Capítulo 4.

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ᴀ ᴄᴀsᴀ ɴᴏ.

Después de alejarnos del coche de Carter, Harrison quito su mano de mi pierna. En mi mente seguían los pensamientos de miedo, sabía que no era buena idea subirme con el, no se porque le tome confianza si es un completo desconocido.

Veo por la ventana, miro los árboles y luego noto que estamos cambiando de rumbo, no estamos yendo a casa, incluso creo que estamos saliendo de la ciudad. Mis nervios se instalan nuevamente en mi sistema y es imposible no preguntarle a dónde vamos.

- Está no es la vía a casa, ¿A dónde me llevas?

- Haremos una pequeña parada en un lugar, relájate.- Su voz suena suave y relajada, me mira de reojo y sonríe. Esto hace que me ponga aún más nerviosa y me hace querer aventarme por la puerta, así que sin ser muy obvia al hacerlo acerco mi mano a la manija de la puerta y justo cuando la abro el evita que se abra con su mano y me mira con el seño fruncido.

- ¡¿Estás loca?!- Pregunta alterado.

- Solo déjame aquí, regresaré yo a casa.

- Espera a que lleguemos al lugar que quiero enseñarte.- Espeta este con seriedad. Me observa de reojo y vuelve a hablar:- No te haré nada, joder.

- Claro y confió en tu palabra.

- Pues es lo que te queda, no haberte subido a la camioneta, si piensas que te mataré. ¿Quién coño hace eso?- Dice con la mirada fija en la carretera y noto como le da al botón que se encuentra en la puerta a su lado, es la que pone seguro a todas las puerta e impide que los pasajeros puedan quitarlo.

Mierda.

- ¡Actúas como un psicópata!- Espeto molesta y este sólo rueda los ojos.

- Ajá, lo que tú digas.- Dice sin darle ninguna importancia a mis palabras.- Ahora cuéntame, ¿Como es que logras rodearte de idiotas?

- Lo dices por ti, ¿no?

- En este momento no hablo de mí.- Espeta con seriedad.

- ¿Entonces de quién?

- Oliver Williams y Carter Loncaster.

- ¿Por qué dices que son idiotas? Espera... ¿Conoces a Carter?- Pregunto sorprendida al escuchar como se sabe el apellido de Carter.

- Sí.- Espeta molestó.

- ¿De qué?

- De seguirte, seguramente.- Dice con notorio sarcasmo.

- Te odio.- Ruedo los ojos y luego veo por la ventana, un silencio incómodo se instala entre nosotros.- ¿Puedo poner música?

- Nadie te prohíbe.

Conecto mi teléfono al cable auxiliar que está conectado al reproductor de la camioneta y dejo mi playlist en aleatorio.

Pasan unos minutos hasta que suena Heathens de Twenty one pilots.

La canción llega a la parte que describe mi situación actual con el psicópata con complejo de gato, así que la canto.

- You'll never know the psychopath sitting next to you... You'll never know the murderer sitting next to you....

{Nunca conocerás al psicópata sentado a tu lado... Nunca conocerás al asesino sentado a tu lado...}

Harrison parece captar que me refiero a él al cantar esa parte y este sólo me sigue el juego cantando lo que sigue.

El gran engaño (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora