«Vamos, Lilith. No es la primera vez que hablas con él, ni tampoco será la última». Agotada y ansiosa, la lideresa superior de la Élite Imperial yace rodeada por cuatro paredes negras, lo suficientemente pulcras como para mostrarle su reflejo, uno un tanto... pintoresco.
—Endemoniado bosque... —murmura, avergonzándose al notar que sus botas se encuentran llenas de lodo.
Esta se encuentra en el cuarto de conferencias del centro de investigación El Cuervo Blanco, esperando de pie frente a una plataforma metálica con forma de disco; se trata de un proyector holográfico de última generación, cortesía de la Colegiatura de Hologramas.
Cuando el proyector finalmente se enciende, Lilith agacha instintivamente su cabeza y se lleva la mano derecha al pecho.
—Emperador Belos, le agradezco profundamente por responder a mi llamado.
—No esta vez, me temo.
Confundida, Lilith levanta la mirada para comprobar que, en realidad, no ha sido el emperador quien ha respondido a su llamada, sino su "Mano Izquierda", Kikimora. Con una actitud altiva que contrasta irónicamente con su baja estatura, esta lleva puesta una túnica blanca con detalles dorados en los bordes, y cuyo cuello es lo suficientemente alto como para cubrir su rostro de la nariz para abajo.
—Lo lamento, Lilith —agrega la recién llegada, mientras comienza a recogerse el cabello en un moño —. Entenderás que ni siquiera alguien de tu rango puede solicitar antojadizamente una audiencia con el emperador.
Al terminar el moño, esta deja que un mechón de cabello continúe ocultando su ojo derecho, gesto que, según sus propias palabras, representa aquello que le ha sido arrebatado. Cuatro décadas atrás, cuando Belos recién se erguía como emperador de las Islas Ceo, ella era la única agente que contaba con su absoluta confianza, la única que podía escuchar y opinar sobre sus planes; sin embargo, el momento de compartir esa exclusividad llegó como un ladrón por la noche, con la repentina aparición de un inoportuno prosélito. Fue en ese momento que Belos instauró dos nuevos rangos a su jerarquía imperial, por debajo únicamente de su persona; la Mano Izquierda, Kikimora; y la Mano Derecha, concedida al Guardián Dorado; ambas pensadas para extender la influencia del emperador en asuntos de extrema importancia y confidencialidad.
—Imagino que estará muy ocupado —responde Lilith, enderezándose para hablarle de frente —. Bueno, al menos puedo hablar con su Mano Izquierda.
—Sabes que puedes llamarme Kiki.
—¿Puedo? Últimamente te he notado muy inconforme con mi trabajo.
—Claro que puedes, tu trabajo como lideresa superior de la Élite Imperial ha sido formidable, no en vano se te ha otorgado este centro de investigación para tu uso personal.
—¿Entonces a qué debo tu suspicacia?
Con un suspiro de exasperación, Kikimora endurece un poco el tono de su voz.
—¿Qué esperabas, Lilith? Los demás equipos han conseguido aprehender a docenas de estos genios renegados y, de alguna manera, la Dama Búho sigue campando a sus anchas.
—Quisiera ver que alguno de esos equipos lo intentara, sabes muy bien de lo que mi hermana es capaz.
—Sé muy bien de lo que tú eres capaz, o al menos creía saberlo. Cada semana nos traes una excusa diferente, la última vez nos dijiste que no podías encontrarla, ¿qué excusa nos traes hoy?
Resintiendo sus comentarios, Lilith frunce el ceño y presiona un botón en su pulsera electrónica. Entonces, imágenes en tiempo real le son transmitidas a su contraria, mostrando a su hermana sobre una mesa quirúrgica, con sus extremidades y cuello sujetos con grilletes de acero.
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La Guerrera Búho [Lumity] PAUSADA
FanfictionLuz Noceda es una chica joven y entusiasta que ha entrenado toda su vida para convertirse en una agente imperial, esperando poder utilizar los grandes avances tecnológicos de su época para combatir a las aberraciones del Vacío. Sin embargo, al ser r...