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🎁¹⁷: Para que sepas que siempre voy a estar contigo.

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La clase estaba siendo eterna, quería salir corriendo de ahí y solo dormir una siesta, o hasta el fin del mundo.

¿Cómo podia ser que una clase le aburriera tanto? Porque así era Geografía para Minho. Solo deseaba irse para hacer cualquier otra cosa, pero lo peor era que debía estar allí, prestar atención para poder aprobar el exámen y más que nada el trimestre, sino, debía recuperarlo, y muchas ganas no tenía.

Largó un gran suspiro cuando la campana sonó, indicando el primer receso de un dia largo. En este punto, no sabía si la semana había acabado con él, y cuando se dió cuenta que apenas era lunes, se quejó en voz alta.

—Min, ¿qué sucede? —preguntó Jisung, masticando un dulce.

—Renuncio a la vida —se volvió a quejar—. No puede ser que me vaya mal en todo, estoy cansado, y en una semana se acaban las clases.

—Lo sé, debemos estudiar bastante, al menos no tenemos que esperar las notas mucho tiempo, nos la darán en el dia.

—Le echas sal a la herida, Sunggie —dijo, casi llorando pero lo pudo disimular al despeinarle el cabello.

—¡Hey!

A pesar de aquella queja, y de que quería renunciar a absolutamente todo, Minho abrió sus libros y se dispuso de una larga sesión de estudio, ya que debían aprovechar la hora libre, y ser novio de la persona con mejor promedio, era algo que le entusiasmaba.

¿Novio?

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Ambos decidieron tomarse un descanso, ya que habían estudiado por largas horas, lo que significaba que ninguno de los dos durmió y a Minho ya le explotaba la cabeza, así que decidieron tomar un pequeño paseo por un sendero en el bosque, además, el dia estaba demasiado bonito como para desperdiciarlo estudiando.

Y allí estaban, tomados de la mano, con pasos lentos y sumidos en un silencio que era confortador.

Así como Minho miraba la naturaleza que el mundo le ofrecía, miraba de vez en cuando el rostro natural, sin maquillaje, del menor, y juraba que quitaba sus ojos de allí con pesadez y para no quedar en una completa vergüenza, pero la realidad era que podia pasar horas admirandolo, lástima que tenía que pasar una semana para poder hacerlo.

—Deja de mirar —y el mayor apartó sus ojos, un poco nervioso.

—Lo siento, en serio, es que, con esos anteojos que llevas, no solo me das ternura, sino que me pones caliente.

—¡Minho! —le golpeó el pecho sin fuerza, riéndose ante las palabras dichas.

—Es que te ves sexy, y tenía que decirlo, ahora tengo un peso menos —y Jisung rompió en carcajadas.

El rubio detuvo el paso de la nada y le sonrió, para luego abrazarlo, siendo gustosamente recibido por Minho.

—Me encanta cuando me abrazas así —confesó el mayor.

—A mi también —dijo con una sonrisa que Lee no pudo ver—. Me dan ganas de abrazarte todo el tiempo.

—Pues hazlo cuando quieras. Me encantas, Han Jisung.

—Pues, este Han Jisung no recibió su regalo...

Lee cerró fuertemente sus ojos, sabía que había algo que le faltaba, ¿cómo diablos pudo olvidarse de su regalo?

━ 20 𝑟𝑒𝑔𝑎𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑛𝑎𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑 ✧ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora