Niza
Familia.
Sororidad.
Compañerismo.
Son conceptos que aprendes a enterrar desde el primer momento en que colocas tu pequeño pie perfectamente en punta en los pulidos suelos de ACA NYC.
Nada de eso existe. Se evapora y desvanece y en su lugar queda solo el tumultuoso monstruo de la soberbia, el egoísmo y la competitividad.
Llego a tiempo a mi clase con la señorita Winslet. El cuerpo me pesa, pero al menos no me siento tan cansada como otros días, tal vez porque tengo un mejor humor desde que puedo contar al amargado de Hawthorne entre mis amigos.
La acción es insulsa, pero no me quita el regusto de triunfo de la boca.
—¡No puedo creer que estará aquí!—escucho chillar a Aiko apenas llego a los vestidores.
—Tenía tiempo sin agraciarnos con su presencia. Apuesto que está más bueno que antes—musita Eridan con ensoñación.— Conseguiré esas entradas en primera fila, se los aseguro—afirma con petulancia.
Me detengo un momento en el marco de la puerta, a unos metros de mi casillero para saber qué es lo que las tiene tan emocionadas en lo que aguardo para que se quite y me permita abrirlo.
—Escuché que se agotaron a los veinte minutos—acota Olivia con su piel aceituna y sus enormes ojos pardos.— No creo que puedas conseguirlos ni siquiera vendiéndote por Internet, es Riot 911, todos quieren estar en ese concierto.
—Algunos se quedarán queriendo, pero yo estaré—desliza una sonrisa soberbia.
—¿Y cómo?—quiso saber Lena, otra chica del séquito de Eridan.
—Tengo mis trucos—eleva el cuello, acomodándose las mallas y pongo los ojos en blanco. Es insoportable.— Es un as bajo la manga.
—¿Cuál as?—indaga Aiko.
—Clay, por supuesto—dice como si fuera algo obvio y levanto la cabeza, interesada.
Olivia y Lana se miran para después soltar una risita.
—¿Le llorarás al diablo por un par de entradas? ¿Así de desesperada estás?—se burla la primera, retocándose el apretado moño que mantiene el cabello oscuro y rizado en su lugar.
—No te servirá de nada, conociéndolo ni te mirará.
Ahogo un bufido. En eso tienen razón.
—Yo no estaría tan segura—objeta.— Solo tengo que mostrarle mis encantos y...voilà, estaré disfrutando de Riot 911 en sección VIP.
—No creo—opina Lena.—Seguro te da una patada en el culo antes de que puedas decirle hola. Ese chico no es como su hermano. Este sí da miedo.
—Escuché decir a alguien que estuvo en un psiquiátrico—dice Olivia en voz baja, ganándose un jadeo de impresión de Aiko.— También dijeron que una vez mató a alguien a golpes y se hizo todos esos tatuajes en la cárcel.
—No me jodas—sisea Eridan.— Sabía que no podía ser guapo y estable a la vez. Una lástima, en verdad, está para comérselo entero. Aunque bueno, tal vez pueda arreglarse a punta de polvos...
—¿Qué dices, loca?—suelta Olivia, riendo.
—¿Qué? No soy ciega y a cualquiera se le bajan las bragas con semejante espécimen. Un polvo no se le niega a nadie y menos a alguien que está tan bueno y bien posicionado como él.
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Indeleble [+18] [Libro 1 de la Bilogía Artes] DISPONIBLE EN LIBRERÍAS
RomantizmCOMPLETA Ella ama el ballet. Él ama los tatuajes. Ambos son distintos, ambos son precisos, sin embargo, la perfección no es siempre sinónimo de felicidad. Niza comienza a trabajar en Ink the Mind buscando una solución a su problema: no ser expuls...