[25 Una extraña convivencia 💜]

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Antes de empezar lamento la tardanza, no he tenido tiempo y escribi y borre este capítulo como tres veces, no me gustaba en fin disfruten la lectura.

Desperté temprano, Selene despertó llorando. Tome a la pequeña en brazos para que se calmara. —No llores nena aquí estoy si.

La puerta se abrió dejando ver a Seiya, el cual solo traía unos boxer negros.

—¿Por qué llora? —pregunto el pelinegro, acercándose a la cama.

—No solo desperto confun... —Al darme la vuelta, la oración no terminó de salir de mis labios. Pues lo que ví me había sobresaltado ahí trás de mi estaba Seiya en boxers negros-. ¡Oye vístete! —pedí cerrando mis ojos.

Parpadeó un par de veces confundido, la pelinegra cerraba sus ojos colorada como una fresa madura. —Si disculpa.

Fue al closet y sacó un jogger negro y una camiseta gris, se vistió y regresó con la colorada pelinegra.

—Lo siento yo...

—Se más cuidados Seiya recuerda, ahora vives con una niña. —dije molesta con su falta de tacto.

El pelinegro miraba inexpresivo a la chica, luego comenzó a reír a carcajada —Selene es aún muy pequeña Kurai y si es por ti, no estoy mostrando nada que no hayas visto antes. —Dijo encogiéndose de hombros.

Me levanté pasando por un lado, evitando su mirada «idiota disfruta incomodarme», me encerré en el baño.

Pensó en tocar la puerta y preguntar cómo estaba, pero desistió al ver a Selene mirándolo fijamente, agarrada a sus piernas.

Tomó a la niña en brazos, para ir a la cocina y ver que desayunar.

—Almenos creo que tengo para hacer hotcakes.

•••

Luego de darme un baño y alistarme, salí de la habitación un aroma dulzón invadió mis fosas nasales, al llegar a la cocina, vi a Seiya dar de comer a Chibichibi. Aquel cuadro me pareció de lo más tierno no dejaba de preguntarme si él era capaz de cuidar de Selene.

Por otro lado me preguntaba, en cuál sería su reacción si se enterase de mi embarazo «¡Estás loca Kurai en qué carajos piensas!»

—Oye ¿Vas a quedarte toda la mañana ahí parada, o vienes a desayunar? —preguntó Seiya, dando vueltas a un par de hotcakes.

—¿Eh? —sacudí aquel enjambre de pensamientos sin sentido—, si voy a desayunar.

—Genial —el pelinegro sirvió en un plato, una pequeña pila de hotcakes como toque final lleno de miel a los hotcakes—; provecho no están muy bonitos pero están deliciosos, verdad pequeña. —dijo haciéndole caras a Selene, para hacerla reír.

—Gracias —tomé asiento, pero frente a mi había un plato, con al menos seis hotcakes—. Creo que serviste mucho con dos o tres, bastaba.

Tragó y tomó un trago de café, miró a la pelinegra frente a él.

—Kurai necesitas comer, estás más delgada que cuando te fuiste. —dijo metiéndose otro bocado de su desayuno.

«Enserio estoy tan delgada, y él lo notó», creo que no soy tan invisible como creí.

—Estas pálida como hoja de papel, y muy menuda, pareces fantasma. —dijo dándole un bocado a Selene de hotcake—, escucha necesito alistes a Selene ya que...

El timbre sonó dejando a Seiya con la oración a medias.

—Yo voy.

Antes de levantarme, sentí mano algo en mi hombro, que impidió levantarme.

Siempre Has Sido Tú 💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora