A la mañana siguiente me levanto nerviosa por dos motivos. El primero es que hoy voy a presenciar mi primer intercambio como jefa. Sé que puede parecer una tontería, pero para mí no lo es.
Y el segundo es que mañana es Nochebuena. La Navidad es de las épocas que más me gustan del año, solo le supera el verano. Además, este año, la voy a celebrar con las personas que más quiero en este momento.
"Muñeca, ¿dónde estás?" Esa voz ronca de recién despertado solo puede pertenecer a James. "En el baño, ahora salgo" respondo. Termino de quitarme la humedad del pelo por encima, recojo las toallas y salgo a la habitación vistiendo solamente unos shorts y una camiseta.
James se queda boquiabierto y me come con la mirada. Sinceramente es de las personas que con solo una mirada te puede transmitir cualquier sentimiento. "Sácame una foto, así puedes verme cuando quieras" vacilo.
"Llenaría mi móvil de fotos tuyas. De tu cara, de tus preciosos ojos, de tu tremendo culo, de nosotros follando..." Al escuchar eso no lo dejo terminar y le lanzo un cojín. Es especialista en romper los momentos románticos.
"¿Alguna vez en tu vida vas a decirme cosas bonitas?" pregunto indignada. "Son cosas bonitas" dice y se encoge de hombros. Decido ignorarlo y me siento a su lado con el portátil entre las piernas. Desde que he entrado a este mundo, mi trabajo ha aumentado ya que además de llevar las cosas de la mafia, soy la secretaria personal de James en su empresa.
"Te recuerdo que tienes una reunión que preparar para las cuatro de la tarde" informo pero no obtengo respuesta. Le sigo comunicando las obligaciones que tiene pero siento que estoy hablando con la pared.
Me giro mientras pregunto si me está haciendo caso pero ya puedo comprobar con mis propios ojos que no. "¿Puedes dejar de mirar mis tetas y concentrarte?" Él niega lentamente y se excusa. "No puedo concentrarme cuando estás delante de mí sin sostén y con los pezones erectos."
Efectivamente tiene razón. Con esta camiseta nunca me pongo sujetador y el roce con la tela de la camiseta hace que se me pongan duros los pezones. Pongo los ojos en blanco y vuelvo a centrarme en la pantalla del portátil.
Reviso mi cuenta bancaria y me doy cuenta de que mis ingresos casi se han triplicado. Sonrío orgullosa de mí misma. Entro en una página web para mirar algo de ropa pero de repente siento que me inunda el placer.
Es James, que está chupando mis pezones como un niño pequeño. Su lengua está caliente y eso ayuda mucho a la estimulación. Gimo su nombre y agarro levemente su pelo. Me encanta la sensación que provoca en mi organismo.
Con rapidez deja el portátil en la mesilla de noche y hace que me suba a horcajadas. El roce de nuestras anatomías es obvio, al igual que su dureza. "Nos despertamos bravos..." Esboza una pequeña sonrisa y responde "siempre, ya lo sabes."
"Deberíamos levantarnos, ambos tenemos que hacer cosas" le recuerdo pero parece no importarle demasiado. "Eso puede esperar." Y tras decir eso nuestras bocas se enfrentan de manera intensa y desesperada.
Una de las manos de James alborota mi pelo al igual que yo con el suyo. La otra, se desliza por mi vientre hasta llegar a mi intimidad. Juega un poco con la costura de mi tanga, que es lo único que llevo puesto, y sin previo aviso, comienza a masajear mis pliegues. Sus dedos parecen mágicos.
Me retuerzo entre sus brazos pero en ningún momento dejamos de besarnos. La fricción, cada segundo que pasa, es mucho más intensa que el anterior. "No pares por favor..." suplico en apenas un susurro.
James sonríe con orgullo y cambia su manera de darme placer. Esta vez, en vez de frotar mis labios, introduce un dedo. Aunque con la lubricación de mis jugos vaginales, enseguida se convierten en dos, y más tarde en tres. Sabe que me encantan los preliminares.
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Night Club
FanfictionBrook es una stripper muy codiciada. Trabaja en un club muy famoso pero a la vez privado. Allí conoce a muchos hombres con poder. Pero el único que le llama la atención es un mafioso importante y peligroso, James Barnes.