ᴜɴᴀ ᴄᴏɴғᴜsɪᴏ́ɴ ᴇɴ ᴀᴜᴍᴇɴᴛᴏ.
Siento como una mano impacta en mi cara, haciendo que abra los ojos por el dolor. Carter me mira con una sonrisa ladina en su cara, mi cuerpo se estremece al verlo. Intento protegerme del próximo golpe pero estoy inmóvil, mis esfuerzos son en vano, al igual que el intento de hablar, no sale nada de mi.
- ¿De verdad creías que te librerías de mi tan rápido?
Veo por el rabillo de mi ojo y sigo en la habitación de la cabaña, totalmente sola, Harrison no está conmigo. El me dejó.
Las lágrimas ruedan por mis mejillas y sigo siendo incapaz de moverme.
- ¿Buscabas a tu salvador? ¿A cual de todos Stella? ¿Oliver? ¿Jared? O ¿Harrison? - Dice sonriendo, su sonrisa me aterra.- ¿En serio dejaste de quererme por esos tres imbéciles?
Intento hablar pero no salen las palabras de mi boca, es frustrante.
- ¿Qué ahora no sabes hablar? ¿Tienen que estar tus perros contigo para ser valiente?- Dice con notoria rabia en su voz.
Las lágrimas siguen rodando por mi mejilla. Siento como su puño vuelve a impactar contra mi cara, siento la sangre brotar de mi labio y lo único que puedo hacer es llorar, lo único que logra salir de mi son sollozos.
- Habla.- Dice propinándome otro golpe.
- Vete al demonio.- Mi voz por fin sale.
Carter me mira furioso y empieza a propinar golpes en mi cuerpo, no puedo moverme pero siento todo el dolor que causa
- !Ayuda!- Grito repetidas veces pero nadie me escucha, nadie viene por mí... Estoy sola.
Siento unos brazos rodearme y escucho una voz ronca a mi lado, la cual hace que me sobresalté y abra los ojos de golpe.
- Estoy aquí, cariño, estoy aquí.- Dije Harrison pegándome a su pecho y acunando mi cuerpo.
Una lágrima rueda por mi mejilla y no es de tristeza, es de felicidad porque sé que no me abandono, todo fue un sueño.
- Estás aquí.- Afirmó con notoria felicidad y sorpresa en mi voz.
- Y siempre lo estaré.- Dice dándome un pequeño beso en mi frente.
Me llevo la mano a mi cara al recordar el sueño y los golpes de Carter. Se sintió tan real que me aterra el simple hecho de pensar que él puede volver por mi.
- ¿Soñaste con el?- Pregunta Harrison al ver que toco toda mi cara.
- Sí.
- El no volverá a ponerte una mano encima, Stella, no mientras yo esté contigo.
Sus palabras me dan tranquilidad, pero me hacen pensar en cómo será cuando el vuelva a irse.
Escucho que alguien toca la puerta e inmediatamente se quién es; Jared.
Me siento en la cama y veo la hora en el reloj de la pared, son las ocho de la mañana, suspiró y miró a Harrison el cual tiene una sonrisa ladina en su rostro.
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El gran engaño (Sin Editar)
Genç Kurgu"Las personas más cercanas son las que más secretos guardan y más mentiras dicen..." La llegada de una nueva persona puede cambiar tu vida completamente, puede abrirte los ojos y ayudarte a comprender muchas cosas, pero hay personas que no siempre l...