Capítulo 40.

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ᴇʟ ʀᴇɢʀᴇsᴏ.

Kate y yo pasamos casi toda la tarde en el maldito centro comercial, a mí no me gustaba nada y a ella le gustaba todo, estábamos por entrar en la última tienda que falta por ver. Estoy empezando a agobiarme por estar aquí. Nunca hice esto cuando estaba en la secundaria porque mi tía no me dejaba salir y por alguna razón hacerlo ahora, hacia que me sintiera rara.

- ¡Dios!- El grito de Kate me hizo sobresaltar, ella ya cargaba dos bolsas llenas de vestidos y otras prendas.

- ¿Qué pasa?

- Este te quedaría perfecto.- Señala un vestido rosa eléctrico y sin querer pongo cara de asco al verlo. El vestido es hermoso pero el color... No se, me repugna de solo verlo.- Por tu cara ya se la respuesta.- Empieza a reír y sigue viendo los vestidos.

- A ver el vestido como tal es bonito, pero el color no tanto, sabes que odio los colores así.- Ella asiente y yo me alejo para hacer el intento de encontrar algo bonito e irnos lo más rápido que posible.

Me alejo y voy al final de la tienda, veo cada vestido y mentiría su digo que son horribles, son hermosos pero no son mi tipo. Pasó por una fila de vestidos y los miro detalladamente, llegó al final de esta fila y ahí está el vestido perfecto. Es azul oscuro, descubierto por la espalda y a los costados de la cintura, un escote en V profundo, ajustado en la parte de arriba y suelto en la parte de la falda con varias capas en esta. Es aterciopelado en la parte de arriba y al final de la falda tiene una tira aterciopelada. Es perfecto.

- WoW.- La voz de Kate me saca de mis pensamientos, volteo y está viendo el mismo vestido que yo.- Sin duda ese es tu tipo.

- Sin duda.- Afirmó. La veo sonreír ampliamente.

- Pues ya tenemos al elegido, se que te verás hermosa en el.- Sonrió al escucharla y cuando pienso en decirle algo, ella ya está llamando a una de las trabajadoras para que nos ayuden a buscar la talla.

Salimos del centro comercial una vez que pagamos y nos dirigimos a casa para arreglarnos, llame a Harrison un par de veces pero no contesto, le escribí y tampoco hubo respuesta, empezaba a preocuparme porque él no es el tipo de persona que desaparece y no da señales de vida. Le escribí a Oliver y a los demás pero nada, no hubo respuesta de ninguno. Allison estaba viniendo con Jared de New York, este se negó muchas veces a venir, hasta que Oliver hablo con el, nunca sabré que fue lo que le dijo para que cambiara de opinión, pero funcionó, Allison se ofreció a buscar por si luego se arrepentía de venir.

Ya nos encontrábamos en casa, Kate se fue a duchar para luego elegir vestido y yo decidí quedarme en la cocina para poder comer algo. Al entrar en la cocina me lleve una sorpresa, habían dos bolsas de comida en la encimera, me acerque para ver la pequeña nota que estaba pegada a una de las bolsas y no pude evitar derretirme con ella.

"Supuse que estarías agotada y hambrienta después de ver tantas tiendas... Cuando llegué no estaban e imaginé que aún seguían en el centro comercial. Espero que te guste...

Con amor: El psicópata."

Es un amor de hombre. Apuesto que la bolsa de Kate la eligió Oliver, ya que ambas bolsas son de diferentes restaurantes, esa también tiene una notita que dice Kate, atrás hay algo escrito pero es para ella, así que no lo leo. El restaurante que eligió Harrison es italiano, así que me imagino que pidió mi comida favorita; lasaña.

Espero a Kate para comer juntas, mi estimado ruge con fuerza ya que no hemos comido nada. Decido revisar mi teléfono mientras espero y veo que tengo un par de notificaciones, entre ellas hay una que logra llamar mi atención, es de un número desconocido al entrar al chat noto que es el mismo número que me escribió hace un par de días.

El gran engaño (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora