La banda de crimen organizado más reconocida de Los Ángeles, Feral Boys, no son más que un grupo de amigos que dedican su vida a gastar su dinero en cosas extravagantes y a aniquilar personas igual de extravagantes.
Sus vidas darán un giro inesperad...
"Prefiero una peligrosa libertad, a una pacífica esclavitud".
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Solo tres días más.
Había pasado casi un mes planeando todo. Cada pequeño detalle, cada pequeño cambio que podría haber. Seguían siendo solo dos, pero eso no le aterraba.
Ese día llamó a George. Eran las doce del mediodía y todo estaba muy tranquilo afuera. Sabía que George había decidido quedarse en Los Ángeles hasta que llegara el momento, pero no pudo esperar ni un segundo más para verlo.
—Hey... —lo saludó.
George lo miró de abajo hacia arriba con pena.
—No te ves muy bien. ¿Has estado comiendo?
—Sí.
—¿Tres veces al día?
—A veces dos o una. Se me olvida.
—¿Has dormido?
—Tres horas diarias, con suerte cinco. Me siento bien, no te preocupes.
—Ve a dormir. Voy a prepararte algo de comer, ¿sí?
—Estoy bien, George.
—Tienes que estar saludable en tres días. No puedes estar sin comer y sin dormir por tanto tiempo.
—Si he comido y duermo bien.
—Ve y duerme.
—Bien.
Dream arrastraba sus pasos hasta llegar a la habitación de George. No podía creer que con todo el dinero que George tenía, se comprara un apartamento tan pequeño. Al menos la cama era cómoda y la decoración bastante sutil.
Apenas su cuerpo tocó el colchón se quedó dormido. Aunque no quisiera admitirlo, necesita dormir y demasiado.
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George aprovecha ese momento en el que Dream está durmiendo para ordenar un poco. Tiene varios periódicos de hace años amontonados en la sala. Todos coinciden con dos fechas. Una de hace cinco años y otra de hace nueve.
