Capítulo 39.

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ᴇʟ ᴘᴇʀʀᴏ ᴀᴍᴀʀɢᴀᴅᴏ.

Estos días habían pasado con tranquilidad, no he recibido más amenazas y el único "peligro" es Alan con su venganza hacia Harrison el cual cumple años hoy. Estaba nerviosa por mi regalo, no sé si le guste y es algo que me aterra.

- ¿Todo bien?- Dice Kate a mi lado.

- Sí, ¿Por?

- Te has estado mordiendo las uñas desde hace una hora y no hablemos de cómo mueves tu pierna.

- Es por el cumpleaños de Harrison.

- ¿Qué pasa con eso?

- No sé si le gustará mi regalo.

- No jodas, a Harrison le gusta todo lo que tenga que ver contigo.

- Eso es mentira.

- ¿Ah sí?- Dice con incredulidad.- Dime una sola cosa que a Harrison no le guste de ti.

- Pues... No se, no estoy en su cabeza para saberlo.- Respondo pensando en sí Harrison alguna vez me ha dicho que no le gusta algo de mi... Pero no hay nada, así que digo lo primero que viene a mi cabeza.- ¿Mi personalidad?

- ¿Cómo que tú personalidad, pendeja?- Dice riendo y yo ruedo los ojos.- Si no le gustará tu personalidad no saldría contigo.

- ¿Cómo que no?

- ¿En serio Stella?- Su tono y su mirada incrédulas, como si no creyera lo que digo.- ¿Tu saldrías con Harrison si no fuera el Harrison que todos conocemos, o sea si fuera el mayor capullo del mundo y que su personalidad fuera una mierda?

- Pues... No.- Pienso en como Harrison sería como Carter, mi piel se eriza al pensar en el.

- ¿Ves? Nadie saldría con alguien si no les gustará su personalidad, porque puedes tener un cuerpo de 10, pero si tú personalidad es una mierda, no logras nada.

- Sí tienes razón.

- ¿Entonces que es lo que te preocupa con Harrison?

- Pues que no le guste el regalo, duh.

- ¿Tan malo es el regalo?

- No, o sea, es un libro, una sudadera de su banda favorita, la cual me costó un mundo conseguir y un vídeojuego que le gustó pero no lo ha podido comprar.- Digo enumerando las cosas con mis dedos y pienso en la carta que le escribí hace unos días.- Y bueno una carta que escribí hace unos días, pero no sé la daré, escribiré otra.

- ¿Por? Apuesto que de todo eso lo que más le gustará es la carta, ustedes son tan cursis a veces.- Dice riendo y yo no puedo evitar rodar los ojos.

- Por cierto vendrás a la fiesta, ¿No?- Pregunto recordando los planes de Oliver para hoy. Harrison quiso hacer su fiesta el fin de semana, ya que todos estamos hasta arriba de exámenes y Oliver aprovecho eso para pedirle matrimonio a Kate.

- Sí, Oliver me dijo que el pasará el día con Harrison y los demás, así que iré contigo, supongo.

- Claro, nos arreglamos juntas.- Mi sonrisa se agranda al pensar que todo está saliendo bien.- Aunque tengo que admitir que me da mucha pereza arreglarme, seguramente vaya en vaqueros y sudadera.

- De eso nada.- Dice apoyando sus manos a cada lado de su cadera.- Iremos a comprar algo y no acepto un no por respuesta.

- Vale, lo que tú digas.- Suspiro resignada y maldigo mentalmente.

Esto no estaba en los planes.

Kate y yo nos despedimos, ya que ella tiene el examen de matemáticas y yo tengo que presentarme con el director para hacer uno de los exámenes que se supone que era para la semana que viene pero el profesor no podrá hacerlo en esa semana así que, ¿Por qué no joderme la vida?

El gran engaño (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora