Jisung salió de su casa con una sonrisa. Una tan grande que hasta Seungmin y Chan se preguntaron a qué se debía. Claramente Han contó lo que había pasado.
Ese "me has dado una razón" lo mantuvo como loco durante todo el dia. O más bien, fin de semana.
La pijamada sucedió tal y como pensaron. Hicieron un gran pastel de chocolate y los tres lo comieron mientras miraban una película romántica. Aunque, Seungmin se mandaba algunos mensajes con Chan, pudo entender la película y el por qué del llanto de su hermano menor y de Jisung. No era para tanto, la película ni siquiera era tan triste. O al menos eso pensaba él, que juraba no haberse perdido ni un solo detalle.
Jisung, además de llorar, también pensó en qué regalarle a Minho.
Tambien pensó en rendirse ya que el no era muy creativo a la hora de regalar cosas, y mucho menos cuando se trataban de veinte regalos y recien iba por el cuatro. Quiso dejarlo, tirar lo poco que ha hecho para ganarse el corazoncito frío de Lee Minho, pero lo último que le dijo antes de irse, lo mantvo literalmente despierto, y con un Seungmin y Jeongin bastante hartos por hablar siempre del tema.
Aún no había descifrado muy bien a qué venía eso. Si era una razón para llamarlo loco, acosador o alguna clase de palabra parecida, pues estaba muy lejos de ser eso, ¿verdad? Él solo quería acercarse a Minho, y aquella idea que su mejor amigo le dió, no le pareció más que perfecta.
O eso esperaba ahora que ingresó a la escuela y fue directo a la cafetería para poder comprar su regalo número cuatro: una soda.
¿A quién no le gusta la coca cola? Pues Minho la ama. Y sí, recordaba muy bien como había tirado el almuerzo aquella vez, pero no se rendiría.
No lo haría.
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