[ 23 Final De Una Mentira 💜]

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Tenía tres días de haber salido de la clínica, debía   guardar reposo para mí era por demás incómodo mi actual situación; es decir se supone que yo trabajo para la señora Setsuna. Ahora ella cuida de mi y contrató más personal para atender a Selene y también a mí esto era extraño. Por no decir otra cosa.

—Kuri, Kuri —llamó Selene, sacándome de mi mar, de pensamientos—, quero helado.

Acariciaba su coronilla pelirroja, Selene seguía una dieta estricta y el helado, era uno de sus postres favoritos y a la vez prohibidos. Estaba por decirle que no pero la pequeña abrió sus ojos suplicantes, por un poco de helado y francamente no podía negarme a ese par de gemas  de zafiro.

—Esta bien pero solo por esta vez, pequeña tramposa.

Tomé a Chibichibi en brazos, para llevarla a su silla, pero la enfermera nos vió y pegó un grito al cielo, por verme sostener a la niña.

—Señorita debe tener cuidado, tiene prohibido hacer cualquier esfuerzo, es  más no debería estar de pie. —Reprendió la mujer vestida de blanco aproximándose a Kurai.

—Estoy cansada  de estar en la cama señorita Amber, además cargar a Chibichibi no supone esfuerzo...

—Pues te equivocas niña, este tiempo es crucial para tí, si no haces bien las cosas podrías perder tu embarazo.

Me quedé congelada ante las palabras de la enfermera, la señorita Amber tomó a Selene de mis brazos. Me sentía pésimo mi bebé aún no nacía y ya lo estaba poniendo en peligro.

—¿Ocurre algo? —cuestionaba Setsuna que acababa de entrar a la cocina.

—No nada señora, disculpe no me siento bien. —Salí de la cocina sintiéndome la peor mierda de todas.

•••

Tenía poco de haber despertado, sentí el sonido de la puerta abrirse, luego alguien se sentó a la cama.

—¿Estás despierta?

—Si Señora Setsuna ¿Qué desea?

—Yo solo deseo que estés bien Kurai —dijo la morena con una sonrisa—, Amber me contó lo sucedido hoy.

—Yo, es decir..., No sabía —mis ojos comenzaron a derramar lágrimas, una trás otra últimamente, no me reconocía—. Yo no sabía mi situación, de haberlo sabido no habria sido tan...

Setsuna negó tomó las manos de la pelinegra, entre las suyas —Escucha Kurai no debes culparte si, tu única tarea es cuidar de ti y de ese pequeño —tomo una bocanada de aire, lo que iba a contarle a Kurai le removía recuerdos no gratos—. Tú estás pasando por algo que yo ya viví.

No entendía las palabras de la señora Setsuna, pero algo me decía que tenía que ver con sus pérdidas.

—Kurai  la familia Chiba, tiene una composición química complicada, es algo peculiar y un porcentaje muy reducido de las personas lo tienen.

—¿Ah? —no entendía nada de lo que me contaba  la  señora Setsuna—, disculpe no quiero parecer ignorante pero no entiendo nada de esto que me está contando.

—Te haré un pequeño resumen linda —dijo con una amable  sonrisa—,  te contaré esto porque a fin de cuentas, el bebé que esperas es de Seiya, verás el que Unazuki y yo hayamos tenido dificultades para concebir no es simplemente casualidad, aparentemente los embriones de la familia Chiba pocos logran llegar a siquiera convertirse en fetos, en cuanto la fecundación comienza el sistema inmunológico femenino, no asimila bien lo que está dentro y lo toma como un ente extraño y lo deja libre.

Siempre Has Sido Tú 💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora