ese chico...¡Huyes! ¿Acaso tus padres no te enseñaron que no debes escapar de tus asuntos?
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Fragmented: Secretos No Revelados © [Completa✔️]
Dla nastolatkówEmma Stone, una chica de dieciséis años, es una de las sobrevivientes de una catástrofe que ha dejado la ciudad en ruinas. Tras la caída del gobierno, Emma se encuentra huyendo, buscando refugio en un mundo donde la traición y el odio son moneda co...