Capítulo 22.

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¿ᴍᴇ ʀᴇᴄᴜᴇʀᴅᴀs?


El día de ayer transcurrió con tranquilidad, los chicos me trajeron dulces y esas cosas, Jared se encargó de traerme cremas y un peluche.

Jared nos contó que se irá en una semana a New York, para ir preparando las cosas, las clases comienzan en un mes pero en insistió en ir antes, no se que haré sin el chico de las mil cremas aquí, me jode un poco que haya tomado esa decisión por lo que pasó entre nosotros, pero supongo que cada quien sana de diferentes maneras, aunque dijo que cuando lo necesite, le escriba sin importar la hora.

Harrison y yo tendríamos una "cita" hoy, dijo que tenía muchas cosas que enseñarme pero que iríamos poco a poco. Ahorita nos encontrábamos desayunando para luego ir al primer lugar al que me quiere llevar, un lugar que según él tiene muchos recuerdos y muchas respuesta.

- ¿Estás preparada para lo que pase?

- Me das miedo, Blake.- Digo al ver lo emocionado que está.

- Será un gran día, Blair, lo presiento.- Dice con una gran sonrisa en su rostro. No puedo evitar sonreír al verlo así.

Terminamos de desayunar en silencio, Harrison no dejaba de ver algo en su teléfono en todo el desayuno y eso me ponía los nervios de punta. Recogimos todo y lavamos los platos, para luego secarlos y guardarlos.

Tome un bolso que Harrison había preparado para mí y no me dejó ver qué metía en el.

- ¿Lista pequeña espanta personas?

- No.- Harrison rueda los ojos y sonríe. Con tan solo su sonrisa es capaz de hacerme cambiar de opinión.- Estoy lista, gran psicópata.

Dios que cursi.

Digo para mis adentros por los pensamientos que tengo con tan solo verlo sonreír.

- Pues vámonos...- Me ve poner el bolso en mi hombro para luego tomar las muletas e ir con el.- Espera, te llevo yo.- Y antes de que pueda responder el gran idiota me está cargando.

- Que no se te haga costumbre, Harrison.

- ¿Quieres que te baje?- Dice bajándome un poco, pero yo niego y el suelta una carcajada.- A la que se le está haciendo costumbre es a otra...

- Calla, que estoy malita.- Digo fingiendo estar adolorida.

- Y así no lo estés, para mí nunca será molestia cargarte como una princesa.- Dice en un susurro, parecía más un pensamiento.

- Aww.- Veo como Harrison se sonroja y ahí compruebo que lo había pensado pero lo dijo en voz alta.- Te ves tierno sonrojado, me gusta más cuando tú te sonrojas.

- Puedo hacerte sonrojar también, Blair, no me tientes.- Dice con una sonrisa y yo... Bueno yo me sonroje.
¿Por qué? Por verlo a el así, por pensar en como me trata... Por ser el.- Joder, ya te sonrojaste y no he dicho nada. Qué ternura.- Suelta una carcajada y yo golpeó su pecho.

El me deja dentro del auto y luego da la vuelta, para montarse en su asiento y así ponernos en marcha.

Reconozco la vía, es hacia el campamento kawabonga, a dónde me llevo aquel día en su camioneta. Frunzo el ceño y recuerdo lo que dijo ese día «¿Aun no recuerdas nada?», sigo sin recordar nada y me frustra, ¿Qué se supone que debo recordar?

Llegamos al campamento y hay una señora esperando en la entrada, miro a Harrison y él solo sonríe, baja del coche rápidamente y me ayuda a bajar, me da las muletas y empezamos a caminar hacia la señora, la cual al vernos nos sonríe.

El gran engaño (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora