Valeria & Bizarrap | +18 - lanenadeltrap

𝐂𝐚𝐩. 𝟔

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POV Valeria

Después de estar corriendo, escondiéndome, haciendo cosas que ni yo sabía que podía hacer y irrumpiendo en casas, pude librarme de la maldita policía. Parecía que ya era costumbre estar en constante estado de alerta.

Habrían pasado alrededor de 8 horas y yo ya no podía más, no sabía ni dónde estaba. Por suerte, pude robarle la cartera a un hombre durante la persecución y encontré 5000 pesos. Me monté en un taxi y me llevó hasta la casa de Mauro y Gonzalo.

Cuando llegué, le pagué y me bajé del coche, mi aspecto en aquel momento estaba muy descuidado. Iba sin tacones ya que al no poder correr con ellos, los quité, y ya no sabía si la herida que me hice ayer se me abrió de nuevo. Toqué el timbre de la casa y al segundo me abrieron, Gonzalo se lanzó a abrazarme con desespero al verme. Yo me quedé atónita, después de unos segundos le devolví el abrazo.

Gonzalo: Pelotuda de la re contra mil puta, ¡¿dónde mierda te metiste?! - me agarró de la cara y me miró a los ojos.

- Yo... pude escaparme otra vez. - miré al suelo cansada.

Gonzalo: Entra y date una ducha va... - se preocupó y me dejó pasar.

Fui directa al baño, no quería saber nada de la vida. Estaba harta de huir, todo lo que quería era ser cantante y dejar a mi familia atrás, pero ellos nunca lo entenderían. Me encerré y prendí el agua, me quité la poca ropa que llevaba y de un momento al otro me puse a llorar bajo la ducha. No aguantaba más este agobio... no podía. Gonzalo era la única persona que me hizo sentir bien desde que nací, nunca nadie pudo causarme tantas cosas como él y su forma de ser me hacía querer quedarme aquí para toda la vida...

Después de desahogarme, me sequé y me enrollé una toalla al cuerpo. Salí del baño para buscar algo de ropa, pero como aquí solo vivían hombres, me las tuve que apañar. Busqué el bóxer más pequeño que tenía Mauro, aunque seguían yéndome grandes. Le tomé prestado unos pantalones y una sudadera a Biza y bajé al salón con todo puesto.

Me lo encontré dormido en el sofá y sonreí, era tan tierno... me acerqué a él y le acaricié la mejilla.

- Hey... - dije suave - Biza despiertaaaa.- le moví la cara.

Gonzalo: mhmm... - abrió los ojos con cansancio y me miró.

- Ándate para la cama... vas a dormir mal acá. - le dije en un tono dulce para no despertarlo del todo.

Aunque fuesen las 9 de la mañana, tenía pinta de que no había dormido nada. Él entendió la orden y se levantó, se fue para su habitación y se durmió en su cama sin decir palabra alguna.

Yo me fui a la cocina para comer algo, mis tripas rugían del hambre. Me preparé algo rápido y al terminar lo limpié todo, no quería dejarle molestias a los chicos. Acabé por ir a la habitación de Gonza ya que después de todo lo que pasó me sentía mal por él. Me tumbé a su lado sin molestarlo y me quedé viendo como dormía...

POV Bizarrap

Desperté a las 4 p.m y al abrir los ojos me encontré con una carita delante de mí. El sol entraba por la ventana y resaltaba en los pómulos de Valeria, se veía muy tierna e inocente, aunque seguramente sea el el triple de peligrosa que yo. Me levanté despacio y cerré un poco la persiana para que el sol no le molestase al despertar. Luego me fui a duchar y me cambié de ropa, bajé a hacerme el desayuno y le preparé algo a la chica también. Leo no tardó mucho en venir.

Valeria: Buenos días... - me sonrió.

- Che, no sabía que ahora mi armario era tuyo también. - le sonreí de vuelta.

Ella se miró el outfit y se rio - No tengo nada más que ponerme...

- Tranquila, te queda mejor que a mí. - la observé de arriba a abajo, me encantaba que llevase mi ropa. - Te hice algo para desayunar.

Vino hacia la mesa y colocó sus ojos sobre la comida, luego me miró a mí con una sonrisa burlona. Me puse nervioso al instante.

- Bueno, si no te gusta lo puedes dej... - me interrumpió con una risa y fruncí el ceño.

Valeria: Esto es muy lindo de tu parte... - se sentó conmigo con una expresión alegre.

Empezamos a conversar y a reírnos de cualquier pendejada. Cuando acabamos el desayuno, escuchamos que alguien tocó a la puerta. Me levanté y al abrir escuché la voz de una chica molesta... muy molesta.

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