Capítulo 34.

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ʟᴀ ᴜɴɪᴠᴇʀsɪᴅᴀᴅ...

Harrison y yo nos quedamos dormidos en el sofá, después de hablar por horas sobre la vida. Escucharlo divagar es algo que realmente amo, es como escuchar tu canción favorita en bucle... Escucharlo hablar de cualquier tema era arte sin más, me gustaba escucharlo, Harrison lograba llamar mi atención de mil formas que no comprendía... El hacia que hasta el tema de conversación más aburrido del mundo, fuera el más interesante para mí.

Hoy vendrían los chicos a casa, Oliver estaba emocionado por poder quedar con todos sin que yo no estuviera y así poder hablar con todos sobre cómo piensa proponer matrimonio a Kate. Solo llevan 6 meses juntos y ya hay planes de boda, esto es muy loco. Aunque yo soy la menos indicada para decir que es loco, salí con Harrison cuando aún no lo recordaba y bueno... Mi vida no es la más normal. Lo único que si sé, es que me alegro mucho por el, espero que sea feliz con Kate y Kate con el, ambos se merecen felicidad...

Harrison se encontraba haciendo el almuerzo, ya que nos despertamos muy tarde para desayunar, es la una de la tarde, los chicos llegarán en tres horas y desde que me desperté me he estado preparando mentalmente para ello, siento que soy mala amiga, pero últimamente no me provoca socializar y mucho menos después de haber leído la carta que mi tía dejo para mí, esa carta me dejó mal. Y Aunque Harrison se ha encargado de alegrarme un poco, esa sensación de vacío no se va por completo.

- La comida está lista.- Dice Harrison sonriendo, me tiende mi plato y me hace una señal para que vaya a la sala.- Ve y busca una película o algo, yo serviré la bebida e iré para allá.- Asiento y me dirijo a la sala, dejo el plato en la pequeña mesita que está al frente del sofá.

Tomo el control del televisor y empiezo a buscar películas, no se qué poner y para ser sincera no quiero poner ni de terror ni de romance, para terror mi vida y para amor, Harrison. Opto por poner una película de Disney, Monster, Inc. Me gusta esta película, tal vez no sea mi favorita pero recuerdo que me gustaba cuando era pequeña, además de que fue la primera en salir.

- ¿En serio?- Dice Harrison soltando una carcajada al ver la película que he puesto.

- ¿Qué pasa?

- Siempre veíamos esa película de pequeños, yo siempre pensé que eras Boo.- Dice riendo, se sienta a mi lado y pone los dos vasos de jugo en la mesita.- Aunque ahora que lo pienso eres mas como Roz.- Dice soltando una carcajada y yo lo golpeó con el cojín que está a mi lado.

- Boo es aceptable... Pero Roz... ¿Me ves como Roz?- Digo y hago una mueca involuntariamente.

- Eres amargada como Roz...- Dice soltando una carcajada.

- Entonces tu eres Randall.- Digo cruzandome de brazos.

- ¿Qué? ¿Cómo que Randall?

- Eres cruel como el.

- Venga ya, si soy un amor.

- Un amor al estilo Waternoose.

- ¿Ahora soy Waternoose?

- Sí.

- ¿No puedo ser Sullivan?

- No, Sullivan es un amor, tu... Tú eres un monstruo.

- ¡El también!

- ¡Pero es uno tierno y bueno!

Nos empezamos a reír como unos desquiciados, parecemos niños chiquitos peleando por sus personajes favoritos. Harrison por un momento dejo de reír para mirarme, tenía una sonrisa en su cara y juro que no podía dejar de reírme porque me acordaba a un meme de Mike Wazowski, eso me hacía reír aun más, me empecé a ahogar de tanto reír.

El gran engaño (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora