Capítulo 6. ✓

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ʀᴇᴄᴜᴇʀᴅᴏs, sᴇɴᴛɪᴍɪᴇɴᴛᴏ ʏ ᴄᴏɴғᴇᴄᴄɪᴏɴᴇs.

𝐸𝑑𝑖𝑡𝑎𝑑𝑜.


El regreso a casa fue silencioso, lo único que se escuchaba era el sonido de nuestras respiraciones, no quiso poner música y tampoco me dejó hacerlo. Estaba actuando más raro de lo normal y eso que su actitud en general es rara.

Miro por la ventana y recuerdo la conversación con Carter en la fiesta, una pequeña lágrima rueda por mi mejilla, la quito antes de que el bipolar a mi lado pregunté algo. Saco el teléfono de la chaqueta y veo que no hay notificaciones. Carter ni siquiera se preocupo en escribirme o llamarme otra vez.

Suspiro pasando la mano por mi cara, no puedo creer que ni siquiera se preocupara en hablarme, me duele pensar en que probablemente se rió de todo lo que dije, estaba en mi momento más vulnerable y a él le dio igual.

El hace un par de meses me había hecho creer que sentía lo mismo, pero no era así, solo me ilusionaba y me usaba para el sanar, solo quería una persona que le dijera que lo quería, que era lo mejor... Sin el dar nada a cambio, así es el amor, es ciego, es duro. Nos entregamos a la otra persona sin estar seguros de lo que pasara, pero rezamos porque esa persona sepa cuidar nuestros sentimientos. No llegue a enamorarme de el o eso es lo que creo, pero si le tome muchísimo cariño, se había vuelto especial para mí y se aprovecho de eso.

Carter nunca llegó a dar ese paso donde nos besábamos o así, decía que por el momento estuviésemos como "amigos", amigos que se trataban como pareja, que se daban cariño. El siempre supo lo que sentía y le dio igual, sabía que yo no decía "Te quiero" a cualquiera, muy rara vez se lo decía a alguien.

Suelto un sollozo sin ser consciente, mi cara esta húmeda, no me había dado cuenta que estaba llorando... Rezo porque el psicópata bipolar con complejo de gato, no me haya escuchado. Me paso la mano por la cara, quitando las lágrimas que se me escaparon sin ser consciente de ello.

- ¿Blair?

- ¿Mm?

- Si quieres llorar hazlo, si tienes que desahogarte hazlo, haz lo que tengas que hacer para soltarlo...- Dice con un tono tranquilo, suspira y me mira por un segundo de reojo.- No te preocupes por mi presencia, no te juzgaré, nunca lo haría. No te voy a preguntar la típica mierda de: ¿Estás bien? Cuando es obvio que no. No tienes que decirme, ni explicarme, solo desahógate llorando o hablando, como quieras.

- Gracias...- Es lo único que logró decir y el parece entenderlo, solo asiente y yo recuesto mi cabeza en la ventana.

Llegamos a casa, cuando logró bajar de la camioneta, mis piernas flaquean y cuando estoy a punto de caer, Harrison me toma de la cintura evitando que abrace el piso de manera única.

- Blair, en serio, ¿Cuánto tomaste?

- No lo recuerdo, se que el último fue mucho más vodka que limonada.- Arrastro las palabras y le dedicó una sonrisa angelical.

Niega con la cabeza con una sonrisa en su rostro y luego me ayuda a llegar hasta la puerta de su casa.

Llegamos a la habitación de arriba donde me cambie, el quita la caja de la cama y la deja en una silla blanca que hay en la habitación.

- Acuéstate y duerme, Blair.

Hago caso a lo que él dice y me dejó caer en las sábanas, el se sienta en una esquina de la cama y pone su cara entre sus manos. Y yo solo pienso en acércame, lo quiero cerca. Me siento a su lado y este lo nota, me mira como si no entendiera que estoy haciendo y sin más estampó mis labios con los suyos. Después de unos segundos el beso es correspondido, es un beso lleno de sensaciones nuevas para mí, no sabría explicarlas. Sus labios son suaves y cálidos, el beso es todo lo que está bien en el mundo. Harrison se separa bruscamente de mi cara y yo solo hago un puchero, sin entender porque lo ha hecho.

El gran engaño (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora