[49 Día Diferente💜]

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Llegué temprano a casa, quería sorprender a los chicos con un rico postre al regreso de la escuela, todo esté tiempo Seiya y yo por el asunto de Usagi y Chibiusa no le hemos dado la suficiente atención a nuestros niños.

Al entrar al departamento me sorprendió no encontrar a Sora, el lugar estaba en absoluto silencio, pero un aroma venia de la cocina.

—Huele delicioso, algo quemado pero aún así delicioso.

Al entrar a la cocina me encuentro a Seiya con mi delantal puesto sacando una bandeja del horno.

—Hola —dijo el pelinegro al darse la vuelta, no esperaba verla por lo menos no tan pronto quería sorprenderla, su idea era llamarla en cuanto todo estuviese listo—. No te oí llegar Kurai.

—Ya pude darme cuenta, yo tampoco esperaba verte aquí tan temprano. No tenía citas en la tarde y quería venir temprano a casa. —Miré el desastre en mi cocina, quería matarlo pero una parte de mi gritaba, «cálmate y deja que todo fluya» me dije controlando mis ganas de ahorcarlo.

Él miró como su esposa miraba a  su alrededor, notó que  el lugar estaba hecho un caos y Kurai amaba su cocina, siempre estaba pulcra y todo en su lugar, pero ahora parecía que los mellizos estuvieron jugando en ella.

—No me mires así, te aseguro que limpiare todo esto, te lo prometo nena. —Dijo nervioso dejando la bandeja en la mesa.

—Más te vale que así sea Seiya.

—Ya casi está listo el almuerzo, no es tan rico como el que tú haces pero nena me esforcé. —Dijo el rubio sirviendo una copa de vino a la pelinegra.

—Pues todo esto se ve delicioso, ¿En qué restaurante lo pediste? —pregunté cómo broma.

—Kurai me ofendes —dijo él con un fingido y exagerado tono de indignación en su voz—, yo preparé todo lo que ves aquí.

—Vale, vale te creo rey del drama ¿Y por cierto dónde están los niños y Sora? —pregunté al no escuchar ruidos en la casa.

—Los mellizos y Selene están en casa de Michiru, Selene dijo que su amiga haría hamburguesas y Sora tiene el día libre.

—¿Y tú no deberías estar en el hospital? —pregunté tomando un poco del vino que Helios me acababa de servir.

—Kurai haces muchas preguntas, pero respondiendo a tu interrogatorio hoy quería hacerte está pequeña sorpresa, ya que últimamente no hemos podido compartir mucho. —Dijo el rubio tomando asiento.

—Han pasado muchas cosas Seiya, pero gracias al cielo ya la pesadilla terminó.

Seiya tomó la delgada mano de Kurai, lentamente se acercó a ella hasta juntar sus labios en un tierno beso.

La cercanía de Seiya me tomo por sorpresa,  correspondi gustosa su afecto al mirarme en ese par de lagunas color zafiro todo perdía sentido y solo me quedaba dejarme llevar.

—Te amo —musitó él rompiendo el beso—, eres la luz en mi basta oscuridad.

—Yo también te amo Seiya, no pensé que terminaramos nunca así —besé sus labios nuevamente ahora era yo la ladrona de besos—, pero ahora entiendo porque nunca saliste de mi corazón. —Dije tomando la mano que Seiya tenía encima de mi mano. No sabía si era destino o casualidad pero no me arrepiento de nada.

—Kurai quería hablarte de algo x no sé cómo vas a tomarlo y tampoco es algo definitivo, pero debo hacerlo.

—Habla ya que me estás asustando.

—Bueno nena Mamoru y yo decidimos asumir la dirección en conjunto del grupo Chiba, la histérica de Neherenia insistió en que debemos estar al pendiente de todo, no quería pero Neherenia está enferma y mi hermano y yo solo queremos que ella descanse.

Siempre Has Sido Tú 💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora