El exámen de matemática resultó ser más difícil de lo que pensó. A pesar de que pudo hacer todas las consignas, sabía a la perfección que había alguna equivocación en todas las respuestas.
Pero eso no era lo que lo tenía algo preocupado.
En su mente divagaba lo que sucedió en la mañana y en como Minho azotó el casillero y luego salió disparado, dejándolo ahí parado a pesar de que le haya llamado.
No entendía lo que pasaba. Pensó que todo lo que había pasado en el día de ayer, era suficiente para darle un nuevo paso hacía su relación, es decir, la amistad. Pero parecía que se equivocó.
Por eso no le dejó aún el regalo, se lo iba a dar en persona para poder hablar acerca de lo ocurrido. O quizás no pasó nada y era él quién estaba con sus inseguridades a flor de piel.
La bolsita color rojo brillante, se balanceaba entre sus dedos, como de costumbre mientras avanzaba por el pasillo lentamente. Pensó en ir al baño y mojarse su rostro, pero recordó que Minho se había mudado de casillero, por lo que no era necesario ir a los baños que están demasiados lejos. O eso según la flojera de Jisung.
Una cabellera azabache se hizo presente en su campo visual. Agachó su cabecita a medida que se iba acercando, sintiendo como la timidez se apoderaba de él. En verdad no se consideraba un chico tímido, pero cada vez que estaba cerca de él, era imposible que no se sintiese como alguien pequeño.
—Minho hyung... —susurró, apretando la bolsa entre sus deditos.
—Ya tocó la campana, Jisung, vamos a clase.
Cerró el casillero y colgó la mochila en su hombro, para luego pasar por al lado de Jisung, ignorándolo nuevamente.
—Tengo aquí el regalo, ¿no lo quieres? —elevó un poco la voz para que Minho lo escuche.
Y así fue, dado a que su paso se detuvo.
—¿Por qué me ignoras? ¿Qué fue lo que pasó?
Minho se dió la vuelta al escuchar lo quebrada que salió la voz de Jisung. Se acercó rápidamente a él, aún dejando unos centimetros de distancia.
—Haces que mi corazoncito duela —dijo, con una notoria tristeza.
Minho lo miró, sintiéndose culpable por todo lo que ha hecho. Quizá el acercamiento no había sido mucho, pero se había prometido a si mismo no comportarse como idiota. Y así lo estaba haciendo ahora.
—Lo siento —musito—. No me doy cuenta de lo que causo en ti. Supongo que no tengo tanto sentido común como dije —bromeó, pero no vió ni siquiera una falsa sonrisa de su parte—. ¿Quieres la verdad? —Jisung asintió—. La verdad es que no me gusta para nada verte con ese chico. No me importa si te pidió perdón o no sé, no me gusta verte con alguien así. Aunque, no soy nadie para decirte con quién estar y si tú dices que él es bueno contigo, supongo que está bien. Al fin y al cabo, no soy nada tuyo.
Jisung alzó su cabeza por primera vez desde que se encontró a Lee. Sus ojos también se encontraron y notó como estos estaban rojos. Dejó de ejercer fuerza en sus brazos y los dejó caer a los costados de su torso, para luego balancearse sobre el cuerpo de Minho, abrazándolo con necesidad.
—Eres el chico del cual estoy enamorado. Así que sí, si eres algo para mi.
Jisung sintió como los brazos de Lee lo rodeaban, y sonrió al sentir el mentón sobre su cabeza.
—No puedo darte una respuesta ante eso, aún lo estoy descubriendo.
—No pedí una respuesta, hyung. No ahora porque falta muuuchos regalitos para eso.
Minho sonrió, oliendo el delicioso aroma que provenía del cabello del menor.
—No me has dado el de hoy —avisó, aun con una sonrisa.
—¡Tienes razón! —se separó del mayor con entusiasmo y dejó la bolsita a la vista.
Minho lo miró unos segundos a los ojos y notó la felicidad en ellos. Tomó el obsequio y lo abrió, encontrándose con la nota.
"Este es mi segundo intento, hyung. Por favor úsela y protéjase del frío, no quiero que se enferme
-Han Jisung-"
Tomó la bufanda y notó que era parecida a la primera que le regaló. Si bien a los ojos de Jisung, la había tirado a la basura, pero lo que no sabía era que luego la recogió y la guardo en su armario. Minho la miró con una sonrisa y rodeó su cuello con la tela, guardando la nota en la bolsa que fue tomada por sus dedos.
—Gracias. Justo lo que necesitaba, pequeño.
Recibió una linda y grande sonrisa por parte de Jisung. Se acercó a su rostro y pegó sus labios sobre su frente, dejando un tierno beso allí.
—Vamos a clase —dijo, dándose la vuelta.
Su sonrisa no se desvaneció, no cuando comprobó algo:
También se estaba enamorando.
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━ 20 𝑟𝑒𝑔𝑎𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑛𝑎𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑 ✧ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔
Fanfiction❝ 10 𝘥𝘪𝘢𝘴, 10 𝘳𝘦𝘨𝘢𝘭𝘰𝘴. 𝘌𝘴 𝘴𝘶𝘧𝘪𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘏𝘢𝘯 𝘑𝘪𝘴𝘶𝘯𝘨 𝘤𝘰𝘯𝘲𝘶𝘪𝘴𝘵𝘦 𝘦𝘭 𝘤𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰́𝘯 𝘥𝘦 𝘓𝘦𝘦 𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰. 10 𝘥𝘪𝘢𝘴, 10 𝘳𝘦𝘨𝘢𝘭𝘰𝘴. 𝘌𝘴 𝘴𝘶𝘧𝘪𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘱𝘢�...