𝐂𝐚𝐩. 𝟑𝟎

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POV Valeria

??: Se ha desmayado... ¡se ha desmayado!

Mis oídos escuchaban mal, un pitido intenso inundaba mi cerebro... todo se veía borroso y distorsionado.

Mi mente se fue a otro mundo, empecé a ver a mi padre caminando hacia mí y recogiendo mi cuerpo. Me sentía muerta, y él estaba lleno de sangre. Ambos nos encontrábamos en una pradera seca y sin vida, una en la que parecía no haber nadie y en la que Emilio podría hacerme lo que él quisiese...

¿Iba a matarme?

¿...Vendería mi cuerpo... o mis órganos?

¿Acabaría como esclava sexual de algún degradado mental...?

Y cómo si de un choque de realidad se tratase, volví a la vida.

Abrí los ojos intentando averiguar dónde me encontraba aunque no pudiese ver bien. Había mucha gente y muchas voces. Noté que algo, o más bien alguien con los brazos muy definidos, me estaba cogiendo como si fuese una princesa. De lo que estaba segura es que mi padre no estaba allí y que mi mente me había jugado una mala pasada, o al menos me hice creer eso.

(Voz femenina): Está abriendo los ojos. - alertó con nerviosismo.

Unas horas más tarde...

POV Bizarrap

Esta vez no me iba a ir, Valeria estaba descansando en aquella camilla de hospital. La frecuencia con la que visitábamos aquel lugar empezaba a preocupar a los sanitarios y doctores, y los que trabajaban en secretaría, ya estaban hartos de nuestras preguntas repetidas.

Doctor: ¿Familiares de Valeria Romeo? - me levanté con cansancio. - vengan conmigo, por favor.

Mauro y yo caminamos por el brillante y resbaladizo pasillo blanco.

Las chicas se quedaron con la hermana de Valeria, no sé en qué momento se volvieron tan amigas. Dijeron que en unas horas vendrían a ver a la ingresada, pero todavía no habían llegado.

Fui el primero en entrar a la habitación de Leo, y detrás mío venía Mauro. Ella ya estaba consciente y estable, o eso es lo que decía el doctor.

Mauro: ¡Heeeyyy! - dijo alegre por verla.

Yo me acerqué a la camilla con una sonrisa de tranquilidad, lo único que deseaba es que ella estuviese bien. Me senté con cuidado en el borde del colchón y le agarré con suavidad la mano. Pude apreciar su rostro por unos segundos, y sus labios formaron una linda expresión.

... y la calma volvió aunque sólo fuese por un instante.

POV Nicki

Emília: ¡CHIRLEEE! - gritó con ansias.

Marlene: ¡Ya voy Nes! - le lanza un cargador.

Y se preguntarán cómo llegamos hasta aquí...

Bien la historia es un poquito larga pero también bastante obvia. Básicamente nos conocimos aquel día en el que...

Varios días antes...

Nicki: Emília sos re imbécil. - me puse seria.

Emília: ¿Por? - preguntó confusa.

Nicki: No la conocemos de nada a esa chica y simplemente porque tiene el teléfono de Mauro le decís quién somos... ¡nos llevarán con ellos por tu culpa! - suspiré.

Emília: ¡Tenemos que salvarlos!

Y la discusión siguió y siguió, aquella llamada fue muy extraña.

Al cabo de unos minutos, llegó una moto. A primera vista pareció Valeria, pero cuando vino hacia nosotras y se sacó el casco comprobamos que no era quien creímos.

??: Emília y Nicole, ¿no? - vino amable.

Emília: ¿Quién sos? - su parecido a Valeria era notorio.

Nicki: ¿¡Quién va a ser estúpida!? - grité descaradamente.

Emília: ¡Ay, ya! Cállate Nicki. - hizo gestos raros con las manos.

??: Soy Chirlena, la hermana de Valeria. Bueno, en realidad soy Marlene pero se supone que no debería decirlo. - nos miró.

Nicki: ¿Y porqué nos lo decís a nosotras? - la intente interrogar.

Marlene: Es que... necesito vuestra ayuda. - me sonrió sarcásticamente.

Emília: ¡Sí! Nosotras también necesitamos de ti, ¿podríamos traer de vuelta a los chicos y Valeria? - se ilusionó.

Marlene: De hecho... es lo que pretendo hacer. - hizo contacto visual con Emília, yo desconfié.

Nicki: ¿Y porqué ibas a necesitar de nuestra ayuda?

Marlene: Porque si lo intento sola, no voy a lograr nada. En cambio, si formásemos un equipo llegaríamos muy lejos... - esta vez su sonrisa fue sincera.

Emília: ...y los sacaríamos a todos sanos y salvos, ¿verdad? - las dos estaban en la misma vibra.

Nicki: - seguí con tono arrogante - ¿Y cómo sabemos que es verdad lo que decís y no nos andas mintiendo?

Chirlena suspiró y me miró a los ojos.

Marlene: Está bien...

Sin pensárselo más, abrió la mochila que traía y sacó varios fajos de billetes bastante grandes. Intenté disimular mis ganas de agarrarlos, olerlos, disfrutarlos y gastarlos para no parecer una obsesa con el dinero. A veces, me daban impulsos. El dinero es algo que aprecio con toda mi alma a causa de la gran pobreza por la que pasaron mis padres cuando no teníamos nada.

Marlene: Es para vosotras, un símbolo de confianza. - nos tendió la mano con el objeto y yo lo agarré rápidamente.

Emília: ¿Tan fácil, Nicki? - me retó.

Yo la miré con el ceño fruncido.

Nicki: Con el dinero no se juega...

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Valeria & Bizarrap | +18 - lanenadeltrapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora