El rubio trataba de explicar todo con calma y detenimiento, pero su mente no dejaba el recuerdo del beso atrás. Y teniendo a Minho viéndolo todo el rato, tampoco ayudaba.
Su corazón estaba tan feliz.
Quería gritar o saltar de la alegría, pero no quería quedar como loco ante Minho, su no-novio pero futuro novio. Claramente sus mejillas no dejaban de estar rojas y cada vez que sentía como Lee se acercaba, el calor lo hacía ver más rojo, haciendo que su timidez sea más notoria.
—¿E-Entendiste... la... c-clasificación?
—Sí, y muy bien.
Susurró en su oído, a la par que tomaba su barbilla para girar el rostro de Jisung y así atrapar su boca, para fundirse en el ya décimo beso que se daban, porque, era claro que después del primero, ninguno pudo concentrarse en su totalidad en el estudio.
Ambos estaban atrapado por el otro.
—Dejemos de estudiar, miremos alguna película o vayamos al parque...
—Minho, podemos ver una película cualquier otro dia e ir al parque también. Has escuchado a la profesora, solo tenemos esta oportunidad para aprobar, y necesita prestar atención para sacar una buena nota.
—Bien, pero me debes una salida al parque, ¿entendido? —Jisung asintió con una sonrisa—. Y un beso.
—¿Qué...?
Y como nunca pensó que le pasaría, Minho lo calló de un beso.
Al separarse, las mejillas del menor se prendieron aún más, haciendo reir al mayor, mientras se dejaba caer ante su ternura.
Aunque, si se lo ponía a pensar, había caído mucho antes del primer regalo.
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