MI KARMA ** MI KARMA II

Capítulo 2.17

- Por qué mientes, Pete?!!. - Ae muy enojado aventó la copa estrellándose en varios pedazos.

Pete observó los vidrios esparcidos por el suelo sin decir nada, después volteo a ver la cara de Ae que se encontraba molesto.

- Mentir? - preguntaba sin comprender lo que pasaba.

- Sí!! ... En este momento me estás mintiendo.- su voz sonaba fuerte

- A que te refieres? - dijo Pete serio, comenzaba también a sentirse molesto e incómodo.

- A que no fuiste con unos clientes como dijiste!! ... en realidad estuviste con Tin!.

- Cómo lo sabes? - dijo extrañado Pete.

Ae caminaba de un lado para otro controlando su enojo. - Lo vi con mis propios ojos cuando te reuniste con él. - mientras hablaba veía a Pete con el ceño fruncido.

Pete lo veía consternado, - si estuviste ahí, por qué no te acercaste?

Ae no supo que decir, no podía decirle que lo había seguido - y para qué?, Para interrumpirlos en su plática donde te veías muy feliz.

- Que insinuas?,

- Pete! Es obvio que le gustas, acaso no te has dado cuenta?. - Pete no dejaba de verlo.

- Estás celoso de mi amigo?.

- Porque no habría de estarlo cuando sé que el te quiere apartar de mi lado, no ha perdido ningún momento desde que llegó para estar contigo, es por eso que te seguí al ver qué no tenías tiempo para mí - Ae se dio cuenta de lo que había dicho cuando vio el cambio de sorpresa en la cara de Pete.

- Me has estado siguiendo?, Tanto dudas de mí?. - Está vez su voz sonaba temblorosa y a la vez estaba molesto.

- Pete!. Yo ...

- No!, No digas nadamas ... Ahora veo que no tienes ninguna confianza en mi. - Tomo su saco y las llaves de su coche.

Al ver eso Ae dijo hablando fuerte. - Creo que merezco una explicación!!. - Pete volteo a verlo con tristeza.

- No!. ... No te daré ninguna explicación de nada, si eso es lo que piensas no tiene caso seguir aquí.

- Pete!!.

Sin decir nadamas él salió con rapidez, sus ojos estaban rojos a punto de quererle salir las lágrimas.

Ae salió sin llegar a alcanzarlo, el elevador ya había cerrado sus puertas y solo se quedó parado observando como los números se marcaban al bajar. Se preguntaba si en verdad estaba equivocado o si Tin estaba usando bien sus cartas.

Toda la noche se la paso pensando y extrañando a Pete, después de tanto tiempo nuevamente estaba solo. Sus celos eran más fuertes, no quería perder a Pete y su amigo había venido a revivir heridas. Pensaba que está vez podría ganar la partida por lo que no se daba cuenta de que podría estarse equivocándo.

Al siguiente día investigo la dirección de Tin y fue buscarlo hasta su casa.

Tin tenía un departamento, ya que apenas había cumplido la mayoría de edad se independizó de su familia y desde entonces vivía solo. Cuando escucho que tocaron salió a abrir la puerta aún arreglándose el saco, lo que menos imaginaba era ver a Ae parado en la puerta.

- Tú?.

Sin más Ae lo tomo del cuello y lo metió arrinconandolo en la pared - Sí ... yo!.

No dijo nada solo lo veía a los ojos retandolo. Así estuvieron por un rato. - Ahora puedes decirme, por qué vienes a mi casa a hacer alboroto?.