—Joder, ¿qué demonios estoy diciendo? —se retracta en medio de su alcoholismo Dante.
— ¡Ni idea! —responde Cooper en medio de risas —. ¡Creo que deberíamos nadar un poco!
— ¡Me apunto! —dice Ryan colocándose de pie y luego extendiendo su mano hacia Issac, el cual la acepta gustosamente—. ¡Vamos a nadar!
Deje de verlos para poner mi mirada en Julietta.
—¿No crees que deberíamos detener ya está idiotez?
—¿No quieres reírte un rato más con sus ocurrencias? —indago.
—No volveré a escucharlas, si mueren ahogados.
Tengo exactamente cuatro horas sin ver a mis padres. Han salido con los demás a adultos a dar un rápido paseo y he quedado a cargo tanto de la casa como de sus invitados. Así que no puedo permitirme que nadie agonice esta noche.
—Vale, hay que detenerlos.
Ambas caminamos hacia los chicos, los cuales están a metros de la piscina. La rápida mirada que nos damos es de: “Encárgate de dos y yo me quedo con el resto”. Una vez que los convencemos de renunciar a la idea de nadar, los obligamos a ir hacia dentro. Suelto un suspiro cuando los observo atravesar el umbral.
—Eres una dramática —musita Carrier—. Aún estaban en sus facultades.
—Lo sé, pero siempre es mejor prevenir que lamentar.
La escuche bufar al pasar por su lado y seguir los pasos de nuestros amigos. Mis ojos examinan la sala, esa en la que se desarrolla con un escenario que no esperaba; Dante, Issac y Joe están sentados en el sofá para tres, Ryan en el unipersonal y en el de dos personas se encuentran Rean —alias el crush de Juli—con Harry. No obstante, no es que compartan espacio, ni que tenga todos vasos rojos con líquido que seguramente no es gaseosa, lo que me pone deja estupefacta, es qué en la mesita céntrica está bailando una chica.
Cabello castaño y ojos grises.
No creo en el amor a primera vista, pero si en el odio a primera vista. Esa sensación de amargues que se apodera de tu estomago cuando observas o compartes espacio con alguien con quien simplemente no congenias, es abrumadora y sofocante.
Un hormiguero trepo por todo mi cuerpo, llenándome las venas de veneno, la irritación hizo que entierre a las uñas en mis palmas. La conozco y ella a mí.
— ¡¿Qué carajos hace está maldita perra aquí?! —por un segundo creí que esas palabras habían salido de mí, pero los ojos de todos viajaron hacia mi lado izquierdo, donde se encontraba la responsable del grito.
Lo siguiente que paso fue en modo automático. Avance directamente hacia la intrusa, con la intención y las ganas de arrastrarla fuera de aquí. Pero la rubia que actuó con muchísima más velocidad que yo.
Tomo con sus dos manos la cabellera castaña larga y alisada, bajándose con gran energía de un sólo tirón a Meghan Lerman, haciendo que su trasero impactar de manera violenta contra el suelo.
— ¡Ah! —aulló.
Y fue eso lo que hizo que los chicos en medio de su estado ebriedad, se percatarán de que lo que estaba pasando no era producto de su imaginación. En cosa de segundos se pusieron de pie. Rean Doop se atrevió a sujetar a Julietta, y cuando la rubia soltó a la castaña y fue mi turno de ocupar su lugar.
Mis manos se apoderaron con fuerza de su pelo y del mismo tiempo empecé a arrastrarla hacia la puerta principal.
— ¡Sácala ya, Aliss!
— ¡Malditas desgraciadas! —grito furiosa desde el piso, por lo que enrollé la mayor cantidad de su melena en mis puños y la jalé, está chilló de dolor.
— ¡¿A quiénes les dices malditas?! —pregunte, observando la puerta. Sonreí y baje mi visita a Meghan. Tenía los ojos con lágrimas. Si, aspiraba lastima, pero no la suficiente para hacerme soltarla. Había personas a las que no le debía ninguna grama de consideración, y la castaña ocupaba toda la página de mi lista.
—Se te aviso que con nosotras, pulgosa —le recordó enfurecida la rubia, misma que se retorcía entre los brazos de su crush. Estaba claro que deseaba escapar de él y venir a mí.
— ¡Harry, ayúdame! —exijo.
El mencionado llevo su mirada de ella hacia mí, con un gesto le hice saber que sí intentaban hacer algo le arrancaría el puto cabello de un jalón, así que él no se movió. En menos tiempo del que me gusto logré llegar a la entrada, donde la tiré con brusquedad al césped del patio delantero.
— ¡Se creen lo mejor y no sirven para nada! ¡Eres una fracasada Aliss! —escupió y señalo a Julietta—. ¡Y tú, perra estúpida, te desprecio con todo mi ser! Les juro que esto van a pagarlo muy caro: ¡Desearán nunca haberme conocido!
—¿Ya terminaste? —averiguo con cinismo la rubia. Al ver el silencio por parte de la castaña, prosiguió—. Excelente, ahora lárgate. Porque ni para amenazar sirves.
—Concuerdo —choco cinco con mi amiga—. Ambas damos clases los jueves, no cobramos mucho... Y por ser tú, te la daríamos gratis.
—¡Hijas de puta! —refunfuño, poniéndose de pie. Dándonos a entender que están lista para más. Pero dos contra uno, no es legal. Las peleas así, son más del estúpido de su hermano.
• 3 •
Lo bueno de la noche es que nuestros padres no estaban. Lo malo es que Harry les dirá a mis padres, sino le explicamos porque actuamos así. Deje los vasos en el lava vajillas y contemplé el reloj de la cocina. Las agujas marcaban las tres y dos de la mañana. Aún no han parecían los adultos, y ese hecho está comenzando a impacientarme.
— ¿Contemplado la existencia? —la voz del primogénito Potter, logra sacarme de mis cavilaciones.
—No, estoy pensando,
Por el rabillo del ojo lo observo recostarse en el marco de la puerta, y el recuerdo de la primera vez que lo vi me llega de golpe.
Vale, necesito sentarme.
— ¿En qué vas a inventarme para que no les diga a sus padres? —la ironía se filtra en su tono y sonríe de lado—. Te recuerdo que mi mamá es psicóloga, y me ha enseñado a algunos trucos. Así que no trates de mentirme.
No puede evitar sonreír ante ese comentario.
—Lo tendré en cuenta, pero no pensaba en eso.
— ¿Entonces en qué? —se interesa, adentrándose totalmente a la habitación y deteniendo su presencia a unos dos metros de mí.
—En mis padres, ¿no crees que están tardando demasiado?
Guarda silencio, pensando.
—No, han salido hace aproximadamente seis horas… —refiere y añade para tranquilizarme o tranquilizarse a sí mismo—. Seguramente no deben tardar en venir. No te preocupes.
Asentí. Quizás estoy un poco paranoica, la visita inexplicable de Meghan Lerman me movió algunos nervios. ¿Por qué estaba en mi casa? ¿Cómo es que ella conoce a Rean y Harry? ¿Serán amigos? ¿O serán...? Bueno. Sea lo que sea, no me incumbe.
— ¡Llegamos amores! —exclamaron varias voces desde afuera de la casa. Haciéndome pegar un brinco en el lugar y quedar como una tonta delante de un imbécil, quién me observa burlonamente con una sonrisita estúpida.
Mierda.
—Vamos, Helman —hizo una señal con su cabeza hacia la sala—. Antes de que saquen conclusiones erróneas sobre nuestro paradero...
— ¡Oh, querido Lucas! —exclamó extasiado el esposo de Martina Scott—. ¡Creo que ganaremos está apuesta! ¡La unión del Potter y el Helman aparentemente será real!
Mire al chico enfrente de mí y él estaba haciendo lo mismo, pero mientras yo era confusión, él cansancio.
Sabía lo que se avecinaba.
— ¡Seremos suegros, putos!
— ¿Qué cojones estás diciendo, estúpido? -oí la fuerte voz de papá, dejándome claro que estaba cabreado y en medio de eso escuché la risa de mamá.
— ¡Digo lo que veo, imbécil!
Mierda, no.
— ¿Dónde te perdiste Aliss?!
Vale, lo mejor será salir. Pasé rápidamente por su lado y caminé por instinto hacia la sala con el hijo mayor de los Potter siguiéndome.
—No creo que sea buena idea aparecer juntos.
—De acuerdo —detuvo sus pasos. Le mire, Harry tomo el gesto para agregar—. Saldré. Diles a mis padres que no demorare.
¿Quién sale a las tres y media de la mañana?
— ¿A dónde vas, Potter? —estudié su masculino rostro, en busca de algún indicio de broma, pero lo que obtuve fue una dura y muy explícita mirada de "Que putas te importa" que entendí a la perfección.
Mi subconsciente se burló: ¿Y dónde está tú "Sea lo que sea, no me incumbe"? Porqué yo no lo veo. Retome mi dignidad y las ganas de ir a ver qué pasaba con mis padres, sus amigos y los míos. No espere a que expresara algo, pues con una mirada las palabras sobran.
Cuando llegué donde se concentraba todo el bullicio, logré captar a Julietta conversado animadamente con Rean, le di una mirada de orgullo. Pase de Dante, Joe, Isaac y Ryan, solo entendí que estaban hablando de algo que realmente no preste atención. La Tía Valentina y su esposo se levantaron para poner música, dándonos una indirecta muy directa: La fiesta aún no se terminaba.
Pero me centré en lo importante.
Mi padre.
—¡Aliss! —fue lo primero que dijo cuándo sus ojos tan parecidos a los míos, me observaron—. ¿Dónde estabas, señorita?
—Estaba en mi habitación, papi —informe. La curiosidad de los mayores fue evidente, buscaron algún indicio de mentira en mis facciones—. ¿Por qué estaban gritando como locos?
— ¿Dónde está Harry? —evadió olímpicamente mi pregunta mi amado padre. La mamá del mencionado sonrió y el papá también. Mientras que mamá y los demás se mantenía quietos esperando por mi respuesta.
—Salió hace aproximadamente hora y media hora y aún no ha regresado —llevé mis manos a mis caderas, formando un garrón humano, continúe—. ¿Por qué tardaron tanto? ¿Dónde fueron? ¿Qué andaban haciendo?
Como dije, fingir y mentir son dos cosas que se me dan muy bien.
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Perfecta Mentirosa © [Completa ✔️]
Fiksi Remaja«No siempre quiero mentir, pero es lo más fácil. Una alternativa mejor que la confrontación». H.C. *** Aliss tiene un secreto. Bueno, uno no, sino varios. Algunos se los busco y otros le llegaron sin aviso, pero a todos ella debe enfrentarlos, por l...