La banda de crimen organizado más reconocida de Los Ángeles, Feral Boys, no son más que un grupo de amigos que dedican su vida a gastar su dinero en cosas extravagantes y a aniquilar personas igual de extravagantes.
Sus vidas darán un giro inesperad...
"Puedes amar un monstruo y este amarte a ti, pero nunca cambiarás su naturaleza".
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—Tendrán que entrar por una de las ventanas. La mejor es la que está en la parte trasera justo en la esquina izquierda. Da hacia una pequeña oficina. Desde la ventana se puede ver si está limpio el lugar. Asegúrense y luego entren.
—Entendido.
Sapnap sujetaba a Karl y Karl a Quackity desde la azotea de la casa, con tal de que Quackity pudiera llegar al balcón y observar de que estuviera vacía al menos esa habitación.
—No hay nadie —avisó.
Abrió la ventana sigilosamente para no hacer mucho ruido y los encontraran. El resto comenzó a bajar, hasta que todos ya estaban dentro.
—Todo vacío —le avisó Sapnap a Dream por el auricular.
—Chicos —dijo Connor en voz baja—. Detrás de ustedes.
Todos voltearon y vieron la escena. Connor tenía una bala que atravesaba su pecho. La sangre no dejaba de salir y empezaba a manchar el piso. Detrás de él estado un hombre robusto sonriéndoles.
—¡Connor! —gritó Schlatt con la voz desgarrada—. ¡¡Tú, hijo de puta!! ¿¡Cómo te atreves a siquiera sonreír!?
—¿Qué está pasando? —preguntó Dream.
—Han disparado a Connor —le avisó Sapnap rápidamente.
Se escucharon varios disparos. Schlatt había matado aquel hombre que prácticamente duplicaba su tamaño en cuestión de segundos y aún cuando el hombre estaba claramente muerto siguió disparándole.
—Schlatt —lo llamó Connor en voz baja.
—C-connor... No, por favor.
Las lágrimas hacían que su vista fuera borrosa. Un escalofrío recorrió su espalda y vio como Connor moría lentamente. Había un charco de sangre en el piso y por gran parte del rostro de Connor.
—Por favor, no te vayas —le suplicaba Schlatt de rodillas tomando con sus manos temblorosas el rostro del chico—. Connor, háblame, por favor.
—L-lo lo siento...
Todos se quedaron viendo la escena perturbados. Apenas habían entrado y ya habían perdido un aliado. Ni siquiera podían procesarlo. Fue tan rápido. Su vida se fue en cuestión de segundos, pero parecía una eternidad. Es como si el tiempo pasara en cámara lenta. Solo parpadearon una vez y Connor ya no están con ellos.
