El gran engaño (Sin Editar)

Capítulo 20.

ᴇsᴛᴀs sᴇɢᴜʀᴀ ᴀǫᴜɪ́.

Siento el miedo recorrer todo mi cuerpo, el sonríe con malicia y no con la misma malicia que lo hacen a veces mis amigos, no, la de él es diferente, es terrorífica.

- ¿Qué pasó Stella, te comió la lengua el gato?- Dice con tono burlón.

Corro hasta mí habitación sin pensarlo dos veces, escucho como el me sigue, cierro mi puerta lo más rápido que puedo, pero al instante me arrepiento de haber entrado a mi habitación, porque si Carter llega a entrar nadie escuchara mis gritos, ya que mi habitación esta insonorizada.

Empiezo a temblar, busco mi teléfono y maldigo al recordar que lo deje abajo. Voy hasta el balcón y pienso en saltar pero como tengo miedo a la altura, no lo hago. Rezo porque Harrison llegue rápido.

Empiezo a entrar en pánico al escuchar como Carter intenta romper la puerta, Harrison sigue sin llegar. Así que dejo mi miedo de un lado y me acerco al balcón para poder saltar, abajo de este hay unas piedras, así que supongo que será fácil intentar caer de pie, para salir corriendo.

Grave error.

Al intentar caer de pie sobre una de las piedras mi tobillo se dobló, haciendo que cayera al suelo con un dolor insoportable.

Escucho como Carter sale por mí balcón, intento esconderme pero el dolor puede conmigo, me inmoviliza. El ve hacia abajo y sonríe al verme sufrir por el dolor.

Sigo intentando huir pero me es imposible, solo puedo gatear hasta la acera y esto causa que raspe mis rodillas, ya que mi pantalón está roto en ese lugar. Empiezo a gritar para que alguien venga a ayudarme o por lo menos llame a la policía, pero nada.

Mi peor pesadilla se hizo realidad, estoy sola en mi peor momento y con la peor persona.

Y no solo estoy sola, me siento sola.

Lágrimas se deslizan por mí mejillas. Escucho la puerta de la entrada abrirse y ahí está el.

Este será mi fin...

Grito con fuerza con la esperanza de que alguien me escuche y llamé a la policía.

¿Harrison dónde estás?

Una vez dentro de la casa tira más fuerte de mi cabello para luego soltarlo y hacer que mi cabeza impacte con el suelo.

- ¿Por qué teníamos que llegar a esto?- Pregunta con ira.

- Estas enfermo.- Es lo único que logró decir.

Inmediatamente lo veo ponerse a mi altura y estampa su puño contra mi mejilla, luego siento otro puñetazo en mi costilla. Justo cuando iba a propinarme otro golpe, tocan la puerta de mi casa.

Carter hace una señal para que no hable, pero de igual grito pidiendo ayuda. El me tapa la boca e inmediatamente escucho a la persona tras la puerta.

- ¿Stella?- Dice Oliver con cierto tono de preocupación.

- ¿Tus perros no te dejan sola nunca?- Susurra Carter.

Oliver no hace nada para intentar entrar, pero lo escucho hablar a lo lejos.

Todo queda en silencio y doy por hecho que Oliver se ha ido.

- Ahora que el sarnoso se fue, ¿Donde quedamos?- Una sonrisa macabra adorna su rostro.- Ah, sí, ya recordé.