39 | ¿Confiarías en mí?

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[Capítulo Final]

ALISS:

Llevo pesando toda la semana en cómo voy a decirles a las personas que me rodean la decisión que he tomado, esa que solamente hasta el día de hoy conocía mi progenitora. Al principio no lo tomo nada bien, pero después de que le explicara que es algo que necesito hacer asintió con resignación. Seguramente a estas alturas ya se lo dijo a papá, y éste a los demás, porque a partir de ahora en adelante no tendré secretos hacia mi familia, y eso hasta cierto punto se siente extremadamente bien.

Pero aún me falta algo.

Una parte que perdí hace tiempo y que hoy más que nunca soy consciente de cuanto me falta. Estoy incompleta y no me gusta estarlo, porque eso es una de las cosas que me detiene para sentirme realmente libre, porque aunque sé ya no soy parte de la Agencia no puedo evitar sentir que sigo siendo un blanco que corre contra el reloj y, que por mis decisiones paso lo que pasó.

No sé cómo dejarlo ir.

Y eso, se ha convertido en mi propio enemigo.

Mi mano se estira hacia el hijo de los Potter y este no duda en tomarla, le sonrió al tiempo que nos alejamos de la mesa, adentrándonos a la pista.

Harry es un buen chico.

Muy bueno.

Sus ojos verdes con tonalidades marrones me recorren de pies a cabeza, lo que me hace cuestionar si la elección de mi vestimenta fue lo suficientemente buena para hoy. El vestido azul es esponjoso y llevo zapatos de muñecas, por lo que soy una diferencia muy notable entre los atuendos atrevidos y llamativos que la mayoría de las chicas en el club Cielo Rojo llevan sobre sus cuerpos, pero fue la única manera que encontré para no darle más dolores de cabeza a papá.

-¡Ya sé que parezco pez fuera del agua! -le digo, una vez que estamos en lo que creo que es el centro del mar de personas que se mueven al ritmo de una canción pegadiza.

Las cejas pobladas de Harry se juntan un poco ante mis palabras, como si no entendiera a que me refiero y por ello, elevo la mano en la que todavía llevo unas vendas para moverla de arriba a abajo por encima de mi ropa, el gesto trae el entendimiento a su cara.

-En ese caso... -musita, acercándose a mí tanto que debo levantar un poco mi cabeza para seguir viéndolo a los ojos-. Eres el pez más hermoso que mis ojos han visto.

Awss.

Como cada que el castaño suelta comentarios de ese tipo, me sonrojo y aunque mi reacción ya no me molesta, si me sigue sacando de balance, porque luego de ello no sé muy bien de qué forma debería actuar.

-¡Joder! Eso es lo más cursi que jamás te he escuchado decir -la voz del Doop me saca de mis pensamientos y juro que veo un poco de vergüenza en los ojos del castaño claro.

La rubia que se mantiene a su lado asiente de acuerdo con lo dicho y en mi mente no entiendo cómo es que llegaron hasta aquí sin que me diera cuenta. Por la manera en la que me queda viendo mi acompañante estoy casi segura de que se piensa lo mismo, pero no decimos nada.

El silencio que les damos para sorpresa de mía no es cortado inmediatamente por ninguno de los dos, ya que en su lugar deciden empezar a moverse al ritmo de la música y es entonces que recuerdo, que no he bailado nada desde la última práctica a la que asistí a la Academia

Perfecta Mentirosa © [Completa ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora