𝐂𝐚𝐩. 𝟖 | +𝟏𝟖 🔥🔥

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POV Bizarrap

Nos fuimos los dos solos a la cafetería y lo que pasó en la fiesta entre nosotros no se me salía de la cabeza.

Valeria: Debería ir a comprar ropa... - dijo comiéndose una papa frita.

Yo me quedé viéndola, la verdad es que estaba cansado. Llevábamos unos días muy intensos y necesitaba volver a mi vida normal.

Gonzalo: Podés ir con Nicki luego - bebí de mi Pepsi.

Valeria: Claro, como que lo primero que quiere hacer ella ahora es venir conmigo a comprar ropa cuando su novio está en la mierda.

Gonzalo: Ya bueeeno, relájate... - hice una mueca de molestia.

Ella me miró con ojos de asesina y yo miré hacia otro lado.

Gonzalo: Te acompañaré yo, deja de quejarte.

Nuestra conversa se tornó muy seca y sin sentido, mis ganas de seguir aquí eran inexistentes y creo que ella lo vio.

Valeria: Mmm... Gonza - me agarró la mano lentamente - creo que tenemos que acabar algo...

La miré a los ojos y alcé las cejas.

Gonzalo: ¿Qué tenemos que acabar exactamente? - me hice el tonto.

Valeria: Tú sabes... lo de la fiesta - sus ojos bajaron por mi cuello, me relamí los labios.

Gonzalo: Tú fuiste la que me dejó con ganas... - la miré fijamente y ella me devolvió la mirada.

Valeria: ¿...A caso piensas que yo no me quedé con ganas? - ladeó un poco la cabeza.

Gonzalo: Demuéstramelo entonces - la miré de arriba a abajo.

Ella tiró todo lo de la mesa al piso y gateó por encima de la mesa hasta llegar hasta mí. Se sentó encima de mis piernas y me besó sin pensárselo más. Mis manos fueron hacia su cintura, haciendo que nos juntásemos del todo. La agarré fuerte de los muslos y me levanté con ella encima. Mientras caminaba para buscar un lugar privado, ella me daba besos por el cuello y me hacía algún chupetón. Por suerte, en ese momento no había nadie por los pasillos del hospital.

Me estaba poniendo mucho, Valeria sabía perfectamente cómo manipular mis emociones. Al final encontré una sala vacía, parecía un cuarto de limpieza, aunque tampoco me fijé mucho. Ella me sacó la camiseta y empezó a bajar sus besos por todo mi torso, era como una cadena cálida de picos. Llegó al borde de mi pantalón y no dudó en bajarlo con suavidad.

POV Valeria

Me pasó un dedo por el borde de mi mandíbula haciendo que le mirase a los ojos. Ahí, nuestro deseo conectó a través de la mirada como si de telepatía se tratase. Mis dientes agarraron su bóxer por la goma y lo tiraron hacia abajo lentamente, y en ese momento, pude apreciar su gran miembro de cerca. Me quité el buzo que traía, así quedándome en sujetador, y luego agarré su polla con suavidad.

Primero le dejé un beso en la punta para después hacer un suave lametón en el mismo lugar. Abrí mi boca y me lo metí lentamente hasta que entrase por completo, pude escuchar un jadeo de satisfacción de su parte. Me lo saqué de nuevo y pase mi lengua desde el inicio hasta la punta, dejando un hilo de saliva al final. Él me agarró de la cabeza con fuerza cuando me lo volví a meter, nuestros movimientos cada vez eran más rápidos y su respiración más agitada.

Me lo saqué y me levanté sin prisa, aunque por lo visto él era un poco más impaciente y me empotró contra una mesa que había por ahí. Pude alejar todos los productos de limpieza que había sobre el tablón de madera antes de chocarme contra ellos de cara. Sentí como me besaba la espalda desde la nuca hasta las lumbares dejando un rastro húmedo. Sin esperarse mucho, me bajó el pantalón y apartó hacia un lado la tira de mi tanga.

Poco a poco empecé a sentirlo dentro de mí, podía notar como íbamos encajando a la perfección a medida que iba entrando. Me mordía el labio con mucha fuerza, pues seguíamos estando en un hospital y sabía que no podía gemir muy alto. Empezó a moverse lentamente, como si de saborear profundamente un bombón se tratase. Solté un pequeño gemido después de que Gonzalo me diera en el culo con fuerza. Él al escucharme me puso una mano en la boca y con la otra me agarró la curva interior de mi torso.

Sus movimientos aceleraron más, y más, y más, tanto que después de unos minutos ninguno de los dos pudo aguantar y nos corrimos a la vez. Cuando acabamos, me levanté y le miré a los ojos. Su mirada bajó a mis labios y puso una mano suavemente en mi cuello, así me acercó a él y me beso agresivamente. Yo de la misma forma le devolví el beso, fue apasionado y con mucho sentimiento.

Gonzalo: Te dije que ibas a ser mía... - me miró profundamente a los ojos.

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Valeria & Bizarrap | +18 - lanenadeltrapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora