━ 20 𝑟𝑒𝑔𝑎𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑛𝑎𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑 ✧ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔

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Minho miraba con asombro la capacidad de Jisung para dibujar un simple frutero que estaba en el centro de la mesa. Tampoco sabia cómo es que el menor había acabado arriba de sus piernas, pero comprobó por milésima que pesaba igual a una pluma, por ende, no era problema tenerlo allí todo el tiempo que le durase dibujar. Es más, le encantaba porque podia ver de cerca su rostro y dejar un par de besos en su cuello o su hombro, aunque debido a la ropa, era seguro que ni siquiera los sentia.

Por otra parte, le envidiaba. ¿Cómo diablos podia dibujar tan bien? Porque claro, a cualquiera le gusta lucirse y en vez de hacer el florero que tenía en la mesa, hizo la mesa, las sillas, el sofá, hasta el gigante mueble con los adornos, los libros y la televisión en medio. Un poco más y dibujaba el drama que estaban pasando. Cuando él solo podia hacer las personas con palitos, una sonrisa chueca y los ojos de distintos tamaños. Aún así, prefería ser quien observara a Jisung dibujar, quizás él no lo sabía pero, su cara de concentración es muy graciosa, porque no solo frunce su ceño, sino que saca la punta de la lengua y eso lo hace ver tierno y gracioso, pero no se lo diría porque no queria estropear el momento.

—¿Quieres ir a dar un paseo luego? —preguntó Minho después de unos minutos en silencio.

—¿Te parece ir al parque? Me gusta estar allí de noche, tiene mayor diversión, no sé cómo explicarme...

—Tranquilo, entiendo, opino igual. Así que sí, vamos allí.

Jisung comenzó a bailar por la emoción, siendo inconsciente del lugar en dónde estaba. Minho abrió en grande sus ojos al sentir como se movía encima de su pene, brindándole un poco de placer, pero lo que menos quería era una erección, su suegra estaba por la casa, asi que follarse a Jisung en el momento no sería bueno para su reputación, así que, obligado colocó las dos manos sobre las caderas de Jisung, logrando que se detuviera.

—No despiertes a la bestia.

—¿Qué bestia? —indagó un poco confundido, girando su rostro para poder verlo.

—Te estás moviendo sobre mi pene —susurró.

Las mejillas del menos se incendiaron en una notoria vergüenza, pero a pesar de eso, lo miro a los ojos, desafiante.

—¿Eso, bestia? —rompió en risas—. Yo le diría Mini-Minho.

—No decías eso ayer, así que calla.

Jisung calló por completo y volvio a dibujar sobre la hoja.

—Touché.

Ambos rieron y se sumieron  nuevamente en su pequeña burbuja.

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Sanha sonrió cuando el video comenzó a reproducirse. Era una obra maestra y no sabia como algo tan maravilloso pudo salir de su mente. Estaba orgulloso.

Pero no le gustó para nada que su mejor amigo, Jeamin estuviese con su ceño fruncido, como si no entendiese nada. Al acabar el video, el mismo largó un suspiro y miró a Sanha con una expresión llena de confusión ante la sonrisa del ajeno.

—¿Qué quieres que haga?

—Qué te alegres, ¿recuerdas cuando te dije que nada me salia bien? Pues, te mentí, es la primera vez que algo que hago me sale como quiero.

—¿Estás seguro de hacer esto? —preguntó, tratando de entender seriamente qué era lo que quería hacer.

—Sí, Jisung sabrá quién es Minho en verdad, ¿y quién estará ahí para consolarlo? Yo. ¿Es un buen plan, no? —sonrió irónico.

Jaemin se rascó la nuca y largó otro suspiro para poder mantener la calma. Pensó y pensó en cómo diablos hacerle entender, qué lo que estaba haciendo, no iba a ir a ningun lado.

—¿Sí sabes que Minho tiene mejores fundamentos para decirle que eso es mentira? ¿Y qué Jisung no te creerá a la primera, luego después de comportarte como un idiota? ¿Y crees qué le darás consuelo, cuando claramente será Seungmin quién se lo de? O sea, su mejor amigo. Está claro que el chico no se siente seguro contigo, sino, te habría dado una oportunidad hace bastante. Recapacita —Jaemin se levantó del asiento a la vez que tomaba sus pertenencias—. Solo, rinde. Quizás encuentres a alguien más. No te apures a eso, llega cuando sea la hora.

—Eso lo dices porque estás con Jeno y estás bien. 

—Por más que esté en pareja... no tiene nada que ver. Jeno llegó a mi vida cuando no buscaba nada y fue lo mejor. Tú te estás metiendo en una relación ajena en dónde más de una vez que pidieron que te alejes. Hazlo, no solo te hará bien a ti.

Sanha solo se quedó pensativo, pero si había algo que lo caracterizaba era que todo lo que quería, lo conseguía.

No se iba a rendir tan fácilmente.