La banda de crimen organizado más reconocida de Los Ángeles, Feral Boys, no son más que un grupo de amigos que dedican su vida a gastar su dinero en cosas extravagantes y a aniquilar personas igual de extravagantes.
Sus vidas darán un giro inesperad...
"¿Por qué todos me abandonan? Por favor, no me dejes solo. Estoy asustado".
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—¿Spencer?
—Jesse, ¿dónde estás? Ya estoy por partir a Florida. ¿Te encuentras bien?
—Estoy bien. ¿Puedes venir?
—¿A dónde?
—Estoy en Los Ángeles. Necesito que vengas ahora.
—¡No, Spectre! ¡No le hagas caso y ve a Florida! —le gritó Nightmare quitándole el celular a Jesse.
—¡No agarres lo que no es tuyo! —le gritó intentando tomarlo—. ¡Déjame hablar con Spencer!
—¡Cállate! ¡Deja de empeorar las cosas!
—¡Tú eres el que empeora todo!
—Hey, chicos, tranquilos —interfirió Ash.
—¡Cállate! —gritaron los dos al unísono.
Ash cansado de su infantil pelea, tomó el celular de Jesse y lo estrelló con el piso, volviéndolo trocitos.
—Aquí se tranquilizan todos. Si siguen gritando, alguien nos oirá y nadie quiere eso, ¿verdad?
Nightmare miró a JB con repulsión. Había sido un horror pedir su ayuda. JB siempre se dejaba llevar por sus sentimientos y aunque esa era la razón por la que lo había llevado, sus sentimientos le estaban haciendo una mala pasada. Creía que le apenaría la situación de Revil, no que le guardara rencor.
—Ash, hagamos un trato. ¿Cuánto dinero quieres por liberarlos?
—No hago esto por dinero, Nightmare. Así que si quieres convencerme así, no lo vas a lograr.
—¿Qué quieres entonces?
—Quiero que se queden, ya se los he dicho.
—Bien, déjanos ir y si uno de nosotros muere como tú dijiste, te prometo que regresaremos. Pero si todos quedan con vida, tú nos dejas en paz. ¿Trato? —Nightmare le extendió su mano.
—¿Cómo sé que cumplirás tu palabra?
—Sabes mi identidad y la de todos, si no cumplo mi palabra puedes delatarnos.
—Yo no estaría tan confiado en tu lugar, Nightmare. Acepto —dijo estrechando su mano.
Ash empezó a desatar a Revil y a Damian. Aún no sabían que harían con este último. No era de gran importancia en ese instante, pero podrían negociar por tu vida.
—JB, ¿vienes? —le preguntó Nightmare.
El nombrado lo vio con desdén. Él no iría con Nightmare ni aunque le pagaran. No se dejaría manipular ni una vez más, ni por Nightmare, ni por nadie.
JB se puso al lado de Ash definiendo su elección. Nightmare no iba a rogarle. No tenía tiempo para eso. Debían ir a Florida lo más pronto posible.
Cuando estaban por salir, escucharon como alguien golpeaba la puerta.
