C19 | Diviértete

34 14 39
                                    


Con total seguridad puedo decir que si alguien me hubiera dicho a principios del año que mi pareja de baile sería el hijo mayor de los Potter —a quién en ese momento ni siquiera recordaba—, le habría pedido que me compartiera un poco de su polvo, puesto que lo encontraba alucinante.

Las cosas como son.

Al hoy, lo único bueno para resaltar es que Harry no lo hace tan mal. Sabe moverse bien, se ve muy concentrado y a la vez relajado mientras baila, puede seguirme el ritmo sin tanto problema y según Will tenemos la química suficiente para llegar a los últimos puestos de la competencia. Aunque siendo honesta, ya no me importa tanto llegar a ese bloque...

—¿Traes audífonos? —me pregunta cierta persona que he decidido ignorar desde hace unas semanas.

—No.

—¿Podríamos detenernos para comprar unos?

—No.

—¿Te hice algo, Helman?

—No.

—¿Entonces? —el tono desconectado de su voz, me hace morderme el labio para no reír.

—¿Entonces, qué? —digo, volteando a verlo y arrepintiéndome al instante.

Sus ojos verdes con tonalidad marrón o marrones con toques verdes reflejan una chispa de irritación. Se supone que debería de estar muy agradecida de que guardara silencio sobre el corte eléctrico, pero la verdad es que no puedo evitar andar a la defensiva porque siento que en cualquier instante va a decir o a pedirme una retribución por mantener la boca cerrada.

¿Estoy siendo paranoica?

Si, puede ser.

Pero no deben culparme, ya que por la confianza que una vez otorgue termine llegando a la Agencia.

Justamente ahora vamos en el transporte oficial de la ADR hacia Helden, es la cuidad más cercana a SC, dos horas en transporte privado y casi cuatro en uno público. Nuestros familiares llegarán al gran teatro al momento de la función, ya que no pueden estar merodeando dentro del mismo sin un permiso previó. Y aunque tanto mis padres como los de Julietta lo poseen, los de Dante o los Potter no lo tienen porque ninguno de sus hijos es un alumno.

—No sé qué carajo pasa por esa mente tuya, Aliss… Sin embargo, te voy a pedir una cosa: Relájate —habla, pasando una mano por su cabello—. Trabajamos mucho para esto y a mí no me gustan los segundos lugares, así que hay que ganar sí o sí.

La expresión en mi cara es absoluta sorpresa. No me esperaba estás palabras, por lo que no tengo nada para responderle, le doy un asentimiento y me levanto del asiento dejándolo sólo con los latidos acelerados.

¿Qué pasa?

¿Qué me pasa?

Huyo de lo que sea que experimento y encuentro refugio 5 puestos adelante de mi lugar: Julietta Carrier, mi mejor amiga y la reciente novia de Rean Doop, me observa con el entrecejo unido.

Frederick no está aquí, pero si su pareja, quien le hace compañía a la rubia. Ellos practicaron hasta el cansancio y aunque son un dueto que no competirán como tal debido al género que han escogido, su categoría es un escalón menos que la mía y otros puntos de diferencia, de los cuales en este momento no deseo mencionar ya que me resulta más interesante fastidiarla.

—¿Sabías qué hay maestros que cuando uno salen con algún familiar suyo le dan ciertos privilegios en su clase? —suelto, como si fuera la información del año—. Bueno, eso únicamente sucede si le caes bien, ¿será que Valeri haga eso contigo?

William deja salir una carcajada y su compañera aplana los labios con disgusto, antes de decirme:

—No me jodas, Aliss.

—Ay, me dueles —finjo, llevándome una mano a mi pecho con dramatismo.

—Te lo aguantas —repone, sentándose en los mulos de Will y obligándome a tomar el lugar de ella—. A menos que me quieras soportar a mí haciéndote bromillas con Issac o Harry, ¿te gustaría?

—Toucheeé, cariño —dice con humor, el novio de Fred.

Me trago con dificultad las ganas que surgen de aclararle que me tendría sin cuidado, pero no lo hago ya que eso le daría mayor potestad para creer que realmente me molestas, algo que tanto ella como yo sabemos que es mentira.

No me interesa ninguno de los dos chicos.

O eso quiero creer...

Dejamos ese tema de lado y pasamos a uno de verdad importante como lo es el hecho de ir a la ciudad de Helden, la cual si bien no es la capital del país, es casi 2 veces el territorio de está y se encuentra mucho más expandida en un todo. Uno de los sitios por los cuales es reconocida es por la prestigiosa universidad que ocupa casi un kilómetro tanto de ancho como de largo, internacionalmente ocupa uno de los mejores puestos en la formación de profesionales. En ese lugar estudiaron mis padres y mi tíos, justo en donde estudia Luke.

Y donde quiero estudiar aunque no tenga idea de qué.

Llegamos a nuestro destino cuatro horas después, me separo de Juli y Will para buscar a Harry. Y no me sorprendo al enfocarlo hablando animadamente con una chica que creo es del grupo B.

Es bonita y al parecer ante la mirada del primogénito Potter también.

—¿Interrumpo? —digo, cuando estoy al lado de ellos.

—Para nada —responde él, las mejillas de su acompañante se tiñen de rosa—. ¿Hemos llegado?

—Sí, estamos a nada de pisar el gloriosísimo teatro Parker&Miller… —la emoción se filtra aunque no quiera en mi tono y la sonrisa en su boca, me hace reír como tonta.

—¡Jóvenes, necesito su absoluta atención! —la voz de la rectora nos pone a todos en modo firme y dispuesto a escuchar lo que sea que tiene que comunicar y luego invitarnos a bajar en orden.

Una vez en los camerinos, la mayoría comienza a moverse de aquí para allá. Varios hace estiramientos, otros repasan su coreografía y algunos ordenan sus trajes o dan inicio con sus maquillajes y por último, están los que solamente se quedan viendo el caos porque ya traen y tienen todo listo como nosotros.

—¿Vamos a comer algo? —propone Julietta.

Los dos chicos le dan un asentimiento y no me queda de otra más que seguirlos aunque no vaya a ingerir nada. Tenemos 2 horas antes abrir y un par más para subir al escenario, pero aún con ello no me atrevo a comer o beber, ya que mi primera presentación termino siendo un asco cuando los nervios me ganaron obligándome a devolver lo que había ingerido.

Carrier pide una malteada de chocolate, Will un banderín y Harry una hamburguesa con doble carne. ¿De verdad se va a comer todo eso? Aunque me causo curiosidad, no pregunté. Tomaron asiento en una mesa del cafetín y tras darle una mirada a Juli, me aleje de ellos.

Contemple la estructura imponente del edificio. Son tres plantas, es gigantesco y da cierto pánico saber que tiene la capacidad para casi 1000 personas y que aun así estará desahogado. Entre al sanitario para mojarme la cara y sonreí al ver mi cara pálida y con el leve indicio bajo mis ojos de ojeras.

La investigación sobre el fallo del sistema me tiene alerta. Debemos hallarlo lo antes posible porque no se puede permitir algo de ese tipo, puesto si sigue así las consecuencias serán graves. Aida y Aria han estado levantando cada error grande o pequeño que se había presentado hasta la fecha, lo que nos dio un valor de diez, contado el nuestro.

¿De qué mierda se trata esto?

¿Un infiltrado? ¿Un traidor? ¿O un virus? De esas tres cosas, una debe de ser, porque una simple casualidad no es.

—¿Eres Aliss? —la voz femenina, me toma desprevenida y el corazón se me paraliza ante lo inesperado del hecho.

—¡Mierda!

¿Qué carajos te pasa, pendeja? Mis ojos le gritan a la chica que se mantiene con semblante sereno frente al espejo unos cuantos pasos de mí, ¿cómo llegó ahí?

—Lo siento, soy Milla —se disculpa, dando dos paso hacia mí—. Él dijo que eras despistada, pero no creí que tanto.

—¿Él?

—Tu novio.

Me quito del gran espejo, girando sobre mis talones con el gesto de incógnito adueñado de toda mi cara. La detallo nuevamente y vuelvo a destacar que es bonita.

—¿Qué?

—¿Tu pareja? ¿El chico con el que bailas? —me ve como si estuviera loca, y la loca es ella.

—No es mi novio, en realidad no es nada mío —le hago saber de inmediato y deja salir una risa que me pone en modo: ¡Alerta, demente en potencia!

—Él también dijo que dirías eso... —musita, mi cabeza no da crédito a lo que dice y no puedo controlar lo que sale de mi boca.

—¿Él, quién? ¿Harry?

La tal Milla asiente y no necesito nada más para salir del baño.

• 3 •

Me reservo el par de insulto hacia Potter debido a que al llegar a la mesa en la que los he dejado, él no está, y es Julietta y Will quienes me cuentan el suceso que el castaño protagonizó dentro del transporte, mismo que consiste en cómo se liberó de una molesta chica diciéndole que yo era su novia, así que no hay razón para mi drama. De reojo observo como el novio de Fred maquilla a la rubia, su vestido es blanco de encajes amarillos, los cuales hacen juego con la camisa de chico.

Cuando termina con ella, me da los últimos retoques en el rostro y me pasa un espejo de mano.

—Estás bella, cariño —alaba—. Si no ganas por el baile, estoy seguro de que si lo haría a por el maquillaje.

¿Modestia, dónde?

Le doy las gracias detallando el delineado en mis ojos, el cual nunca ha estado tan perfecto como ahora. Mi cabello está sujeto a una cola alta por lo que mis facciones se aprecian con mayor intensidad, el color de mis ojos me resulta muy potente, ya que jamás había visto como el azul oscuro se volvía aún más oscuro.

El color de vestido es rojo intenso y está lleno de lentejuelas, y lo único que identifica a Harry como mi pareja es la camiseta roja bajo la chaqueta de cuero negra, esté lleva jeans y botines negros. La función empezó hace hora y media, y me alegra no lucir tan nerviosa cuando la directora me llama porque seremos los siguientes.

Los chicos nos desean un "Buena suerte" para después alejarnos del camerino. Al llegar el telón se baja y con una señal nos animan a tomar el lugar de los que se retiran.

—Concéntrate —le ordeno, cuando estamos en medio del escenario.

—Diviértete.

—¿No qué quieres ganar? —se ríe de mis palabras.

—¿La diversión te desconcentra? —masculla, y sé que está tratando de irritarme.

—No, yo soy casi una profesional, el novato eres tú.

—Sí, soy un novato —acepta, logrando que lo vea con asombro—. Pero de los prodigiosos porque todo a la primera lo hago bien, lo contrario de ti.

Y sé con exactitud a que se refiere.

Mi primera presentación.

—Hijo de... —el insulto queda a medias porque el cortina comienza a subir con lentitud, permitiéndonos ser contemplados por casi 800 personas, pero mis ojos se posan en las primeras filas, esa donde se encuentran mis padres, los de él, los de Julietta y los tíos de está.

Detrás de estos está Dante y Luke Carrier, Rean Doop, Joe Cooper, Ryan Wells, las gemelas Benedetto y por último con un gran ramo de rosas de color blanco... Issac Saucedo.


. . .

Perfecta Mentirosa © [Completa ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora