Relato de Navidad.
"-¡Hugo!
Me giro para mirar a mi padre, que me señala a niño pequeño que no se atreve a soltarse del borde de la pista de hielo. Asiento con la cabeza y me acerco al pequeño que lleva un gorro rojo a juego con el chaquetón que lo cubre hasta casi la barbilla.
Veo como intenta agarrarse al huevo que lleva unos esquís para que los más pequeños aprendan, pero sin éxito, se agarra con fuerza pero no la suficiente como para poder mantener el equilibrio, sus pequeñas piernas se abren y tengo la sensación de que no es capaz de moverse.Me deslizo por la pista esquivando a las demás personas que como pueden y saben van avanzando y dando vueltas, riéndose y haciendo vídeos.
-Hola. -Los ojos azules del pequeño me hacen mirarlos con una sonrisa en los labios que él tímido me devuelve bajándose la bufanda que lo cubre.- ¿Quieres que te ayude?
-Estoy esperando a mi tita. -Sigue agarrado a las pequeñas barras mirando hacia un lado y hacia el otro. Me agacho hasta su altura, mirando hacia donde sus ojos miran, tratando de buscar al adulto que lo tiene que acompañar. El pequeño tiene que tener unos cinco años y no deberían estar solos en la pista.-
-¿Te parece bien si la espero contigo?
-Sabes patinar muy bien. Algún día yo también voy a patinar así.Y durante lo que son casi cinco minutos me cuenta casi todo de su vida, como le gusta ir al colegio, que lo ha traigo todo muy bien y que le ha pedido a los reyes una sonrisa para su mamá.
Me es imposible perder detalle del niño, esos ojos azules que contrastan con el pelo moreno casi negro que se le ve debajo del gorro.
Me ha contado que su mamá se llama Eva, que es la más guapa del mundo y que su papá se fue a un viaje en el cielo que durará muchos años, que por eso todas las noches se queda mirando hacia arriba y señala la luz que es el cohete de él.
Limpio con la manga de mi jersey blanco la lágrima rebelde que se me escapa cuando el pequeño alza la mirada y me dice que es aquel punto luminoso.-Perdón, perdón, perdón. -Una chica morena llega patinando no demasiado deprisa hasta donde estamos los dos, con las mejillas rojas y los ojos marrones clavados en el niño.-
-Álvaro te he dicho que me esperases fuera, no puedes estar aquí solo. -Se pone al lado del niño para regañarlo y él solo agacha la cabeza.-
-Yo quería patinar.
-Pero solo no puedes. -Me mira a mí y sonríe.-
-No estoy solo, he hecho un amigo.
-Soy Hugo, trabajo aquí, me ocupo de quienes no saben patinar, les ayudo.Y me alejo saludándole con la mano a la vez que me deslizo de espaldas por el hielo cuando la mujer casi me echa con una sola mirada.
Ayudo a más personas a dar sus primeros "pasos" por el hielo aunque no puedo evitar dirigir mi mirada hacia el niño cada pocos segundos.
Sonrío al ver como acaba sentado de culo cada pocos segundos, y como se levanta queriendo volver a intentarlo, riendo.
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Relatos Cortos
ФанфикNo hay que describir gran cosa. Son relatos cortos, situaciones que me apeteció escribir. Espero que os gusten.