Night Club

Doblete.

Rápidamente nos vestimos y salimos de la sala con cuidado de que nadie más nos vea. Cruzamos el pasillo a paso rápido y entramos en la sala como si nada hubiera sucedido.

Miro a James y él me hace una señal para que le acompañe al escenario. Ambos subimos y el silencio se apodera de la sala. Siento nervios dentro de mí y para calmarme agarro del brazo a James. "Tranquila muñeca, todo va a salir bien" susurra y me da un beso en la frente.

Todas las miradas están puestas en nosotros. Doy un vistazo rápido y me encuentro con la mirada de varias mujeres que están rabiosas porque soy yo la que está aquí con él y no ellas.

"Buenas noches. Estoy aquí para agradeceros vuestro trabajo y compromiso con la empresa. Gracias a vosotros hemos llegado hasta donde estamos. También quería compartir con vosotros un información que creo que es necesaria"

Sus ojos se posan en mí y yo me detengo en sus pupilas aumentadas por el alcohol. "Esta mujer que tengo al lado, es la que ha conseguido que vuelva a estar feliz. Me ha calmado, me ha enloquecido, me ha ayudado y además me ha dado el mejor sexo de mi vida."

Le doy un golpe en el brazo y la gente se echa a reír. "James cállate que sigues borracho" susurro. Me dedica una sonrisa y continúa con su gran discurso.

"Efectivamente, esta preciosa mujer que tengo a mi vera es mi novia, Brook Stones." La aglomeración comienza a aplaudir y yo me sonrojo. James se acerca y me besa desatando la locura. "Ya podemos irnos a casa si así lo deseas."

Niego y le vuelvo a besar justo antes de bajar con el resto. Los chicos nos felicitan y Nat me da un abrazo y dos besos en las mejillas. "Qué feliz estoy por tí tía." Le sonrío y vamos a la barra a pedir un par de copas acompañadas de dos shots de tequila.

El camarero prepara las copas y nos las da. Esperamos a que termine de preparar los chupitos pero alguien lo frena. "Prepara uno más." Nat y yo nos giramos y nos encontramos con Zemo. "Buenas noches chicas" saluda.

Nat y yo le devolvemos el saludo y nos miramos sorprendidas. Finalmente el camarero saca los shots y los tres nos preparamos para beberlos. La primera en hacerlo es Nat, que lo bebe como si de agua se tratase. Después bebo yo y toso para aliviar el ardor de mi garganta. Y por último va Zemo.

Muerde el limón, y para nuestra sorpresa, en vez de chuparse a sí mismo, se acerca a mi cuello y lo chupa de una forma bastante sensual. Me quedo en shock por lo que acaba de hacer y lo miro mientras toma el chupito.

"Ya nos veremos a lo largo de la noche chicas" dice y se despide de nosotras. Aún sigo en shock por lo que acaba de pasar.

"Tía, ¿qué ha sido eso?" pregunta y yo me encojo de hombros. "Volvamos con el resto." Las dos caminamos hasta el rincón en el que estábamos y nos juntamos con nuestros respectivos hombres.

James me agarra de la cintura y me besa. Me acurruco en sus brazos y de repente veo que Zemo me está observando fijamente con un semblante serio. Me pego más fuerte a James y él se da cuenta de que algo está pasando.

"¿Estás bien muñeca?" No respondo y se preocupa. "¿Quieres hablar?" Sigo sin responder pero le beso el cuello coquetamente. Él no entiende nada pero me besa de vuelta.

Veo la cara de Zemo y si antes estaba serio ahora más. "Vamos a bailar" propongo. Todos me miran un poco confundidos pero acceden, están borrachos. Inmediatamente cojo el ritmo de la música y me pego a James para bailar.

Él intenta seguirme el ritmo pero no es muy rítmico, así que solo se dedica a mover sus caderas contra mi culo. Me vengo arriba con su toque y lo doy todo. A decir verdad, estaba nerviosa por Zemo, pero el alcohol se me ha subido y ya me da igual todo.

"Vamos Brook, dalo todo" anima Nat y me junto a ella. Ambas damos un espectáculo a los hombres y ellos nos miran con ganas. Los ojos de Steve y James son oscuros, están llenos de lujuria.

Sin pensarlo me acerco a James y muelo mi culo contra su entrepierna notando la erección que se le ha formado. Le sonrío victoriosamente y él no aguanta más y me besa. Sus labios saben incluso mejor que antes.

Sus manos vagan por mi cuerpo y toca absolutamente cada centímetro. "Muñeca hoy la noche es libre, pero será la última." Lo miro confundida pero enseguida sé por dónde va.

Zemo se ha acercado a mí y le ha brindado una sonrisa a James. "¿Qué te parece si nos vamos los tres un ratito?" susurra Zemo básicamente contra mi cuello. Busco la cara de James y me encuentro una sonrisa. Asiento y cada uno me agarra de un lado de la cintura para desaparecer de ahí.

Llegamos a la misma sala en la que hemos estado antes con Sam y los dos hombres se sientan en un sillón que hay. "¿Por qué no nos bailas muñeca?" Me parece una buena idea.

Me desato el vestido y cae al suelo lentamente. Dejo a la vista mi sujetador de encaje y mi zona íntima ya que sigo sin llevar bragas y ellos se remojan los labios contentos con lo que están viendo.

Empiezo a mover mi cuerpo como lo haría en el club y ellos se acomodan. Ambos se tocan la entrepierna y me dejan ver la tienda de campaña que se les ha formado. Me muerdo el labio sensualmente y me acerco a ellos para darles una mejor vista.

Mis caderas vagan por delante de sus ojos y les doy permiso para que toquen lo que quieran. Ambas manos se dirigen a mi culo y lo tocan con mucho ansia, incluso Zemo me da una nalgada.

Me volteo para verles y desabrocho sus braguetas, una con cada mano. Sus enormes pollas quedan a la vista y paso mi mano por ellas ganando un gruñido de cada uno.

"No puedo más muñeca, ven aquí" pide James y me acerco. Conforme estoy a su lado, me apoya en el sofá. Chupa dos de sus dedos, los pasa por mi zona íntima e introduce su polla en mi con fuerza.

Gimo en alto pero enseguida mi boca es callada con el arma de Zemo. Autoritariamente agarra mi pelo en una cola de caballo y guía mis movimientos. Me atraganto un par de veces pero enseguida me acostumbro al tamaño y consigo llevarla entera a la boca.

"Oh Brook, no sabes que ganas tenía de tenerte." James embiste más fuerte y eso significa que está celoso. "Será la última vez, así que aprovecha" deja claro. Río por su comentario y vuelvo a la acción.

Mis piernas se debilitan, James ha tocado mi punto más placentero. Pido que aumente la velocidad y lo hace. "Oh James, me voy a correr" anuncio y vuelvo a meterme el miembro de Zemo a la boca.

Solamente bastan un par de embestidas más para que mis piernas terminen por completo de volverse locas. "Ni se te ocurra parar ahora" advierte Zemo. Sigo chupando y lamiendo hasta que mi boca se llena de líquido blanco.

Me dan un par de minutos de descanso pero enseguida volvemos al acto. Esta vez James ha decidido ponerse detrás de mí. Lubrica con su saliva mi entrada y cuando lo cree conveniente, entra en mí.

Grito de placer y él pregunta si está todo bien. Asiento y muevo en círculos mi culo para darle una mejor experiencia. "Oh muñeca, estás jugando con fuego."

Sin previo aviso, Zemo se introduce en mí y su grosor hace que me sorprenda. Espera unos segundos para que me acostumbre al tamaño y después va igual de fuerte que James. "Estas muy apretada, no voy a durar mucho."

La locura se desata dentro de mí y comienzo a moverme aún más rápido. Ambos disfrutan con estos últimos segundos y los dos se vienen, James después de Zemo.

Los tres nos tumbamos en el sofá para descansar y aprovecho para agradecerles esta nueva experiencia. "Zemo, esta es la última vez que vas a disfrutar de ella. Ahora no quiero que ni siquiera te le acerques"

Sonrío por la autoridad mezclada con celos de James y lo beso tiernamente en los labios para tranquilizarlo. "¿Qué tal si tú y yo nos quedamos un poco más? propongo y acepta.

Despedimos a Zemo y en cuanto sale me subo en su regazo para volver a besarlo. "Gracias por estas dos experiencias, juro que te lo recompensaré."

"De nada muñeca, por tí hago lo que sea." Él me devuelve el beso pero en medio de él un grito retumba en la habitación. "¡James Buchanan Barnes, vístete ahora mismo! ¿Crees que estas son formas de recibir a tu hermana?