Repaso nuevamente la hoja con ejercicios de matemática en mis manos y cuando finalizo el escaneo sonrío ante el diez sobre diez.
¡Pase la materia!
Estoy contenta, pero no puedo celebrarlo como debería de estarlo haciendo puesto que Julietta y Joe han dejado la clase.
Después de las semanas de exámenes, el docente de matemáticas permito realizar un trabajo que hiciera de salvavidas para lo que estaba por botar la asignatura —la mayoría del curso, porque su examen fue una mierda—, por lo que a cada estudiante le otorgó 5 ejercicios absolutamente diferentes. Sí, el hombre se dio todo el tiempo del mundo para fijarse que ningún jodido ítem sea igual al de otro. Y aunque intenté ayudar a la rubia, no lo logré. Así que cada una decidió hacer los suyos por su cuenta.
Ya sabemos el resultado de ello.
Me meto una cucharada del postre que compre hace unos minutos, al tiempo que veo de reojo a Dante Carrier teclear sobre la pantalla de su teléfono como si su vida dependiera de eso. Pasó la vista a los otros dos chicos en la mesa, quienes están concentrados en terminar sus respectivos alimentos.
—¡Joder, me lleva la que me trajo! —habla Juli, dejando caer su bandeja de comida y tomando asiento en medio de Joe y Ryan—. ¿Qué le voy a decir a mis padres?
No le digo nada, primero porque no sé qué decirle y segundo porque un sabor amargo se instala en mi cavidad bucal ante la culpa que surge al recordar que ella hizo el trabajo sola. Sí, estaban todo mal pero lo entregó confiando en ella. Mientras que yo, los hice sí, pero antes de entregarlos me guardé mi orgullo y se los mostré —como me había sugerido mi mamá— al primogénito Potter, ese quien ha resultado ser un cerebrito matemático.
—¡Como sea, rubia! —dice Cooper y sé por la forma en que le regala una sonrisa que hará mención a un meme—. ¡X somos chavos, la vida sigue!
Carrier suelta a reír y no puedo suprimir la carcajada. No es solo por lo que dijo, sino también por el tono agudo en que lo dijo.
—¡No me hagas perder la seriedad! —se recompone ella—. Se van a molestar, puede que no dejen irme a Helden... ¡¿Por qué me pasa esto a mí?!
—¿Por qué no prestas atención en la clase? ¿Por no estudiar? —pronuncia Ryan cortado el drama.
—Cállate —masculla irritado Dante, dejando de lado el celular. El pelirrojo enmudece de inmediato y ojos oscuros enfocan los verdes de su prima—. Si quieres puedo hacer que mis padres hablen con los tuyos antes de que les muestres las notas.
» Es un rojo en la esquela, no en el boletín. Puedes recuperar la nota en el parcial que viene —la rubia asiente de forma rápida y él vuelve su mirada al aparato electrónico.
¿Con quién se escribe?
La curiosidad me pica pero lo dejo pasar, ya que las personas a nuestro alrededor comienzan a levantarse de sus lugares causando confusión. Algunos corren hasta las ventanas para ver y otros salen por la puerta principal de la cafetería hacia a fuera.
—¿Qué pasa? —le pregunta Joe a una chica que no conozco.
—Marcus está retando a uno de los nuevos —informa, apresurando el paso.
Harry.
Julietta y yo nos levantamos como si nos hubieran puesto un tomo de adrenalina para luego caminar hacia el bullicio. No me fijo si los chicos nos siguen o no, pero espero que lo hagan. Me muevo entre la gente sintiendo un temblor en todo mi cuerpo cuando capto un círculo, porque eso no es una buena señal, sigo avanzando y tengo que aventar a un par de estudiantes de primer año, ya que no me daban lugar ni dejaban ver nada. Sin embargo... Al instante, me arrepiento.
¿A mí qué carajos me importa si le rompen la cara a Potter?
La respuesta llega con rapidez a mí y es lo que me hace moverme con velocidad, dejando a Juli —quién le pide disculpas a las dos niñas de primero—, para terminar entre el cuerpo Lerman y Potter.
—¿De qué me perdí? —indago, posando mis manos en el pecho de cada uno.
—¡Quítate! —demanda poniendo sus ojos grises sobre mí, el idiota de la clase de química.
—Quítame... —lo reto, ladeando la cabeza y dándole una sonrisa de labios cerrado.
Marcus Lerman deshace el puño en una de sus manos y la posa sobre la mía, no la mueve, no la presiona, no hace nada más que seguirme mirando y mentalmente me maldigo por eso.
Lo que me faltaba.
—¡No la toques! —le ordena el otro idiota que vive en mi casa y de un inesperado movimiento me pone contra su pecho.
No sé qué pasa por la cabeza de Harry, pero sí que pasa por la mía, por lo que me despego de forma molesta de él, obteniendo una risa llena de burla por parte del hermano de Meghan.
—¿Qué te causa tanta gracia, idiota? —digo, pasando la vista por la aglomeración que se mantienen a la expectativa, deteniéndome en los 5 chicos que lo respaldan, justo como con Dante.
¿Dónde se mete el director cuando es muy necesario?
Maldita sea.
La estúpida sonrisa se le borra y los pocos que alcanzaron a escuchar emiten un: "Uhhh".
—La disputa no es contigo...
Creo que espera que le diga mi nombre ya que alarga la oración, pero ni está ni en la otra vida va a pasar, no de mis labios. Mis ojos dan con Julietta y sin decirle nada, les da un asentimiento a las dos chicas a su lado y ambas gritan:
—¡EL DIRECTOR!
Con ello, los estudiantes comienzan a dispersarse rápidamente.
Trato de llevarme a Potter, pero aunque haga presión en su brazo derecho, no se mueve ni voltea a verme, ya que toda su atención está en Lerman.
¡Es un imbécil!
Me muero la lengua para no gritarle que si quiere pelear con éste, que lo haga después de la presentación de baile, puesto que, somos sometidos a un examen que muestra la complexión física y por supuesto, que descalifican a quién lleve algún golpe.
Esa fue la razón por la que me moví tan veloz para detener el espectáculo, porque de ser lo contrario, me quedaba a ver quién de los dos daba más golpes, ya que como me dije una vez respecto a Harry, lo que haga o deje de hacer: No me incumbe.
Me aparto de ambos dejando que hagan lo que se les dé la gana, miro a mi alrededor y entre los pocos que quedaron, veo a Issac junto a Dante, Joe, Ryan.
—¿Dónde está Rean? —escuché decir a Juli cuando llego a su lado, me escogí de hombros y quise acomodarme en el césped, pero la exclamación de asombro de todos y el porqué de esta me hace quedarme de pie.
• 3 •
Luke Carrier observa y escucha muy emocionado como su hermana le cuenta el melodrama del área verde. Cuando la rubia termina, los ojos de él se posan en el chico que se mantiene con semblante antipático desde que llegamos del colegio y que se vio obligado a informarles a sus padres que tenían una cita con el rector.
—Entonces... ¿Lo noqueaste de un golpe? —la admiración es clara en el tono de Luke.
Un idiota más, pero nunca uno menos.
Harry cabecea un sí y me levanto cuando los dos empiezan una conversación de la que no me interesa ser partícipe, así que me levanto de ahí y camino hacia la entrada de casa con muchos pensamientos dando vuelta por mi mente.
Tengo tantas cosas en la cabeza, que a veces creo que podría colapsar. Pero la que más me preocupa es que debemos reunirnos con As para plantear como vamos a actuar con este nuevo objetivo.
Déjalo estar.
Trato de minimizar ese pensamiento y solamente logro eso, recalcando que no solamente debo de concentrarme en eso, también hay otras responsabilidades que necesitan de mi atención, como por ejemplo la petición de mamá y la tía Martina.
Están locas.
De eso no tengo una pizca de duda. Aunque más loca estoy yo al aceptar su locura.
—¿Estás bien, Aliss? —la voz de mi mejor amiga, me saca de la cavilaciones y siento el peso de haber omitido las correcciones en mi trabajo matemático.
—Sí, ¿y tú?
Asiente, empujando mi cuerpo para que salgamos y hace que me siente a su lado en los primeros escalones.
—¿Vas a contarme que pasa con Issac? —su pregunta me descolocada, porque no era algo que veía venir y porque no tengo una respuesta para ello.
—No tengo nada que contar sobre él.
—Le gustas, Li —afirma y no puedo evitar reírme porque ha usado nuestro apodo de agente.
—Estás loca, simplemente es un buen amigo.
—Ningún amigo ha intentado regalarme una blusa solo porqué sí —dice en un tono que te hace creer que para eso no hay contradicción, pero falla porque si puedo contradecir ese argumento.
—¿Y el pantalón que te compré solo por qué sí el mes pasado? —le recuerdo—. ¿Yo no soy amiga tuya? ¡Pase toda mi vida creyendo que sí! Li, no seas tonta, Issac no tiene ese tipo de sentimientos por mí, únicamente trato de ser amable.
Carrier suspira como si yo no tuviera remedio y aún si quiere decir algo, no lo hace porque no le doy oportunidad.
—¿Vas a contarme qué pasa con Rean? —Su cara toma un color rosa pastel y cuando abre la boca espero más de lo que sale de ella.
—Nada.
Joder.
—¿Por qué?
—Él de verdad me gusta mucho, pero no estoy lista para darle lo que quiere recibir... —musita con neutralidad.
El verde de sus ojos me trasmite lo que en sus palabras no se refleja: Miedo. Nuevamente quedo en silencio, ya que no sé qué puedo decirle, nunca he estado en una situación así y tampoco he conocido a alguien que sí. Lo único que hago es darle un abrazo que ella acepta y corresponde con gusto.
—Lo lamento, Julietta —digo y para cambiar de tema, le hago saber lo que callé desde hace semanas—. Mis ejercicios pasaron por la vista de Harry para asegurarme que estaba bien, le dio unos retoques y creo que por eso pase la materia, y tú no.
» Lamento eso también.
La rubia no dice nada y tampoco se aparta de mí, simplemente suelta a reír como una demente total.
—¿Estás bien?
—¡Ya lo sabía! —me informa—. Mi madre me dijo que hiciera lo mismo, pero no quise hacerlo... Porque quería que me asignaran un tutor, así que, no hay rencor.
—¿Tutor?
—Sí, el profesor explico que debemos apelar a un tutor para mejorar en la clase —comunica y siento que me está escondiendo algo.
—¿Qué me omites, Julietta del Socorro?
—¡No hay que juzgar!
—¡No lo hago! —nos damos una mirada seria y ella ríe para decir:
—Ayer me enteré de que cierto chico se inscribió para impartir tutorías y pues... —se encoge de hombros como si lo que está diciendo no atentara contra todo lo que se supone que no está dispuesta a dar en este momento.
Cabeceó comprendieron dos cosas:
Julietta Carrier está loca.
Cosa que ya sabía.
Rean Doop, su tutor, está por conocer toda esa locura.
ESTÁS LEYENDO
Perfecta Mentirosa © [Completa ✔️]
Novela Juvenil«No siempre quiero mentir, pero es lo más fácil. Una alternativa mejor que la confrontación». H.C. *** Aliss tiene un secreto. Bueno, uno no, sino varios. Algunos se los busco y otros le llegaron sin aviso, pero a todos ella debe enfrentarlos, por l...