[ 8 Masoquista 💜]

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Era viernes después de una larga y tediosa semana de trabajo y escuela, por fin era viernes, hoy varias chicas de mi salón y yo acordamos ir a un club muy exclusivo, legalmente ni yo ni Charlotte podemos entrar a ese lugar y las chicas de nuestro salón menos —pero que importa solo será está noche. —Pensé mientras guardaba mis cosas, hoy me iría con Charly después de clases, ya que uno de los motivos de ir a ese club era festejar su cumpleaños.

—Kurai dormirás hoy en casa de los shinomoto, no es así.

—Si.

—Deseale de mi parte felíz cumpleaños a la pequeña Charlotte, toma es para tu amiga. —Mi hermana me ofreció una caja pequeña de brillante envoltura.

—Claro hermana. —Me despedí y salí como rayo de la mansión, ni siquiera desayuné. No quería tentar mi suerte y que Mayu se pusiera con sus suspicacias y mis planes de ir a ese club se esfumaran.

Tomé unos cuadernos que casi olvidaba, los abracé a mi pecho, mientras corria, eran de Charlotte y si los olvidaba, no me volvería a prestar sus apuntes y eso no podía pasar.

Iba tan distraída y no me percate que había alguien caminando, frente a mí y me lo terminé tropezando cayendo de sentón al suelo.

—¡Auch! —fue lo que salió de mis labios, los cuadernos cayeron desparramados por doquier—, ¡Me dolió! —miré hacia arriba pues la persona que me tropecé, no había caído de sentón como yo.

—Taiki Kun yo bueno yo...

—Si Kuri chan lo sientes, ya estoy adaptado, a tus estrepitosos recibimientos.

—Toma. —Yaten que no había dicho nada entregó los cuadernos que cayeron regados por la embestida de Kurai, la pelinegra recibió los cuadernos sonrojada de la vergüenza.

—Gracias y de verdad lo siento.

—Si lo sabemos pequeña ahora vete o llegarás tarde. —Dijo el albino con una sonrisa cómplice, la morena hizo una reverencia, con sus mejillas aún coloradas por la vergüenza; se despidió apresurada y siguió su camino.

—Que se me hace que Kurai tiene una travesura entre manos. —Dijo Yaten entregando un flayer a su compañero de coleta castaña. Tomó el papel con la mano en su mentón de manera pensativa Kurai no parecía ser de esas chicas rebeldes. Que van a clubes  nocturnos es solo una niña pensó el muchacho.

—Es ese el club donde tendremos una presentación hoy ¿Verdad?

Taiki solo asintió como respuesta, ante la pregunta de su amigo.

•••

Afortunadamente no llegue tarde a clases, corrí hacia Charlotte sentandome en mi asiento frente a ella, extraño ella siempre estaba feliz de celebrar su cumpleaños, está vez no era la alegría andante.

Charlotte abrió sus verdes ojos, sorprendida por el pequeño cupcake y el obsequio en su mesa. —¡Feliz cumpleaños francesita! —abrace con tal fuerza a mi amiga que casi la tiro de la silla.

—Gracias Kuri chan. —Dijo mi amiga con una sonrisa, abriendo el obsequio de mi hermana resultó ser una playera con un osito tejido. La rubia dió una mordida a su cupcake suspirando de gusto los dulces al igual que para mí también, eran el delirio de mi amiga.

—¿Estas lista para lo de esta noche? —preguntaba Charlotte cambiando de tema.

—Si ¿Estás segura de querer ir? —si sabía que mi amiga no era de hacer estas cosas, pero era mi amiga y si ella quería celebrar su cumpleaños en ese lugar yo no se lo iba a impedir.

—Si —respondió la rubia mirando por la ventana, con ambas manos en sus  mejillas—.Quiero embriagarme.

Las clases seguían su curso, todo era como siempre el tiempo parecía ir más lento de lo normal, me sorprendió un texto al ver la pantalla y leer de quién venía aquél mensaje en mis mejillas se sentía un repentino calor.

Siempre Has Sido Tú 💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora