Capítulo 23.

163 14 5
                                    

ɴᴏ ᴘᴏᴅʀɪ́ᴀ ᴏʟᴠɪᴅᴀʀᴛᴇ ɴᴜɴᴄᴀ...

Salimos del campamento con lágrimas en nuestros ojos, ambos llorábamos de felicidad, yo porque recordé cosas de mi niñez y parte de mi adolescencia que había olvidado y él porque logre recordarlo.

Una vez en el auto, empezó el interrogatorio, me recosté a un lado del asiento mirado hacia el y él hizo lo mismo, sabe lo que se viene.

- ¿Por qué no me lo dijiste antes? Siempre pensé que bromeabas...

- Quería que me recordarás tu sola, como lo hiciste con Evelyn, pero no fue así...- Dice mirándome con una pequeña sonrisa ladina en sus labios.- Preferí traerte aquí y que lo descubrieras tú.

- Ahora entiendo porque te tenía confianza sin conocernos o bueno eso pensaba yo.- Digo al recordar las veces en las que confíe en Harrison sin siquiera pensarlo. El asiente y sonríe.- ¿Cómo pude olvidarte?

- Eso es algo que no puedo responder, deberás hablarlo con tu madre.- Dice Harrison, su semblante se vuelve serio y yo frunzo el ceño.

- Vale, ¿Cómo supiste donde vivía?

- Ya había estado en tu casa cuando éramos pequeños.- Dice encogiéndose de hombros.

- ¿Y por qué no me buscaste antes?

- No podía hacerlo, nos mudamos y mi madre decía que ustedes también lo habían hecho...

- ¿Y cómo supiste que no era verdad?

- Me lo dijo mi madre hace un par de meses, cuando enfermo.- Responde haciendo una mueca, cuando ve que voy a volver a preguntar algo se apresura a hablar.- Te estuve observando por un tiempo para comprobar que eras tú, la chica de la que estaba perdidamente enamorado desde mis 16 años, la chica que me gustaba molestar cuando éramos unos críos...

- ¿Por qué te lo dijo después de tanto?

- Porque yo vivía preguntando por tí después de tanto tiempo... Recuerdo que mi padre antes de morir me pidió que me olvidará de ti porque sabía que ya tú lo habías hecho.- Dice sonriendo débilmente.

- ¿Por qué no lo hiciste?

- No podría olvidarte nunca, aunque lo quisiera, no podría.- Dice tomando mi rostro entre su mano izquierda, acaricia mi mejilla con su pulgar.- Me sentía bien contigo, me gustaba ver cómo te molestabas cuando tocaba tus cosas sin permiso y tarde en comprender que me gustabas tú en general.

- ¿Cuando te diste cuenta de que te gustaba?

- Me di cuenta a mis 16 años, el año que no fuiste al campamento, estar ahí no tenía sentido si no estabas tú, me desesperaba al saber que no te vería más.

- Lo siento.- Sé que no es mi culpa haberlo olvidado pero me rompe el corazón verlo así, me siento mal por no poder saber con exactitud todo lo que hicimos de pequeños o si tenía sentimientos hacia el.

- No es tu culpa pequeña espanta personas...- Aún sigue acariciando mi mejilla y me mira con un brillo en sus ojos, es algo que no logro descifrar.- Tampoco diré que después de no saber de ti fui un santo y creo que pudiste notarlo en la fiesta...

- Joder Harrison, tú sí que sabes arruinar momentos.- Digo rodando en los ojos, no quiero recordar cómo besaba a Harper en esa dichosa fiesta. Harrison suelta una carcajada y me mira con su ceja arqueada.

- ¿Celosa?

- Tus nalgas.

- Superalas.- Dice sonriendo, acuna mi rostro en sus manos y acerca su rostro al mío, siento su respiración y sus ojos están tan cerca de los mios que puedo apreciar mejor el color de estos, tiene pequeños reflejos verdes, los cuales son hermosos.- No estés celosa, soy totalmente tuyo...- Antes de que pueda responder el me besa, hay necesidad en ese beso, hay amor... Y ahí están mis explosiones otra vez, siento que tengo miles de fuegos artificiales dentro de mí cuando el me besa.

El gran engaño (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora