𝐂𝐚𝐩. 𝟏𝟎

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POV Bizarrap

Desperté aturdido en una camilla de hospital, a mi alrededor había un médico y un par de enfermeras. Me sentía muy dormido, sobre todo la pierna, no la podía mover. Levanté la sábana de la camilla para ver qué me pasaba y vi una venda enrollándome todo el muslo. Un doctor se acercó a mí y me preguntó algunas cosas, me dijo que más tarde vendría la policía para que tomase declaración de lo que pasó anteriormente. A continuación, se fue y entró Lit Killah.

Mauro: Me voy un par de días y se me mueren todos acá pelotudo - me vino a abrazar preocupado.

Gonzalo: Lit, ¿sabés algo de Valeria? - él se separó y miró hacia abajo.

Mauro: Bueno... empecemos por el dato de que llevas 15h dormido... - me miró a los ojos.

Gonzalo: Eso me da igual, ¿dónde está ella? - sentí algunos nervios inundándome, aún así era sorprendente... ¿15 horas?

Mauro: Gonzalo, se fue...

En ese momento me quedé parado, ella no sé podía ir, no ahora. Me pegaron un tiro, una mafia me fichó y sufrí durante días por ella. No quiero que todo esto sea en vano, ¡ella no puede irse ahora!

Gonzalo: No, no, ¡¡eso no es cierto!! - me senté en la camilla y noté un dolor intenso en la pierna. Me intenté levantar pero Mauro me volvió a sentar.

Mauro: ¡Hey! Tranquilízate, por más que te levantes no podés ir a ningún lado. Todavía andás en el punto de mira de esa Mafia. Ella me dio este móvil para que la llames y hables con ella. - me dio un celular viejo con un solo número guardado.

Yo seguía sin poder creérmelo, de un momento a otro empecé a hiperventilar. Mi garganta la notaba rasgada y el aire me comenzó a faltar. Las lágrimas ansiosas no tardaron en llegar y me era imposible controlarme. Lit falló en la misión de tranquilizarme así que acabó por llamar a un médico. Al final, de tanta oxigenación que recibió mi cerebro, acabé por desmayarme.

10 horas antes...

POV Valeria

Me fui con un taxi hasta Colombia para hablar con Mauro. Emília me prestó algunos pesos para poder llegar hasta allá. Llegué a esa casa donde empezó todo, la charla con Lit, la persecución de la policía,...

Toqué a la misma puerta de hace días, pero esta vez no estaba tan alterada y la nostalgia y dolor era muy presente en mi corazón. Mi identidad estaba algo escondida gracias a una gorra y una capucha. La madre de Mauro volvió a abrirme, y a la primera no me dejó pasar. Después de explicarle e insistirle, pude entrar.

Mauro: Buenas Valeriaaa, ¿qué haces por acá? - me preguntó contento de verme.

Valeria: Primero dame un abrazo, ¿no? - le sonreí.

Nos dimos un abrazo de saludo.

Mauro: Okey, ahora sí, contame.

Valeria: Vea... pasaron algunas cosas por allá en Argentina... y creo que deberías volver. - miré hacia un cuadro de la familia de Lit, la foto parecía vieja.

Mauro: ¿Y eso por qué? Siéntate y me contás. - nos sentamos en el sofá.

Valeria: Estos días la policía me ha encontrado varías veces, y de alguna forma le ha afectado a Gonzalo. Un día, mi primo nos encontró y Biza acabó con un tiro en la pierna... además, Mateo se accidentó y también anda en el hospital. - le miré a los ojos un poco triste.

Mauro: Espera, espera... ¿me decís que dos amigos míos andan graves en el hospital y nadie me contó nada? - su cara de confusión y resentimiento se notaban a quilómetros.

Valeria: Sí, bueno, yo no tenía forma de avisarte. - suspiré.

Mauro: De acuerdo... entonces querés que vaya, ¿y para qué? - supuso que le iba a pedir algo.

Valeria: Cómo que para qué pelotudo, tenés a dos amigos re mal allá - me reí y él se rio conmigo.

Mauro: Claro que iba a ir igualmente, ¿no? Pero digo, ¿por qué viniste tú acá a avisarme...? - me miró.

Valeria: Voy a alejarme de Gonzalo, con él he llegado a sentir cosas serias y si sigo a su lado... acabará en mi mundo. Ya viste que por 3 días tuvo un tiro en la pierna y demás... - sonreí con pena y nostalgia, la verdad es que la tristeza era notoria en mis palabras.

Mauro: Valeria... - se acercó a mí y me abrazó cálidamente.

Era uno de esos abrazos que mostraba apoyo y compasión. Una lágrima traicionera se me escapó al recibir ese acto de cariño, obviamente le correspondí.

Después de un tiempo, fuimos a comprar unos celulares baratos y viejos para comunicarme con ellos y al rato se fue para Argentina con un par, yo me quedé solo con uno. La despedida fue dura, nunca pensé que alejarme de esta gente me iba a lastimar tanto.

Lo bueno es que ahora ya era libre de ir a por mi padre y hablar las cosas con él. Intentaría ir en son de paz a hablar, si no, mi única opción era volver con ellos para asegurarme que no le hicieran daño a nadie más...

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Valeria & Bizarrap | +18 - lanenadeltrapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora