✨Capitulo 14✨

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"Oye, Emma. Si eres tan inteligente, explícame porqué no aprobaste en los exámenes de matemáticas"

"Mis asuntos no son tu problema"


-Auch -me quejé al momento que sentí como sacaba el vidrio de mi piel.

Arde mucho.

-Todo listo. No te cortaremos la pierna, llorona -rió al guardar el envase de alcohol y deshacerse de los algodones ensangrentados.

No la cubrió, supongo que no hay necesidad.

-Gracias -logré decir antes de que se retirara de la habitación y me dejara sola.

Desde que Sebastián dijo que nos íbamos, se han estado arreglando. Sinceramente tengo mucho miedo de ir allá, tengo la necesidad, pero no los ovarios para hacerlo.

Sin embargo, el hambre aún sigue. Me levanté de la cama para bajar despacio hacia la cocina, solo tengo una pequeña molestia, no es nada para echarme a morir y puedo caminar con tranquilidad.

Lo primero que visualizo es a un pelirrojo algo distraído en la cocina. Está leyendo como una especie de carta, y en silencio solo le acerqué detrás de él para poderme a su lado y para que se diera cuenta de mi presencia, carraspee mi garganta.

-Ay dios -se sobresaltó un poco volviendo la carta un desastre al apretarla en sus manos hechas puños.

Solo pude reír, se vio gracioso.

-¿Qué te pasa Dylan? ¿Estás leyendo cosas prohibidas? -sonreí logrando que este riera a la bajo volviendo a su actividad anterior.

-Si fueran prohibidas no las leyera en plena luz del día ¿No crees? -sonrió de lado y solo pude elevarme de hombros porque el hambre no me deja concentrarme en otra cosa que no sea comida.

Tomé una lata que parece tener frijoles y sin pensarlo, la abrí para tomar un cubierto y sentarme a lado del pelirrojo apoyando mis codos en la isla de la cocina. No soy amante de los frijoles, pero aún así están ricos.

¿Tanta hambre tengo así?

-¿Tienes hambre? -preguntó elevando una ceja.

Llevé la mirada a la lata y en menos de cinco minutos ya estaba vacía.

-¿Se nota? -pregunté con la boca un poco llena, haciendo que él ría.

-¿No te han dicho que no debes hablar con la boca llena? -pregunta mirándome algo divertido, mientras no pude evitar reír- Debes corregir eso, sino las personas a tu alrededor tendrán asco de ti.

Miré sobre mis hombros como si buscara algo y al tragar la comida, lo observé y sonreí.

-Ufff... Que bueno que no hay ninguna persona cerca ¿No? -pregunté haciendo que este ahogara una risa y volteara a verme.

-¿Me has llamado animal? -rió e hice lo mismo dándome cuenta de que a diferencia de Sebastián, él es más divertido.

"Más sexy también, eh"

-No he dicho eso, pero si ese es el concepto que tienes de ti, pues ahí si no puedo hacer nada, amigo mío-reí al son de él y arrojé la lata en el bote de basura para dirigirme a la salida, pero me detuve en seco.

¿Será buena idea lo que pasa por mi cabeza?

-¿Te inconmodaría si te pregunto quién eres exactamente?

Apartó inmediatamente la mirada de la carta y me observó de reojo. Es como si tratara de leer en mi mente mis verdaderas intenciones, pero solo permanecí allí en silencio esperando que no salga con una de las de Sebastián.

Fragmented: Secretos No Revelados © [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora