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Jisung pasó  todo el fin de semana pegado a un cuaderno, a su lapiz y al borrador: lo peor que se le pudo ocurrir fue retratar a Minho como el octavo regalo.

Dibujaba demasiado bien, además de que había visto algunos tutoriales para saber más o menos como se dibujaba un rostro ya que nunca lo había hecho. Fue cuando descubrió que en realidad, en sus clases de artes de la escuela, no aprendió a dibujar en verdad, solo sabía hacer estúpidos jarrones con flores o verduras y frutas. Había sido estafado por su profesora, o era lo que pensaba en el momento de hacer el cabello, lo cual no era su fuerte.

Había retratado una foto muy famosa en el instagram de Minho. Era linda y tierna, por eso la eligió. Al principio estuvo muy indeciso, ya que su rostro, tallado por las mismas manos de Dios, temía hacer algo mal o que no le salga para nada igual a la foto, y todo su desempeño a través de videos se viera en la basura. Al empezar todo iba bien, sí, le costó un poquito en  los ojos, sobre todo las pestañas, pero nada que no pueda solucionar. Pero en el momento de hacer el cabello, había algo que no encajaba y no sabía como hacerlo. Pero todo aquello, luego de casi un ataque de ansiedad y un poco de estrés, pudo arreglarlo al colocarle la pintura y hacer algunos mechones más claros, dándole un toque único y precioso.

Así como Minho lo era.

Estaba demasiado feliz, había quedado muy bien, y por eso, fue corriendo tras su madre para mostrarle la hoja en la que el dibujo estaba plasmado. Su madre, con una sonrisa, lo felicitó, sin embargo, preguntas se colocaron en su cabeza: ¿quién es ese chico? ¿Por qué siempre habla de él? Y muchas otras cosas más.

Sabía perfectamente el gusto de su hijo hacía los chicos, y no tenía problema alguno con ello. Cuando su esposo murió, se prometió así misma lograr que su hijo sea feliz; ella no era nadie para negarle la felicidad a su hijo. Ya lo había visto crecer, había madurado mucho luego de la muerte de su padre. Su labor como progenitora estaba muy lejos de acabar, pero eso no significa que tenga el derecho de prohibirle algo que lo hace feliz.

Y ese chico lo mantenía con una sonrisa en su rostro que no se cansaba de ver. Sabía solo su nombre, a veces escuchaba a su hijo y a Seungmin hablar de él. No queria ser una chusma, pero al menos quería saber como se llama. También deseaba preguntarle a su hijo más del chico, pero no quería incomodarlo, quizás aún no estaba muy seguro de lo que eran ambos y por ello no se lo decía.

Solo quería que su hijo se sienta en confianza para decir algo como aquello.

Solo quería que su hijo se sienta en confianza para decir algo como aquello

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━ 20 𝑟𝑒𝑔𝑎𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑛𝑎𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑 ✧ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora