Relatos Cortos

Que bonito fue.

-Cierra los ojos y cuenta hasta 10.

Inspiro hondo, hago caso y comienzo a contar.

-Uno, dos, tres, cuatro...

"-... Hay fechas que duelen más que otras, un simple número en el calendario que trae recuerdos. Una canción que en su día te hizo sonreír hoy se clava dentro y tienes que pasarla. Un color vivo que antes admirabas y ahora apartas la vista. Un corazón que vivía y ahora solo sobrevive. Un atardecer que ha perdido la esencia, unas mariposas que han dejado de volar, un cantar que se ha silenciado.
Levantarse por la mañana es una ruleta rusa, lo haces en el más hondo pozo cubierto de tristeza, o saltas de alegría sin razón aparente. Un día arriba, tres abajo.
Y todo pasa, porque el insomnio solo vuelve a joder de vez en cuando. Todo pasa porque entiendes que no puedes dar marcha atrás y si pudieras, quizá no sabrías como hacer para que todo no acabase.
Te resignas y levantas la cabeza, miras al mundo con otros ojos porque ya no tienes los mismos.
La vida sigue, tú sigues, pero es diferente, todo es terriblemente diferente y...

-¿Por qué no cambiaría nada si de puede dar marcha atrás?

Sus ojos arrugados me miran, dejando el papel entre sus dedos temblorosos que se vuelven firmes.
Una sonrisa apenas perceptible me hace sentir un nudo en la garganta, parece tener la respuesta a todo y quizá no me guste oírla.

-Porque solo retrasarías el momento, tú sabrías lo que iba a pasar y no podrías vivir tranquilo sabiendo que lo has evitado en ese momento pero que puede pasar en cualquier otro.
-No me gusta esta historia.
-Es tu historia, pequeño.
-Cámbiala.

Me cruzo de brazos, viendo mi camiseta favorita de cuando era un niño.

-¿Y qué quieres que ponga?

Muerdo mi labio y miro hacia un lado, al gran espejo que nos mira impasible.
Ya no tengo mi camiseta favorita de pequeño, ya no parezco ser un niño, vuelvo a ser yo.

-Algo que no nos aleje.
-Yo no puedo cambiarlo.
-¿Se va a quedar así escrito?

Cada palabra que me ha leído representa los segundos, minutos y horas que he vivido estas semanas, estos meses. No quiero nada más de esto.

-El destino está escrito con cada acción que hacemos en el día a día, y solo depende de uno mismo cambiar esas letras.
Dime Hugo, si pudieras elegir olvidarla y no haber vivido nada a su lado, no haberla conocido ni sentir lo que has sentido. ¿Lo harías?"

-¡Eh! Despierta. Bienvenido de nuevo, ¿Qué tal la siesta?

Me cuesta abrir los ojos unos segundos, la voz de la mujer mayor se disipa y la del médico se vuelve las nítida.
Siento mi cuerpo entumecido, suspiro e intento hacer un gesto para que sepa que lo escucho.

-Muy bien, poco a poco, ¿Vale?

Sé que me voy a recuperar poco a poco de esto, de la pequeña operación que me acaban de hacer.
¿Pero y de lo demás?

Pasan unos minutos hasta que me llevan de vuelta a la habitación, varias caras conocidas me sonríen al verme y yo devuelvo la sonrisa, aunque nunca volverá a ser tan entera.

Un nudo se me aprieta en la garganta, porque a la persona que quería ver... no está.
Porque no va a estar más.
Porque no volverá.

Definitivamente no, no quiero olvidar lo que sentí con ella aunque tenga que cargar con ello toda mi vida, porque fue la primera vez que me enamoré de verdad, porque hubieron muchas más cosas buenas que malas, porque me sentí más vivo que nunca y porque seguirá viviendo siempre todo lo que fuimos dentro de mí.

Fue demasiado bonito como para olvidarlo, demasiado bonito para creer que nunca más va a volver a existir, y sé que solo existe con ella.

Definitivamente, nunca será tarde para volver.

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