La banda de crimen organizado más reconocida de Los Ángeles, Feral Boys, no son más que un grupo de amigos que dedican su vida a gastar su dinero en cosas extravagantes y a aniquilar personas igual de extravagantes.
Sus vidas darán un giro inesperad...
"...El fuego no puede llegar a tocarme, porque ya he ardido varias veces".
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—Tu hermana no desapareció, George, la mataron.
—Estás mintiendo.
—¿Por qué te mentiría?
—Quieres provocar miedo en mí. No lo vas a lograr.
—No quiero atemorizarte ahora. Puedes confiar en mi palabra. Tienes razón, yo no haría nada para lastimarte y eso incluye no mentirte. Cree en mí, George.
—En el caso de que sea cierto, ¿cómo es que lo sabes? ¿Por qué te importaría que hayan matado a mi hermana? ¿Solo lo buscaste porque querías saber más de mí o es que hay algo más que no me estás contando? Dime, no te quedes callado ahora.
—No pensé que podrías llegar a ser intimidante —dijo Dream en un tono burlón.
—Responde, Dream.
—¿Y si no quiero qué?
—Me voy.
George intentó levantarse, pero Dream hizo que su cuerpo otra vez cayera a la cama.
—¿A dónde piensas ir? Apenas pongas un pie fuera de está casa, van a volarte el cerebro. ¿Tan poco valor le das a tu vida? No puedes matarte para solucionar todos tus problemas. Tente un poco de aprecio.
—No te debería importar que haga con mi vida. Ahora déjame ir.
—No te vas a ir a ninguna parte. Aquí todos sufrimos la misma mierda juntos. Nadie se va a librar.
Dream tomó las manos de George, impidiendo que pudiera escapar.
—¿No te crees capaz de vivir en este mundo?
—No, ahora suéltame.
—Quítate la vida. Si ya no quieres vivir, pues quítate la vida. No te lo voy a impedir.
—¡Suéltame!
Dream lo dejó libre y fue a cerrar la puerta, vigilando que George no pudiera salir de la habitación. Abrió uno de los cajones del escritorio y sacó un arma, para lanzársela a George.
—Ya puedes matarte —dijo con tono serio, sentándose en la silla para presenciar la escena—. Adelante. ¿Qué estás esperando?
George examinó con detención el arma. Estaba cargada. Pesaba más de lo que creía. La mirada de Dream estaba fija en él y sus manos no dejaban de temblar.
¿Todos sus problemas se solucionarían? ¿Ahora tendría una familia de ensueño? ¿Su hermana aparecería? ¿Podría volver a Londres? ¿Terminaría sus estudios?
No, claro que no. Sus problemas no serían los únicos en acabarse. Sus sueños, sus esperanzas; todo desaparecería.
No sentiría nada. A nadie le importaría su muerte.
